Alex
El zumbido constante de herramientas y el aroma a aceite de motor llenan el taller mecánico mientras me encuentro arrodado junto al coche de Jake, trabajando en su reparación. Pero hoy, el ruido y el aroma parecen desvanecerse en un segundo plano. Mi mente está atrapada en un torbellino de recuerdos y sentimientos que no puedo controlar.
Desde que vi a Jake en el taller y a ese chico que vino a recogerlo, mi mente no ha dejado de pensar en ellos. El chico rubio, con su sonrisa confiada y sus gestos amables, parece ser todo lo que Jake podría desear. En cuanto lo vi, una oleada de celos y frustración me invadió, y ahora, mientras trabajo en el coche, no puedo evitar preguntarme quién es él y qué tiene con Jake.
—Maldita sea —murmuro para mí mismo, golpeando ligeramente una herramienta contra el suelo. La frustración me consume y la imagen de Jake con ese chico rubio se repite en mi mente una y otra vez.
Lyra, la hija del dueño del taller, se acerca con una expresión de preocupación en su rostro. Ha notado mi comportamiento extraño desde que vi a Jake y su amigo, y parece decidida a averiguar qué me pasa. Sus pasos se acercan a mí y, al verme perdido en mis pensamientos, no puede evitar preguntar.
—Alex, ¿estás bien? —su tono es suave y lleno de preocupación—. Has estado raro desde que viste al chico que vino a recoger a Jake. ¿Todo está en orden?
Me detengo por un momento, respiro hondo y me giro hacia ella, intentando mostrar una apariencia de normalidad que no siento en absoluto.
—Sí, todo está bien —respondo, tratando de mantener un tono casual—. Solo estoy ocupado con el coche.
Lyra no parece convencida. Ella cruza los brazos y me mira con una mezcla de curiosidad y empatía. Hay algo en su mirada que me hace sentir que puedo confiar en ella, y aunque no estoy seguro de cómo empezar, decido abrirme.
—No, en realidad no estoy bien —admito, suspirando con pesadez.
Lyra frunce el ceño, claramente interesada. Se acerca un poco más, tocando ligeramente mi brazo en un gesto reconfortante.
—¿Enserio no conoces a ese chico Jake? —pregunta—. Pareces realmente perturbado por él desde que vino.
La pregunta me sorprende, y por un momento, me quedo en silencio. Mi mente está abrumada por recuerdos de un pasado doloroso. Finalmente, me doy por vencido y decido ser honesto.
—Sí, lo conozco —digo, mi voz temblando ligeramente—. Jake fue mi novio. La persona que más he amado en mi vida. Yo... lo tuve que dejar, romper su corazón.
Lyra me observa con atención, y el silencio entre nosotros es pesado. Ella parece estar esperando más detalles, y aunque sé que debería dar más explicaciones, me resulta difícil abrirme completamente.
—Pero ¿Por qué lo dejaste? —pregunta finalmente—. Si lo amabas tanto ¿Por qué lo lastimaste?
Las palabras me duelen más de lo que esperaba. Mi corazón se contrae al recordar el dolor que causé. Bajo la cabeza, evitando su mirada, y me esfuerzo por encontrar las palabras adecuadas.
—En ese tiempo, mi vida era un caos completo —respondo, mi voz cargada de dolor—. Jake no merecía eso. Lo había lastimado demasiado ya. Y, honestamente, casi muere por mi culpa. No quería arrastrarlo más a mi propio desastre.
Lyra me mira con una mezcla de tristeza y comprensión. Su mirada es suave, y me parece que intenta entender el dolor que estoy atravesando.
—Eso suena realmente difícil —dice—. Pero parece que todavía te afecta mucho. ¿Hay algo que puedas hacer para encontrar paz con esta situación?
ESTÁS LEYENDO
Chico Malo, Corazón Roto
RomanceHa pasado un año desde la dolorosa ruptura entre Jake y Alex. Desde entonces, Alex ha desaparecido de su vida, y Jake ha hecho todo lo posible por seguir adelante, sumergiéndose en sus estudios y buscando olvidar a quien alguna vez fue el amor de su...