~Matías~
Retrocedamos...
Por una breve temporada, pensamos que todo había acabado; que algo más había atraído la atención de la bruja y por ello se había marchado. Pero nos equivocamos. Las sombras tomaron su lugar, poseyendo los cuerpos sin vida de nuestros muertos.
-¡Cuidado! -gritó Brent.
Nos reagrupamos formando un círculo, uniendo nuestras espaldas para protegernos, mientras otros formaban una muralla a nuestro alrededor, impidiendo así que nuestro enemigo avanzara.
Nos superaban en número, y fuimos acorralados, obligándonos a devolver el ataque. Dagas en mano, destrozamos los cuerpos que usaban. De repente, un grito desgarrador captó mi atención. Era Matthew, doblegado mientras se resistía, intentando impedir que le partieran el cuello.
Eloy y yo acudimos a auxiliarlo. Marc, alfa de Carolina del Norte, y Stephan, beta de Derrik, nos ayudaron a salvarlo. Tomé a Matthew de la mano y él se puso en pie. Mis fuerzas cedieron y todo me daba vueltas, reviviendo la primera vez que la bruja oscura me manipuló. Perdí el equilibrio y mi visión se tornó borrosa. Entonces me encontré con su fría mirada, y me dijo:-Me han enviado para arrancarte la vida, pero no conté con el gran poder que tus hijos poseen. Absorberé sus vidas como hice con los otros, aunque tenga que llevarme a tu esposa conmigo. Sugiero que mantengas los ojos bien abiertos, porque no me verás llegar.
La furia corría por mis venas. Look ansiaba arrancarle el corazón, pero antes de dar un paso, me doblegó, haciéndome caer de rodillas ante ella. Era consciente de lo que iba a pasar; mi muerte había llegado. Aceptándola, cerré los ojos, esperando mi final. Una fracción de segundo después, abrí los ojos con extrañeza y mi corazón se hizo pedazos; me esperaba cualquier cosa, menos esto.
-¿Por qué lo hiciste? No, tú no puedes dejarme así; no nos abandones, te necesito ahora más que nunca, papá -supliqué en un llanto inconsolable, mientras mi padre moría entre mis brazos, arrodillado frente a mí. Lo abracé por última vez y sus palabras fueron:
-¿Acaso creíste que me quedaría quieto mientras veía cómo mataban a uno de mis hijos? Te he enseñado bien, jamás dudes de ti mismo, confía en tus instintos porque eso te salvará. Cuida y protege a tu hermano pequeño, no peleen más y quiéranse como a nadie -se detuvo a recobrar el aire; un hilo de sangre comenzó a salir de su boca, pero continuó hablando-. Yo ya he vivido, ahora les toca a ustedes. Demuestren de qué está hecho un hijo de los Weston; sabes que no se me da bien vivir sin tu madre, no se olviden de cuánto los amo a ambos -dijo en su último aliento. Había muerto entre mis brazos, y fue entonces cuando prometí vengarme por esto. Le habían arrancado el corazón. He perdido a mi padre; no me lo podía creer. Estaba en shock; un inmenso dolor me recorrió las entrañas. Grité a viva voz, creyendo que el incesante dolor se iría.
Me quedé en medio del campo abierto llorando, abrazándolo; nadie se acercaba, ninguno esperaba una pérdida así. Levanté la vista y me encontré con la mirada de Eloy, quien rompió a llorar desconsolado, cayendo a los brazos de nuestro tío Nikolay, que se aproximaba a él.
-Solo es un niño, y acaba de ver morir a su padre; ¡mierda! -pensé, pero sabía que no iba a dejarlo solo. Ahora solo faltaba que él lo supiese. Sin más remedio, quemamos los cuerpos que las sombras habían poseído y usado para atacarnos. A eso de las doce de la noche, nos despedimos de papá. Después, necesitaba estar a solas, así que Look y yo fuimos a nuestro lugar especial: el parque estatal de Camden Hills. A altas horas es solitario y me ayuda a pensar. Fui sorprendido durante la madrugada; Adriano me había encontrado.
-Hola, ¿cómo te sientes? -preguntó.
-¿Están todos bien? -cuestioné alarmado.
-Sí, no te preocupes. He venido a decirte que ha despertado y pidió verte -contestó.
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La Cara Oculta [Saga Resiliencia • 1]
WerewolfMi nombre es Matías. Desde que era un niño, he conocido el peso del dolor y la pérdida. Crecí sabiendo que algún día sería Alfa, entrenándome para llevar sobre mis hombros la carga de mi manada. Pero nada pudo prepararme para el giro que tomaría mi...