Capítulo 18

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Alex

Despierto con la luz del amanecer filtrándose a través de las cortinas, pero lo primero que noto es la ausencia de Jake a mi lado.  La preocupación se instala en mi pecho de inmediato.

Me levanto, el corazón acelerado, buscando alguna señal de dónde podría estar. Es entonces cuando veo una hoja de papel doblada en la mesita de noche.

"Alex," leo, reconociendo de inmediato su letra—. "Es el momento de enfrentar realmente a mi abuela Elena. No puedo seguir adelante sin confrontar lo que me hizo. Sé que no quieres que vaya solo, pero necesito hacer esto. Espero que me entiendas. Jake."

Mi mente se llena de imágenes de lo que podría pasar si Jake realmente enfrenta a su abuela solo. Esa señora es bastante complicada según lo que recuerdo, tengo miedo por Jake.

Las manos me tiemblan mientras agarro mi teléfono y llamo a Emma, mi única esperanza de que podamos detener a Jake antes de que haga algo que no pueda deshacer.

—¿Alex? —la voz de Emma suena adormilada al otro lado de la línea.

—Emma le dije la verdad a tu hermano, Jake se fue —respondo de inmediato, sintiendo la urgencia en mi voz—. Encontré una nota, dice que fue a enfrentarse a tu abuela, pero no tengo idea de dónde está.

—¿Dónde estás?

—En el departamento de tu hermano.

El silencio al otro lado se hace eterno hasta que finalmente escucho a Emma suspirar profundamente.

—Dame diez minutos, estaré allí en seguida —dice, su tono ahora firme y decidido.

Me siento en la cama, tratando de calmar mi respiración. Cada segundo que pasa siento que estamos más lejos de Jake, y la ansiedad me consume por completo. Diez minutos después, Emma llega junto con Tyler y Aurora. Sus rostros reflejan la preocupación que yo mismo siento, pero también una especie de comprensión que no había visto antes.

—Ya saben la verdad Alex —me dice la hermana de Jake.

—¿La saben?

—Si, Emma nos lo dijo todo —responde Aurora.

—Lamentamos haberte juzgado mal amigo —dice Tyler.

—No hay problema —respondo.

Emma no pierde tiempo en rodeos. Me mira directamente a los ojos, y le extiendo la nota que Jake dejó. Ella la lee rápidamente, su rostro endureciéndose con cada palabra.

Tyler y Aurora, me observan con preocupación.

—¿A dónde fue? —pregunto, con la voz apenas un susurro.

Emma cierra los ojos por un segundo antes de responder.

—A Los Ángeles —dice finalmente—. Fue a buscar a nuestra abuela a su casa.

Las palabras caen como una piedra en mi estómago. Emma me mira con una mezcla de preocupación y decisión.

—Sabía que esto pasaría eventualmente —murmura más para ella misma que para mí—. Jake no puede seguir viviendo bajo la sombra de nuestra abuela. Tiene que enfrentarse a ella, pero no debería hacerlo solo.

La preocupación en sus ojos es palpable. Sabemos que Elena es complicada, que controla a todos a su alrededor con una facilidad aterradora. Si Jake la enfrenta, podría salir herido, y eso es lo último que quiero.

—Voy a ir con él —decido en voz alta, levantándome con determinación—. No puedo dejarlo solo en esto.

Emma asiente, sin dudar.

—Voy contigo. Aurora, Tyler, necesito que se queden aquí y cuiden al perro de Jake mientras vamos a buscar a mi hermano.

Aurora asiente rápidamente, y Tyler me da una palmada en la espalda.

—Todo estará bien —dice, tratando de infundirme algo de calma.

Emma y yo salimos del apartamento y nos dirigimos hacia su coche. El viaje hacia Los Ángeles es largo, y el silencio entre nosotros es pesado, lleno de preocupación y ansiedad. Finalmente, rompo el silencio.

—No debí haberle dicho la verdad —murmuro, sintiendo el peso de la culpa apoderarse de mí—. Si no lo hubiera hecho, Jake no estaría haciendo esto.

Emma niega con la cabeza, su mirada fija en la carretera.

—Hiciste lo correcto, Alex —responde, su voz firme—. Jake tenía que saberlo. Tarde o temprano, se habría enterado, y habría sido peor si lo descubría por sí mismo. La verdad siempre sale a la luz, y es mejor que tú le hayas aclarado todo Alex.

—Pero ahora está enfrentando a tu abuela solo —insisto, sintiendo que la culpa me asfixia.

—Y es por eso que vamos a detenerlo —dice Emma con determinación—. Sabía que esto llegaría algún día. Jake siempre ha tenido esa necesidad de confrontar a Elena, de liberarse de su control. Esto tenía que pasar. Él no puede seguir viviendo bajo su sombra para siempre.

Asiento, aunque el miedo no me abandona. Emma tiene razón, pero eso no hace que sea más fácil. Sigo preocupado, imaginando todas las cosas que podrían salir mal.

Los kilómetros pasan lentamente, y el tiempo parece detenerse mientras avanzamos hacia Los Ángeles. Mi mente no deja de pensar en Jake, en lo que podría estar haciendo ahora mismo, en lo que podría pasar si Elena decide que no merece ser perdonado.

—Elena siempre ha sido complicada —dice Emma, como si leyera mis pensamientos—. Pero Jake es más fuerte de lo que creemos. Solo tenemos que estar allí para él cuando lo necesite. No podemos dejarlo enfrentar esto solo.

Vuelvo a asentir.

Chico Malo, Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora