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El silencio permanecía dando pequeñas vueltas en el espacio, dejando su rastro sin remordimiento alguno, no era pesado, era simplemente calmo. Taehyung miraba el perfil de Jungkook, parecía que luchaba por encontrar  una respuesta. Quizás había avanzado más de lo que debía. Había prometido dejarle llevar su propio tiempo. 

Le miró un poco más. La verde mirada recorrió su bonita figura, un total deleite para sus luceros. Jungkook era belleza pura y nadie podría cambiar su opinión al respecto.

En su pecho se instaló una necesidad; quería tenerle cerca. Por alguna razón su cuerpo pedía acercarse lo más que pudiera a él. Tragó con fuerza. 

Taehyung comenzó a dar algunos pasos hacia Jungkook. Podía sentir como su mano ardía por querer rozar su piel, pero, ¿por qué? 

El oro le miró fijamente, sintió por un segundo el aire faltar, ¿por qué esa persona que estaba frente a sus ojos le poseía de la manera en que lo hacía?... Quizás porque se había prometido a sí mismo darle la vida que debería tener… 

—Jungkook-ssi, quisiera tomar un poco de aire. Si me permites… 

—¿Te encuentras bien? —Taehyung asintió suavemente. 

—Sí, no es nada. —Jungkook le miró poco convencido. 

—Si lo deseas podemos ir a la azotea. —
¿Acaso Jungkook acababa de decir "podemos"? Sintió su pecho calentar. 

—Eso sería estupendo. 

Jungkook le miró y asintió. Ambos salieron del estudio. En su pecho aún permanecía la necesidad de tomar a Jungkook entre sus brazos, por eso quería salir de la habitación; porque sentía que estaba ahogándose y no comprendía el porqué. 

Sabía que Jungkook significaba algo, que era un motivo, y que era importante... Desde que le vio algo se sintió encajar, cómo si todo esto fuese algo que debía suceder… 

Las puertas del ascensor se abrieron dejando que el aire llegará a sus pulmones…

El lugar parecía un jardín, con árboles pequeños y flores de diferentes tipos, algunas mesas estaban repartidas por el sitio. Fijó sus ojos en un pequeño espacio bajo la sombra de un árbol, ni siquiera lo pensó, tumbó su cuerpo en el suelo y colocó sus manos sobre el césped, amaba esa sensación. Sonrió. 

Taehyung era realmente peculiar. 

—¿Cómo puedes hacer eso? 

La voz de Jungkook le recordó que no sé encontraba solo. Levantó su cuerpo con ayuda de sus brazos y se sentó. 

—¿Qué? 

—Detenerte en el tiempo y no sentirte culpable.

—No puedo sentirme culpable por vivir —Taehyung le dedicó una hermosa sonrisa—. Creo que la vida está compuesta de pequeños momentos y también creo que los más bellos suceden cuando menos lo esperamos. Si no me detuviera, me perdería de mucho y no quiero hacerlo. 

—¿Aunque tu ropa se ensucie en el proceso? —Jungkook señaló su camisa. Sus mangas tenían pequeñas manchas provocadas por la tierra.

—Es la mejor parte Jungkook-ssi. —Se echó a reír. 

Jungkook le vio con dulzura; Taehyung realmente tenía pureza en su interior… Caminó hacia su dirección y se posó frente a él. Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda; Jungkook estaba verdaderamente cerca. 

El oro y el verde chocaron. Jungkook sabía que todo estaría bien, sus ojos comenzaron a cristalizarse. Taehyung noto cómo las gotitas saladas comenzaban a aglomerarse en esos bonitos luceros. 

Recuerdos de lo efímero y lo eterno | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora