Jake
La música en la fiesta sigue sonando a todo volumen, vibrando en mis huesos, pero mis pensamientos ya están un poco nublados. He estado tomando más de lo que suelo, tratando de escapar de las emociones que no quiero enfrentar. Pero ahora, todo me parece un poco borroso, y el calor de la habitación comienza a hacerse insoportable.
—Voy a salir un momento —murmuro a Emma, que me lanza una mirada preocupada pero me deja ir sin más preguntas.
Salgo del bullicio hacia el aire fresco de la noche, esperando que eso me ayude a despejar la mente. La brisa fresca es un alivio, pero mis pasos tambaleantes me recuerdan que quizás he bebido más de la cuenta. Siento que el suelo se mueve ligeramente bajo mis pies, y me apoyo contra la pared del edificio para mantener el equilibrio.
—Mierda —murmuro para mí mismo, intentando estabilizarme, pero un mareo repentino me hace tambalearme peligrosamente hacia un lado.
Justo cuando estoy a punto de caer, siento unas manos fuertes sujetarme por los brazos, manteniéndome firme.
—Hey ¿Estás bien? —pregunta una voz masculina, profunda y con un acento británico que corta a través del aturdimiento de mi mente.
Alzo la vista, parpadeando para enfocar mi visión. Frente a mí, un chico rubio con unos brillantes ojos azules me mira con preocupación. Su piel clara resalta bajo la tenue luz de la noche, y puedo notar que tiene un cuerpo bien definido bajo la camisa ajustada que lleva puesta. Es guapo, de una manera que me deja sin palabras por un momento.
—Sí, sí, estoy bien... —respondo, aunque no estoy seguro de si me lo creo yo mismo. El mareo sigue ahí, pero su presencia parece centrarme de alguna manera.
Él sonríe ligeramente, aflojando un poco su agarre pero sin soltarme del todo, como si no estuviera seguro de que puedo mantenerme en pie por mi cuenta.
—Pareces un poco mareado —comenta, su tono amable y sin rastro de burla—. Tal vez deberías sentarte un momento.
Asiento, sin encontrar las palabras para replicar. Me siento raro, desorientado, pero también un poco hipnotizado por él. Algo en su mirada me atrapa, y no puedo dejar de mirarlo, como si hubiera algo en él que mi subconsciente reconoce, algo que me calma en medio del caos de la fiesta.
—Gracias —murmuro, aún un poco aturdido, mientras me guía suavemente hacia un banco cercano. Me dejo caer sobre él, y él se sienta a mi lado, sin apartar la vista de mí.
—De nada. Soy Sebastian, por cierto —dice, extendiendo una mano hacia mí.
—Jake, bueno... Jacob —respondo, estrechándole la mano. Su toque es cálido, firme, y por alguna razón, eso me tranquiliza aún más.
Nos quedamos en silencio por un momento, y no puedo evitar seguir observándolo de reojo. Es indudablemente atractivo, pero hay algo más en él, algo en su mirada que parece genuinamente interesado, casi como si realmente le importara cómo estoy.
Justo cuando estoy a punto de decir algo más, la puerta de la fiesta se abre, y Emma sale apresurada, mirando a su alrededor hasta que nos encuentra.
—Jake, ahí estás —dice aliviada, acercándose a nosotros—. ¿Te sientes bien?
—Sí, estoy bien —respondo, tratando de sonar convincente, aunque ella frunce el ceño ligeramente, sin creerme del todo.
Entonces, Emma nota a Sebastian sentado a mi lado, y sus ojos se iluminan con una chispa de reconocimiento.
—¡Oh, Seb! —exclama con una sonrisa, dándose cuenta de quién es—. Si decidiste venir.
—Emma, ¿lo conoces? —pregunto, sorprendido.
Emma asiente con entusiasmo, volviendo su atención hacia mí con una expresión que ahora entiendo perfectamente.
—Jake, él es Sebastian Lennox —dice, como si ese nombre significara algo para mí—. Es el chico del que te hablé, mi compañero de tercer año en Derecho.
Mi estómago da un vuelco. Este es el chico del que Emma estaba tratando de hablarme antes, el que ella pensó que podría interesarme. Miro a Sebastian, que parece un poco incómodo con la revelación, pero aún sonríe amablemente.
—Ah, ya veo... —respondo, sin saber muy bien qué decir.
—¿No te parece guapo? —susurra Emma, lo suficientemente bajo como para que solo yo la escuche, aunque estoy seguro de que Sebastian nota algo por su expresión ligeramente divertida—. Es inteligente, amable, y lo mejor de todo... es inglés.
—Emma... —murmuro, tratando de no sonar tan incómodo como me siento. Todo esto es demasiado rápido. Acabo de conocer a este chico, y ya me siento abrumado por la posibilidad de lo que podría significar.
Pero no puedo negar que hay algo en él que me atrae, algo que me hace querer conocerlo más, aunque no esté seguro de si estoy listo para eso.
Sebastian se aclara la garganta, aparentemente consciente de la tensión.
—Bueno, si alguna vez necesitas compañía para una charla o simplemente para relajarte, estaré por aquí —dice con una sonrisa tranquila, levantándose del banco—. Fue un placer conocerte, Jake. Espero que te sientas mejor pronto.
Asiento, observándolo mientras se aleja. Hay algo en su presencia que deja una impresión duradera, y a pesar de mis mejores intentos de mantener mi corazón cerrado, no puedo evitar sentir una pequeña chispa de interés.
Emma se sienta a mi lado, observándome con una mezcla de esperanza y preocupación.
—Jake, solo quiero que seas feliz —dice suavemente, rompiendo el silencio—. Sé que no es fácil, pero tal vez Sebastian sea el tipo de persona que necesitas en tu vida ahora.
Suspiro, pasando una mano por mi cabello mientras intento procesar todo lo que acaba de pasar. Tal vez Emma tenga razón. Tal vez merezca otra oportunidad para ser feliz. Pero aún tengo miedo de abrirme de nuevo, de dejar que alguien entre en mi vida después de lo que pasó con Alex.
—No lo sé, Emma... —respondo finalmente, mi voz reflejando la incertidumbre que siento—. No sé si estoy listo para esto.
Ella me da una pequeña palmadita en la espalda, su expresión comprensiva.
—No tienes que decidir nada ahora. Solo... mantén la mente abierta, ¿de acuerdo?
Asiento lentamente, sabiendo que no hay una respuesta fácil a todo esto. Mientras la noche continúa, no puedo evitar que mis pensamientos regresen a Sebastian, y aunque trato de no pensar demasiado en ello, una pequeña parte de mí se pregunta si tal vez, solo tal vez, podría ser el comienzo de algo nuevo.
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Chico Malo, Corazón Roto
RomanceHa pasado un año desde la dolorosa ruptura entre Jake y Alex. Desde entonces, Alex ha desaparecido de su vida, y Jake ha hecho todo lo posible por seguir adelante, sumergiéndose en sus estudios y buscando olvidar a quien alguna vez fue el amor de su...