Capítulo 35

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Jake

El aire frío de diciembre trae consigo la anticipación de la Navidad. Las luces brillantes decoran las calles, y las melodías navideñas resuenan por todas partes. A pesar de la alegría que envuelve la ciudad, hay una sensación de melancolía en el ambiente. Las vacaciones de invierno han comenzado, y con ellas, el inevitable momento de las despedidas.

En nuestro departamento, el calor del hogar contrasta con el frío exterior. Tyler y Aurora están aquí, junto con Emma., y aunque intentamos disfrutar del tiempo juntos, la inminente separación cuelga sobre nosotros como una nube gris. Sé que es solo temporal, que volveremos a encontrarnos después de las fiestas, pero no puedo evitar sentir una punzada en el corazón.

—Te voy a extrañar, Jake —me dice, su voz temblando ligeramente—. Estas últimas semanas han sido increíbles, y aunque estaré con mi familia, no puedo evitar desear que todos estuviéramos juntos en Navidad.

Le devuelvo el abrazo, sintiendo el mismo nudo en la garganta. Aurora y yo hemos compartido tantos momentos en los últimos meses, desde risas hasta lágrimas, y su ausencia se sentirá profundamente.

—Yo también te voy a extrañar, Aurora —le respondo, tratando de mantener la voz firme—. Pero esto no es un adiós, solo un hasta luego. Nos veremos pronto.

Nos separamos, y veo a Tyler dudar antes de acercarse. Su naturaleza reservada lo hace más difícil de leer, pero sé que también siente la tristeza de la separación.

—Cuídate, Jake —dice finalmente, extendiendo la mano.

En lugar de estrechar su mano, lo abrazo, sorprendiéndolo un poco, pero después de un momento, me devuelve el abrazo con más fuerza de la que esperaba.

—Tú también, Tyler —le digo—. No te olvides de nosotros mientras estés con tu familia.

Él asiente, y cuando nos separamos, hay una especie de comprensión silenciosa entre nosotros. Ha habido un lazo que se ha fortalecido con el tiempo, y estoy agradecido por ello.

Emma, siempre la más fuerte de todos, está despidiendo a Aurora con una sonrisa en el rostro, aunque puedo ver el brillo de las lágrimas en sus ojos. Sé que también la extrañará, pero está siendo fuerte por los dos.

—Diviértete con tu familia, Aurora —le dice Emma—. Pero no te olvides de nosotros, ¿de acuerdo?

Aurora asiente, con lágrimas rodando por sus mejillas.

—Nunca podría hacerlo, Emma. Ustedes son mi segunda familia.

Se abrazan con fuerza, y me doy cuenta de lo mucho que significa Aurora para Emma. Es su amiga, su confidente, y la idea de estar sin ella durante estas semanas es difícil de procesar.

Después de las despedidas, Tyler y Aurora finalmente se van, dejándonos a Emma, Alex, y a mí en el departamento. El silencio que sigue a su partida es casi ensordecedor, y no puedo evitar sentir que algo vital se ha ido con ellos.

Nos sentamos en el sofá, intentando llenar el vacío con pequeñas conversaciones, pero la realidad es que todos sentimos la ausencia de nuestros amigos. Entonces, alguien más toca la puerta: es Sebastián.

Sebastián entra con una sonrisa, aunque hay algo en su mirada que delata su tristeza. Se sienta a mi lado en el sofá y toma mi mano.

—Jake, tengo que irme también —dice con suavidad—. Mis padres me han llamado, y necesito pasar las fiestas con ellos en Londres.

Su declaración no es inesperada, pero el saber que todos están partiendo me hace sentir un peso en el corazón.

—Te voy a extrañar, Sebas —le digo, sin poder contener las emociones—. Me has apoyado tanto, y aunque sé que necesitas estar con tu familia, me va a costar no tenerte cerca.

Sebastián me abraza con fuerza, su calidez reconfortante en medio de mi tristeza.

—Yo también te voy a extrañar, Jake. Pero esto no es un adiós. Volveré, y cuando lo haga, espero que podamos seguir siendo tan buenos amigos como siempre.

Su promesa me da algo de consuelo, y asiento, aferrándome a la esperanza de su regreso. Sebastián se despide también de Emma y sorpresivamente de Alex, y aunque intenta mantener una fachada tranquila, puedo ver la tristeza en sus ojos.

Cuando finalmente se va, el peso de todas las despedidas me golpea con fuerza. Alex me rodea con sus brazos, dándome el apoyo que tanto necesito.

—Sé que es difícil, Jake —me dice con suavidad—. Pero todos volverán, incluido ese tarado inglés y cuando lo hagan, podremos celebrar juntos como antes. Ahora, tenemos la oportunidad de hacer de estas fiestas algo especial, solo tú y yo.

Le miro, encontrando consuelo en su presencia. Alex siempre sabe cómo encontrar la luz en la oscuridad, y en este momento, me aferro a su optimismo.

—Tienes razón —le digo, esbozando una pequeña sonrisa—. Y mientras tanto, tenemos nuestros recuerdos, y la promesa de que todos estaremos juntos de nuevo.

Pasamos el resto de la noche juntos, recordando los buenos momentos que hemos compartido con nuestros amigos y planeando cómo haremos de esta Navidad algo inolvidable, a pesar de las despedidas. Aunque la tristeza sigue presente, sé que esto es solo una pausa en nuestra historia, y que las reuniones futuras serán aún más dulces gracias a los desafíos que hemos superado juntos.


Chico Malo, Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora