Tener un bebé antes de casarse con un esposo malvado

Capítulo 88

El lugar era un caos. Xia Jing cayó al suelo de golpe, con el rostro completamente pálido del susto, mientras la consorte imperial, que estaba más cerca del emperador, lanzó un grito desesperado:

"¡Rápido! ¡Llamen al médico imperial!"

Jiang Manyue se levantó. Él estaba muy lejos del emperador y, rodeado de varias capas de personas, apenas podía ver las cabezas moviéndose entre la multitud.

A través de los huecos entre las personas, logró vislumbrar a Xia Jing, quien seguía sentado en el suelo, completamente aturdido, con la mirada perdida, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.

El alboroto era tal que resultaba imposible distinguir quién era quién. Algunos estaban revisando al emperador, mientras otros observaban con recelo al cuarto príncipe, Xia Jing.

El emperador había caído tras beber de la copa que él le ofreció, lo que lo hacía el principal sospechoso.

Todos los médicos imperiales fueron convocados de inmediato y comenzaron a turnarse para atender al emperador. Incluso la emperatriz, gravemente enferma, apareció en la escena, con su rostro marcado por el agotamiento.

"¡Curenlo! ¡Utilicen cualquier método necesario para salvar al emperador! Si algo le pasa, me encargaré de que todas sus cabezas rueden". Advirtió con frialdad, lanzando una mirada gélida hacia la consorte imperial.

Aquella mirada, helada y desprovista de toda calidez, hizo que la consorte sintiera como si se hubiera sumergido en un pozo de hielo en pleno verano, provocándole un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

Esa mujer, la emperatriz, no la dejaría escapar. Si encontraba la más mínima oportunidad para destruirla, sin duda la aprovecharía. La consorte lo sabía muy bien.

El emperador había caído justo a su lado, lo que también la colocaba bajo sospecha. La emperatriz no perdería la oportunidad de incriminarla.

Además, la copa de vino envenenada había sido ofrecida por su propio hijo.

La consorte sintió cómo la vista se le oscurecía, deseando desmayarse allí mismo para evitar enfrentar la situación. Al volver la mirada hacia su hijo, vio que seguía en estado de shock desde el inicio del banquete, sin dar señales de recuperar la compostura.

"¿Dónde está el tercer príncipe? ¿Por qué nadie lo ha informado todavía? ¡Vayan a buscarlo inmediatamente! Él probablemente aún no se ha enterado de nada."

Después de un tiempo, el tercer príncipe llegó apresurado, con el cabello despeinado y la ropa mal puesta, como si se hubiera vestido rápidamente tras recibir la noticia. Al pasar junto a los ministros que esperaban fuera del salón, cruzó una mirada con Jiang Manyue.

El tercer príncipe mostraba una expresión de angustia y asombro perfectamente calculada, con rastros de lágrimas en los ojos, dando la impresión de ser alguien completamente inofensivo, tal como muchos creían.

Mientras los murmullos nerviosos de los ministros llenaban el aire, la mente de Jiang Manyue permanecía clara. Algo no encajaba en esta situación.

¿Acaso en su vida anterior ocurrió algo como que el emperador fuera envenenado en este momento? No, en absoluto. Tampoco hubo un banquete de celebración como este en esa ocasión.

¿Podría ser que algunos cambios en los eventos hubieran desencadenado nuevos acontecimientos? ¿Qué había provocado este banquete que no existió en su vida anterior?

Jiang Manyue se sentía atrapado en un callejón sin salida. En su vida pasada, durante esta época, él seguía en el ejército, compartiendo el día a día con sus subordinados.