5

88 23 18
                                    

—Tic tac. 

Seokjin se encontraba en una esquina mirando como un hombre era torturado por Seulgi. Tomó entre sus manos una navaja haciendo un corte limpio sobre el rostro de su víctima. 

—¡Ups!, pero que torpe soy —La mujer rio sonoramente—. Fue un accidente. 

Una mueca de dolor se formó sobre el rostro de aquel hombre. Podía sentir cómo su cuerpo dejaba de responder debido al pánico que estaba sintiendo. Sus cabellos fueron tomados con fuerza. 

—Por favor señorita Jang. —dijo apenas. Seulgi sonrió. 

—Aww, ¿comienzan las súplicas? Conmovedor —Pasó un dedo por debajo de su ojo simulando limpiar una lágrima— Sabes, esto sería más fácil, si dijeras la verdad —Vio fijamente los ojos de su víctima y sin siquiera parpadear apuñaló su pierna; un grito de dolor retumbó por toda la habitación. Sonrió; se sentía extasiada por el placer que le causaba hacerle daño a aquella persona. Realmente amaba el sufrimiento de otros y era mucho mejor si era ella la causante—. Tu tiempo se está terminando, tic tac.
 
—Sí, sí soy un Efí.

Seulgi sonrió triunfante. Acarició el rostro del hombre mientras sacaba la navaja de su cuerpo.
 
—Ves qué fácil era cariño, pudimos haber evitado este momento; pero no te preocupes no morirás —Palmeo el rostro del hombre llenándose de sangre—... bueno, no aún. —Se echó a reír. 

En la habitación entraron dos guardias y tomaron al hombre, este lloraba desconsoladamente. No podría ver más a su familia, nunca sabrían realmente lo que pasó con él. 

No podía caminar debido al dolor de su herida, miró a Seokjin, sus penetrantes ojos grises estaban posados en él. 

—Por favor señor Kim, mi familia… —Seokjin apartó la mirada, hizo un movimiento con la mano. 

—Llévenselo. 

Los guardias comenzaron a arrastrar al hombre fuera de la habitación. 

—Prrr qué frío Jinnie. —Seulgi se abrazó a sí misma. 

—¿Era tan necesaria la carnicería Seul? —La mujer puso sus ojos en blanco. 

—Te lo dije Jin, este sería a mi manera. La última vez me quedé con muchas ganas de mirar la cara de suplica de ese bonito rubio, ¿cuál era su nombre? ¿Park? 

—Olvídate de él. Lo viste, es un humano. —dijo aquello con un poco de molestia. 

—Lo sé, tu primera gran equivocación o ¿deberías decir segunda? ¿Desde cuando tu percepción se volvió una mierda? El rubio y este sujeto, ¡ja! —Seulgi sonrió de manera socarrona. Seokjin la miró con frialdad— Aww toqué una fibra sensible, lo siento oppa. —Agudizó su tono de voz para fastidiar más a Seokjin. 

Jang Seulgi era una de las pocas personas que disfrutaba ensuciarse las manos haciendo su trabajo. Llevaba años trabajando en la captura de Efís, en todo ese tiempo había capturado a un sin fin de ellos y no se tocaba el corazón cuando los llevaba a su muerte; era su parte favorita. Para ella escuchar sus súplicas o ver sus miradas vacías, era como tocar el mismo cielo, además su bolsillo se llenaba de millones de wones, ¿qué más podría pedir? Era el trabajo de sus sueños. 

—Seul, eres un simple humano —Seokjin tomó su rostro. Sus ojos brillaron intensificando aún más el gris, pareciendo plata. Comenzó a apoderarse del consciente de la chica, implantando dolor, modificando recuerdos y jugando con sus sentidos. Seulgi entre gritos tomó su mano; tratando de soltar el agarre. Él sonrió y la soltó. Seulgi cayó al piso—... No lo olvides. 

—No imbécil —dijo entre llanto—, tú no olvides tu lugar. Si vuelves a hacer algo como esto… 

—¿Qué? —dijo entre dientes— ¿Qué harás Seul? Tú y yo ahora tenemos el mismo rango cariño —Se agachó para quedar a la misma altura que ella, tomó su barbilla—, así que, qué te parece si mejor te tragas tus amenazas y te limitas a hacer tu trabajo —Seulgi asintió—. Bien. 

Recuerdos de lo efímero y lo eterno | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora