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Hoseok se encontraba sentado a los pies del sofá. Tenía la vista fija en el televisor. Mientras él prestaba completa atención a lo que pasaba en la película, Yoongi se perdía en la suavidad con la que respiraba, en la manera en que las imágenes se reflejaban en sus ojos. Mientras Hoseok dejaba que alguna botana deleitara sus papilas gustativas, Yoongi admiraba los pequeños hoyuelos que se formaban en sus comisuras al masticar...

Si alguien llegara a preguntarle de qué trataba la película, no sabría decirlo, pero si le preguntaban sobre cuáles habían sido las reacciones de Hoseok durante ella, podría dar una explicación detallada.

Los días habían vuelto a la normalidad entre los dos. Desde Nonsan, parecía que la línea que les separaba había desaparecido casi por completo y ahora que Jungkook solo regresaba a su apartamento para dormir, la mayor parte del tiempo era de los dos. No iba a mentir; extrañaba tener a Jungkook a su alrededor. Pero también era reconfortante saber que él estaba recuperándose y estaba recobrando su vida poco a poco...

Miró la nariz de Hoseok enrojecer mientras sus ojos se cristalizaban. Estaba luchando por no llorar; pero fue en vano. Las gotitas saladas comenzaron a derramarse con suavidad por sus mejillas; a pesar de que las lágrimas corrían, Hoseok no apartaba su vista de la pantalla...

Yoongi le miró confundido. ¿De qué se había perdido? ¿Por qué estaba llorando? Llevó sus ojos hacia el televisor; y entonces lo vio: era una escena bastante triste, los personajes se aferraban con fuerza el uno al otro, no queriendo separarse, pero era evidente que no podían estar juntos... Cuando finalmente iban a decir adiós, uno de ellos no pudo contener sus sentimientos y confesó el amor que sentía por el otro, haciendo la despedida aún más difícil...

Yoongi sintió un nudo en el estómago. La escena estaba llena de emociones, palabras sinceras, miradas anhelantes y promesas. El felino podía sentir sus propias emociones a flor de piel; él también quería tener el valor de expresar lo que sentía. Su corazón latía con fuerza mientras contemplaba la idea de finalmente abrirse a Hoseok y dejar salir lo que había ocultado durante esos años.

Respiró hondo y, armándose de valor, se acercó a él. Con suavidad, tomó su barbilla, haciendo que sus miradas se conectaran. Hoseok le miró confundido mientras un par de lágrimas continuaban corriendo por sus mejillas. El naranja no pudo apartarse de aquella mirada; se preguntaba por qué Yoongi había hecho aquello.

Sintió un escalofrío recorrer su espalda al darse cuenta de la manera en que el felino le miraba. ¿Acaso su mayor miedo iba a volverse realidad? Su pecho se apretó al ver a Yoongi tomar aire...

—Hoba —pronunció al fin con voz temblorosa—... Hay algo que he querido decirte desde hace mucho tiempo.

Hoseok cerró sus ojos con fuerza al sentir el vértigo aumentar. Sí estaba pasando...

No quería escucharlo.

—Por favor, no lo digas...

—Te amo...

Hoseok sintió su corazón romperse al escuchar aquellas dos palabras, abrió sus luceros y miró a Yoongi con mucho dolor. Llevó una de sus manos hacia los labios de Yoongi para evitar que continuara con su confesión.

—Por favor, no sigas —dijo Hoseok con voz quebrada—. No lo merezco... Lo siento, no puedo corresponderte.

Yoongi retrocedió sintiéndose herido. Hoseok sintió su pecho doler al ver la expresión del felino.

—Yo creí que tú... —Yoongi detuvo sus palabras— ¿Por qué no?

—No hagas esto, Yoongi...

—¿Por qué? —No importaba lo dolorosa que podía llegar a ser la respuesta; quería saberlo.

Recuerdos de lo efímero y lo eterno | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora