No quería recitar y punto, así que KeKe le devolvió la mirada con un gesto desdeñoso. Con la boca cerrada herméticamente, logró sacar de quicio al compañero Zhu Yang.
¡Qué arrogante!
Hacía mucho tiempo que Zhu Yang no se encontraba con alguien tan insolente. Sentía que era necesario darle una lección, pero como no podía hacerlo dentro de la escuela, ya tenía un plan en mente: esperaría a que KeKe estuviera solo para enfrentarlo y dejarle claro que no debía ser tan presumido.
Al terminar las clases, Zhu Yang, junto con algunos amigos, siguió a KeKe. Para evitar que la situación se hiciera pública, no trajeron consigo a ningún sirviente.
No podían arriesgarse a que alguien se enterara; si alguien soltaba la lengua y lo contaba, ¡sería un escándalo! Además, ¿cómo sería posible que no pudieran con un solo niño? Si eso llegaba a saberse, ¡sería motivo de risa!
Los amigos que lo acompañaban también eran compañeros a quienes no les gustaba la actitud distante y fría de KeKe en la escuela. Todos estaban de acuerdo en darle una lección.
Sin embargo, había un problema: el sirviente que acompañaba a KeKe no se separaba de él ni un momento. Lo siguió durante todo el trayecto, hasta casi llegar a la puerta de su casa, sin que los chicos encontraran la oportunidad para enfrentarlo a solas.
No querían perder la oportunidad, así que comenzaron a pensar en cómo distraer al sirviente.
"¿Y si mandamos a alguien a robarle el dinero para que tenga que perseguir al ladrón?" sugirió uno.
"O podríamos hacer que una mujer lo acuse de tener un lío amoroso con ella en plena calle. Mientras él se distrae, agarramos a KeKe y nos lo llevamos."
"¿Y cómo lo atrapamos?" preguntó Zhu Yang.
El que propuso la idea sacó con orgullo un pequeño frasco de cerámica del bolsillo y, sonriendo, presumió:
"Miren esto. Es un tesoro. Solo hace falta un poco para que alguien quede completamente aturdido. Después de eso, ¡hará lo que queramos!"
Todos se miraron, entusiasmados con el plan. Pero justo cuando estaban listos para actuar, escucharon a KeKe decirle a su sirviente:
"Tío Lu, papá dijo que quiere muslo de ganso marinado de Chunfeng Zhai, y se me olvidó comprarlo. ¿Podrías ir por él?"
KeKe habló cubriéndose la boca para no mostrar los dientes que le faltaban, y su voz, algo nasal por el hueco, sonó un poco confusa.
Lu se quedó perplejo. No recordaba que el joven amo ni Yan Shao hubieran mencionado nada sobre querer ese plato.
"Pero ambos amos me dijeron que no debía separarme de usted..."
"No pasa nada, ¿no ves que ya estamos casi en casa?", respondió KeKe, aún cubriéndose la boca. "De vez en cuando salgo a jugar con mi hermano y llegamos hasta aquí sin problemas. Anda, Chunfeng Zhai está a punto de cerrar, y yo también quiero probar las patas y la cabeza de pato marinadas."
Al escuchar que el joven amo también quería comer, Lu no lo dudó más. Le encantaba la comida de Chunfeng Zhai, pero era cara; incluso los frijoles marinados costaban como si fueran carne. Solo podía probar un poco cuando sus amos compraban, porque jamás se habría permitido comprar algo así por su cuenta.
"Entonces, joven amo, no tarde en regresar, y no se quede en la calle, ¿de acuerdo?"
"¡Sí, sí!" KeKe agitó la mano para despedirse. En cuanto Lu desapareció de su vista, KeKe se giró y en lugar de volver a casa, se metió en un callejón cercano.
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Tener un bebé antes de casarse con un esposo malvado
RomancePara leer la sinopsis, entra en la historia ♡