Tener un bebé antes de casarse con un esposo malvado

Capítulo 60

"¿Tu hermano ha vuelto? Ja, ha llegado a la capital y ni siquiera sabe cómo saludar a su padre. ¡Qué descaro, este canalla irrespetuoso!"

Jiang Nan estaba furioso, su dignidad como padre fue completamente ignorada. Jiang Manxing sintió que la ira de su padre era excesiva; incluso si estaba molesto, no debería desatar tal furia.

Jiang Manxing asintió en voz baja y se apresuró a irse. Había comprado algunos juguetes divertidos para su sobrino y necesitaba entregárselos.

Jiang Nan tomó un sorbo de té, pero la razón principal por la que se enojó no fue por su hijo desobediente. Esta mañana en la corte, el Emperador elogió profusamente al Tercer Príncipe, criticando a los viejos eruditos como él por ser cobardes y faltos de responsabilidad. No podían aconsejar al gobernante ni beneficiar al pueblo, simplemente ocupaban cargos sin hacer ninguna contribución.

Realmente quería decir que el cultivo de algodón a nivel nacional no era un asunto tan fácil, pero la decisión del Emperador ya estaba decidida, especialmente considerando que el Tercer Príncipe también había aprovechado la oportunidad para expresar su apoyo, incluso ofreciendo invertir todos sus ahorros.

De esta manera, si alguien daba ejemplo, ¿cómo no iban a aprovechar los demás la oportunidad de demostrar su lealtad? Dar más o menos era otro dilema: dar demasiado levantaría sospechas sobre el origen del dinero, mientras que dar muy poco sería visto como una desobediencia al decreto imperial.

Ese tercer príncipe apareció de la nada, claramente desapareció durante mas de medio año. Incluso se opuso a Jiang Nan dentro de la corte. Después de sufrir en la corte, ahora tenía que soportar las quejas de su hijo en casa.

Este hijo mayor se estaba volviendo cada vez más insolente. Se fue de la capital por cinco años y cuando regresó, ni siquiera vino a saludar en persona. ¿Acaso después de tantos años fuera de casa se le olvidó quién es el padre y quién es el hijo en esta familia?

Al poco tiempo, Jiang Manxing regresó.

"Mi hermano mayor, él... él no regresará."

Jiang Nan golpeó la mesa y maldijo: "¡Ese bastardo! ¿Qué clase de actitud es esta?"

"El hermano mayor me pidió que te dijera..." Jiang Manxing dudó, sin estar seguro de si transmitir el mensaje era apropiado, pero su hermano mayor le ordenó que lo dijera.

"¿Qué te dijo? Escúpelo."

"Mi hermano dijo que si vuelve, será para dividir la familia, y que deberías considerar cuidadosamente si realmente deseas que él regrese".

"¿Qué? ¿Dividir la familia? ¿Qué derecho tiene a hablar de dividir la familia? ¡Soy su padre! ¡Ese mocoso ingrato! ¿Acaso está maldiciéndome para que muera pensando en dividir la familia cuando su padre todavía está vivo? ¡No es la familia lo que quiere dividir, es la herencia lo que quiere!"

Jiang Manxing frotaba sus manos nerviosamente. Decidió cerrar los ojos y de una vez por todas transmitir el resto del mensaje de su hermano en un solo aliento.

"Mi hermano también dijo que dividir la familia, por supuesto, implica dividir la herencia. Le pide que lo piense bien: si prefiere desheredarlo y así cortar todo vínculo entre ambos, viviendo como si fueran dos extraños, o cumplir con el acuerdo, donde él se quedaría con la mayor parte".

"Y todavía quiere la mayor parte..." La visión de Jiang Nan se oscureció y casi se desmaya de la ira.

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Yan Cai estaba jugando con el sonajero que Jiang Manxing había traído para entretener a su hijo, pero Qingke no le prestaba atención. Para él era demasiado infantil. Lo que realmente le gustaba era perseguir mariposas y atrapar insectos. Sin embargo, en esta temporada no había mariposas, y los insectos ya habían muerto por el frío, así que su hijo se contentaba con cavar en la tierra.