Jake
Sentados en la mesa del restaurante, el ambiente se siente extraño, como si estuviéramos pisando terreno desconocido. El lugar es elegante, con luces suaves y una decoración sofisticada que parece más apropiada para una ocasión especial que para una reunión familiar llena de revelaciones. Sin embargo, no hay otra palabra para describir lo que está ocurriendo aquí, más que especial.
Aidan nos observa con una mezcla de ansiedad y alegría mientras hojea el menú. Sus ojos se posan sobre nosotros, como si todavía no pudiera creer que estamos aquí, como si temiera que pudiéramos desaparecer en cualquier momento. Yo también me siento un poco descolocado, como si estuviera viviendo un sueño del que no quiero despertar.
Emma está sentada a mi lado, su expresión tranquila, pero conozco a mi hermana lo suficiente para saber que está procesando todo lo que ha ocurrido en las últimas horas. Alex, por su parte, parece algo incómodo, como si no supiera exactamente cómo encajar en este cuadro familiar que apenas empieza a formarse. Pero está aquí, y eso es lo que importa.
Cuando llega el camarero, hacemos nuestros pedidos y Aidan aprovecha el momento para romper el silencio que ha caído sobre la mesa.
—Jake, Emma, quiero que sepan que no puedo expresar lo feliz que me hace tenerlos aquí —dice, con una sonrisa cálida—. Han pasado tantos años, y aunque nunca dejé de pensar en ustedes, siempre temí que este momento nunca llegaría.
Emma le devuelve la sonrisa, aunque la suya es más contenida.
—Nosotros también estamos felices de estar aquí, papá —responde ella, su voz suave pero firme.
Aidan asiente, y por un momento, el silencio vuelve a instalarse entre nosotros, hasta que siento que es el momento de decir lo que tengo en mente desde hace un rato.
—Papá, quiero presentarte a Alex —digo, mi voz firme aunque mi corazón late con fuerza—. Mi novio.
Las palabras salen de mi boca con una determinación que no sabía que tenía, y noto cómo el ambiente en la mesa cambia instantáneamente. Emma me mira con una mezcla de sorpresa y orgullo, mientras que Alex se queda inmóvil por un segundo, sus ojos abiertos como platos. No es que no supiera que esto iba a suceder, pero parece sorprendido de que lo haya hecho de esta manera, tan directo y sin rodeos.
Aidan parpadea un par de veces, asimilando lo que acabo de decir, y luego dirige su mirada hacia Alex, quien ahora se encuentra bajo la atenta observación de mi padre. Hay un momento de tensión en el aire, pero finalmente, Aidan esboza una sonrisa, aunque parece algo sorprendido.
—Es un placer conocerte, Alex —dice finalmente, extendiendo su mano para estrechar la de Alex—. No esperaba esta noticia, pero me alegra que Jake haya encontrado a alguien que lo haga feliz.
Alex acepta el apretón de manos, todavía algo perplejo, pero con una sonrisa tímida en los labios.
—Gracias, señor Castle —responde Alex, con la voz algo nerviosa.
La sonrisa de Aidan se ensancha al escuchar eso, y yo siento un peso levantarme de mis hombros. No era consciente de cuánta tensión estaba llevando conmigo hasta este momento.
Después de este breve intercambio, el ambiente en la mesa se relaja un poco, aunque hay una evidente curiosidad en los ojos de Aidan, como si quisiera saber más sobre Alex y nuestra relación, pero no está seguro de cómo preguntar.
—Papá —comienza Emma, rompiendo el silencio que sigue—, queríamos hablar contigo sobre... todo lo que pasó cuando mamá murió. Sabemos que intentaste volver, pero Elena...
ESTÁS LEYENDO
Chico Malo, Corazón Roto
RomanceHa pasado un año desde la dolorosa ruptura entre Jake y Alex. Desde entonces, Alex ha desaparecido de su vida, y Jake ha hecho todo lo posible por seguir adelante, sumergiéndose en sus estudios y buscando olvidar a quien alguna vez fue el amor de su...