Capítulo 33

29 2 0
                                    

Jake

El aire fresco y vibrante de la feria nos envuelve a medida que Alex, Emma, Tyler, Aurora y yo nos adentramos en el bullicio de luces y colores. Es una tarde perfecta para disfrutar de atracciones, dulces y risas, y me siento emocionado por pasar este tiempo con nuestros amigos y familiares. El aroma de palomitas de maíz y algodón de azúcar se mezcla con el sonido de las risas y la música de las atracciones, creando una atmósfera mágica y alegre.

Alex y yo decidimos comenzar el día en una de nuestras atracciones favoritas: la rueda de la fortuna. Subimos juntos, y mientras ascendemos lentamente, las luces de la feria se vuelven pequeñas manchas brillantes a nuestros pies. El viento suave acaricia nuestro rostro mientras contemplamos el paisaje desde lo alto.

—Es increíble estar aquí con todos —le digo a Alex, tomándolo de la mano y mirándolo con una sonrisa.

—Lo es —responde él, devolviéndome la sonrisa—. Es genial.

Después de la rueda de la fortuna, bajamos y nos reunimos con Emma, Tyler y Aurora. Emma parece especialmente animada, y no puedo evitar notar cómo su rostro se ilumina con cada risa y conversación. Nos dirigimos a una de las áreas de juegos, donde nos retamos a ver quién puede ganar más premios.

Tyler y Aurora se lanzan a la competencia de tiro al blanco, mientras Emma y yo nos dirigimos a uno de los juegos de habilidad. Alex se queda a nuestro lado, disfrutando del espectáculo y haciendo bromas para animarnos.

—Vamos, Jake —me anima Emma—. ¡Tienes que ganar para que podamos ganar todos esos premios!

A medida que jugamos y reímos, siento una gran felicidad al ver a Emma disfrutar tanto. La dinámica entre nosotros es relajada y alegre, y me doy cuenta de cuánto valoro estos momentos simples.

Más tarde, mientras nos dirigimos a comprar dulces, Emma se acerca a mí y me habla en voz baja, su tono más serio pero con una sonrisa en los labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Más tarde, mientras nos dirigimos a comprar dulces, Emma se acerca a mí y me habla en voz baja, su tono más serio pero con una sonrisa en los labios.

—Jake, quería hablar contigo sobre algo —comienza—. Sobre mi relación con Tristán.

La miro, asintiendo. Aunque he notado que Emma y Tristán parecen estar cada vez más cercanos, siempre estoy dispuesto a escuchar y apoyar a mi hermana.

—Claro, ¿Qué pasa? —pregunto.

Emma toma un profundo respiro antes de continuar.

—Las cosas van muy bien con Tristán. A veces, siento que es el indicado para mí. Katherine también está muy emocionada; me ha estado diciendo que ya está imaginando nuestra boda.

Una risa espontánea escapa de mis labios al escuchar esto, y puedo ver que Emma se sonroja mientras habla.

—Eso suena increíble, Emma —le digo—. Me alegra mucho escuchar que te sientes así. Katherine siempre ha tenido una gran imaginación.

Emma se ríe, sus ojos brillando con felicidad.

—Sí, ella es un caso —admite—. Pero enserio, Jake, creo que Tristán es el indicado. Siento lo mismo por él que tú sientes por Alex.

La miro, sintiendo una profunda conexión con su honestidad. Es reconfortante escuchar que Emma ha encontrado a alguien con quien se siente tan segura y feliz. Me doy cuenta de cuánto ha crecido y madurado, y de cómo ha encontrado su propio camino en el amor.

—Estoy muy feliz por ti, Emma —le digo sinceramente—. No importa lo que pase, siempre estaré aquí para apoyarte. Me alegra ver cómo has encontrado a alguien que te hace tan feliz.

Emma me abraza con calidez, y siento una oleada de gratitud por tener a una hermana que siempre ha sido una parte tan importante de mi vida.

—Gracias, Jake —susurra—. Y gracias por estar siempre aquí para mí.

Mientras seguimos disfrutando de la feria, con Alex y los demás a nuestro lado, me siento agradecido por el amor y el apoyo que nos rodea. Es un recordatorio de lo afortunado que soy por tener a estas personas en mi vida y por poder compartir momentos tan especiales con ellos.

El día en la feria termina con risas y recuerdos felices, y mientras regresamos a casa, me siento en paz, sabiendo que, aunque hay desafíos y momentos difíciles, el amor y la familia siempre estarán allí para darnos apoyo y alegría.


Chico Malo, Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora