Tener un bebé antes de casarse con un esposo malvado

Capítulo 98

Ese año nuevo cayó una ligera nevada; era el segundo que pasaban en la capital.

Unos días antes del Año Nuevo, Zaizai celebró su segundo cumpleaños, convirtiéndose oficialmente en un niño de dos años.

Sin embargo, en esta región, la edad se calcula según los años lunares, por lo que con la llegada del nuevo año, ¡Zaizai pasó a ser un bebé de tres años!

La reacción de Zaizai ante este cambio fue... inexistente. Estaba concentrado sentado en una gran alfombra de piel de conejo, entretenido comiendo nueces. Sin embargo, algunos pedacitos seguían pegados a la cáscara, y sus pequeños dedos gorditos no podían sacarlos. Frustrado, golpeó la nuez contra el suelo.

*¡Crack!* La cáscara se rompió, pero la nuez también quedó hecha pedazos, imposible de recoger.

"Ah... ¡ya no hay!", protestó.

Zaizai se puso de rodillas, mirando fijamente los restos de la nuez, mientras su pantalón abierto dejaba al descubierto su redonda y blanca nalga.

En ese momento, Yan Cai entró por la puerta y se quedó congelado ante la escena:

"..."

'¿Y ahora qué hago con este niño?'

Yan Cai se inclinó, levantó a Zaizai y, tras observar los pedacitos de nuez por el suelo, se llevó una mano a la cabeza con resignación. Si hubiera llegado más tarde, probablemente habría encontrado al pequeño lamiendo el piso.

Después de llamar a Hong Yu para limpiar, Yan Cai vio que Jiang Manyue regresaba de la calle. Tenía nieve en los hombros y la cabeza, pero en cuanto entró al calor de la habitación, la nieve se derritió.

La capital era mucho más fría que Qingqu, por lo que habían instalado calefacción en las habitaciones. La cocina mantenía agua caliente toda la noche, enviando calor a las estancias. Una vez cerrada la puerta, la habitación estaba tan cálida que invitaba a dormir.

Yan Cai dejó a su hijo en el suelo y tomó la mano de Jiang Manyue. Estaba helada, como si hubiese tocado hierro congelado.

"¿A dónde fuiste tan tarde para quedar así de frío?"

"Solo fui a recoger unas cosas."

Yan Cai lo miró fijamente con sus ojos oscuros como cristales, haciendo que Jiang Manyue sintiera un poco de culpa. Entonces, se inclinó para abrazarlo y, con tono arrepentido, murmuró:

"Perdón. Te prometí dejar el cargo y volver temprano a casa, pero no lo he cumplido."

Yan Cai lo empujó suavemente, manteniendo cierta distancia entre ambos. Con el ceño fruncido, adoptó una expresión seria poco común en él.

"Dime la verdad, ¿es que no puedes dejar todo este asunto atrás?"

Jiang Manyue asintió con voz ronca, tal vez por haber estado expuesto al viento.

Yan Cai lo miró fijamente y pensó: 'Están en su corazón.'

"Ellos fueron mis soldados, mis subordinados. Si aún fuera su comandante, sería responsable de ellos. Si hay algo que pueda detener, quiero intentarlo."

"Pero ya no eres su comandante."

"Tienes razón... lo siento."

"Espera, no quiero que te disculpes. No está permitido." Yan Cai le tapó la boca con la mano. El contacto de los labios con su palma generó una sensación extraña, que intentó ignorar mientras seguía: "No necesitamos disculpas entre nosotros. Solo quiero saber: ¿de verdad no puedes dejar esto atrás?"