Boda alfa

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~Matías~

No he logrado conciliar el sueño, así que, ante mi inquietud, horas antes de la boda, decidí salir a correr en compañía de Connor, mi beta. Ashley, al igual que el resto, ha comenzado con los preparativos al quebrar el alba.

Alessandra, Ada y sus amigas han ocupado nuestro dormitorio con una noche de chicas, prohibiéndome la entrada; ya saben, eso de que los novios deben pasar las vísperas de la boda por separado. Así que me vine a la casa de piedra de papá en el bosque, sí, donde le pedí matrimonio.

Por lo general, no suelo ser tan negativo, pero cuando he pensado que todo saldría bien, siempre ha habido algo que ha torcido todo en el último momento. Motivo por el que no he podido dejar de dar vueltas por la cabaña con nerviosismo, preparado para cuando me avisen de que algo haya ido mal.

-¿Quieres relajarte? Todo irá bien esta vez, te has asegurado de ello y se ha doblado la seguridad en los alrededores -intervino Connor.

-Lo sé, pero olvidarse de lo que pasó la última vez no es nada fácil -respondí.

-Sabes perfectamente que te entiendo, pero no olvides que además tenemos ayuda extra. Derrik envió a sus hombres a apoyar a los nuestros para la seguridad de hoy -dijo.

-Cierto, aún no he tenido la oportunidad de agradecerle por eso -contesté.

-Entonces, distraigámonos un poco, veamos una película -dijo, arrastrándome al sillón.

-No, mejor salgamos a cazar -sugerí.

-¡Genial! -exclamó feliz.

~Adriano~

Cómo pasa el tiempo fugazmente cuando uno ve a sus pequeños hijos crecer y madurar velozmente; aún recuerdo cuando pasaba las noches velando por la seguridad de ambas frente a su vivienda. Como veía corretear a mi pequeña junto a su madre al regresar de la escuela; lo feliz y orgulloso que me sentí al saber que ella era el primer fruto de nuestro amor.

Y hoy estoy aquí junto a mis dos mujeres, tras recibir la gran noticia de que seré padre de nuevo y con los nervios a flor de piel, sabiendo que tengo que acompañar a mi pequeña al altar, siendo testigo del gran paso que dará junto a un hombre que la ama y se desvive por ella. Hoy soy mejor persona gracias a ellas y a la gran oportunidad que me ha brindado esta manada a la cual pretendo no defraudar.

Quise sorprender a Anna, quien últimamente ha tenido más apetito. La dejé descansar y me levanté con la idea de preparar un enorme desayuno para los dos: unas tortas con mucho chocolate y fruta picada, zumo de naranja natural, tostadas con queso untado y mi café.
Al entrar con la bandeja en nuestro dormitorio, la fina tela de una de mis camisas cubría su desnudez; puse la comida sobre la mesilla de noche y me senté junto a ella, acariciando el perfil de su hermoso semblante.

-Buenos días, amor -dije, posando un dulce beso en su frente.

-¿Qué hora es? -preguntó.

-Las diez de la mañana, continúan preparando todo para la boda -respondí.

-Perfecto... ¿eso que huelo es chocolate? -preguntó, olisqueando la habitación.

-Ja, ja, sí, te hice el desayuno -respondí. Sosteniéndome por la nuca, me robó un beso cariñoso.

-Te amo -susurró.

-Y yo a ti.

~Scott~

Queriendo que todo salga a la perfección, he sido de los primeros en despertar esta mañana. Además, Nikolay y Accalia llegarán en pocas horas y debo dejar su cabaña lista para su estancia, al igual que para el resto de los alfas invitados. Como buenos anfitriones, debo tener todo listo antes de que aparezcan.
En el dormitorio que comparte con Matías, a Alessandra y las chicas se les oía por todo el pasillo de las habitaciones, cotorreando entre películas; algo que provocó que un vengativo y gruñón Eloy madrugara para aporrear la puerta de la habitación de ellas esta mañana. Este gruñía a todos cuantos se le acercaban.

La Cara Oculta [Saga Resiliencia • 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora