Capítulo 19

401 33 3
                                    

Sabrina Moore


Suelto un suspiro antes de hablar. Contarle cómo obtuve la información sobre los negocios de los Moore no es fácil. Las palabras se sienten pesadas mientras explico cómo funcionaba todo: el lavado de dinero en los clubes nocturnos, el tráfico de chicas por las fronteras, y cómo sacaban información de otros narcotraficantes para mantenerse siempre un paso adelante.

—Cristopher seleccionaba a los hombres, Gabriel los investigaba a fondo y yo... yo los distraía —admito con un nudo en la garganta.

Dominique me observa en silencio antes de hacer la pregunta que sabía que venía.

—¿Te hacían acostarte con los clientes? —pregunta, su tono curioso pero sin rastro de juicio.

Lo miro directamente a los ojos, intentando mantener la compostura.

—Algunos, sí. Era parte del trabajo, pero nunca de la manera que ellos creían. Siempre era para obtener algo: información, contactos, favores... —hago una pausa, sintiendo el peso de esas palabras, luego añado—. Todo con un propósito.

Él asiente con lentitud, como si estuviera procesando lo que le acabo de contar.

—¿Y qué puedes usar de todo eso para tumbarlo? —pregunta con calma, pero con esa chispa de interés que no puede ocultar.

—Todo —respondo—. Los contactos, los documentos, las grabaciones... Cristopher es intocable en muchos aspectos, pero el rastro que dejó en sus negocios ilegales está ahí. Solo necesitamos exponerlo.

La sonrisa que se forma en los labios de Dominique es casi imperceptible, pero sé que le agrada lo que está oyendo.

—¿Tienes alguna manera de acceder a esos documentos?

Niego con la cabeza.

—Lo mejor sería que regresaras con Gabriel. Con tu conocimiento, podrías obtener acceso a los archivos y conseguir lo que necesitamos. Mientras tanto, yo te proporcionaré apoyo y recursos para asegurarnos de que todo salga como planeamos.

—¿Y qué pasa con mi seguridad? —pregunto, levantando una ceja—. No puedo volver a involucrarme sin garantías.

—Te garantizaré protección, Sabrina. Pero, si decides volver, debes estar preparada para enfrentar a Gabriel y a todo lo que eso implica.

—Entiendo. —La idea de regresar con Gabriel es inquietante, pero es la única manera de lograr nuestro objetivo—. ¿Y tú cómo me ayudarás a salir después?

—Yo te sacaré del juego —responde él, con una seguridad que me brinda algo de tranquilidad—. Una vez que tengas la información, te sacaré del país y te aseguraré una nueva identidad. Solo tenemos que jugar nuestras cartas bien.

Asiento, sintiendo el peso de la decisión que estoy a punto de tomar.

—Regresaré con Gabriel y conseguiré los documentos. Pero si algo sale mal, necesitaré tu ayuda para salir de esto.

—Cuenta con ello —asegura, mientras extendemos nuestras copas en un brindis por el plan que estamos a punto de ejecutar—. Quiero presentarte a alguien de toda mi confianza; será tu guardaespaldas.

—¿Guardaespaldas? —pregunto, una sombra de preocupación cruza mi rostro.

—Sí, es necesario para tu seguridad —responde con seriedad—. Espera un momento.

Miro a Dominique con curiosidad e inquietud mientras él toma un radio y habla por él.

—Max, ¿puedes entrar?

Esclava del engaño [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora