Pedida

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~Matías~

Estoy muy emocionado, no he podido conciliar el sueño durante la noche. No la he visto desde ayer al salir del instituto; sus amigas se la han llevado a pasar un día de chicas. En principio solo era una tarde, pero les he pedido el favor de que alargaran sus planes hasta esta noche. Al contarles el motivo, chillaron sin control y por una fracción de segundo deseé no tener una audición tan afinada.
Con los primeros albores, le envié un WhatsApp a Alessandra donde le explicaba que, por cuestiones de la manada, nos ausentaremos todos en clase hoy.

Así evitaría preocuparla y que, conociéndola, apareciera sin avisar para comprobar que todos estamos bien. No demoró en darme una respuesta, diciéndome lo que ya sabía: que estaría de regreso hoy en la noche.

Tras un largo suspiro para calmar mi nerviosismo, puse en mi reproductor de música "I Don't Want to Miss a Thing" de Aerosmith. Saqué del armario para vestirme al salir de la ducha unos vaqueros Merish azules, una camiseta Nike negra, una chaqueta de transición ligera, un reloj Tommy Hilfiger y unas zapatillas negras. Al terminar, dejando mi cabello alborotado, solo entonces bajé a la cocina a por mi café.

En la tarde de ayer, me aseguré de meter en unos bolsos todo cuanto necesitaba para la sorpresa. Esperando a que el café terminara de salir, me puse en contacto por mensaje con mi beta.

-Hola, ¿estás despierto?

-Sí, ¿qué necesitas? -respondió.

-Creí que mi padre salía del hospital hoy a primera hora, pero no lo he visto. ¿Podrías ir a asegurarte de que todo con él esté bien?

-Mi padre irá ahora mismo a buscar al tuyo. ¿Algo más?

-No, subiré las cosas a la camioneta. Solo me queda pasar por el gran ramo de rosas rojas y la champaña -contesté.

-Voy para allá, iremos los dos -respondió saliendo del link.

Por lo que me dijo papá, había que reponer alimentos en la cocina de la cabaña del bosque. Así que me he asegurado de que mis chicos abastecieran toda la despensa de la cocina y lo personal del baño me he encargado yo. Terminando de subir el último bolso en la cajuela, vi que Anna y Adriano se acercaban.

-Queríamos desearte suerte para esta noche, aunque sabemos que no te hace falta. Pues somos testigos de que el corazón de nuestra pequeña ya te pertenece -dijo Anna.

-Dejando a un lado todo lo que nos une en la manada, para nosotros ya eres parte de nuestra familia. Te queremos y apreciamos como a nuestro propio hijo -añadió Adriano.

-Muchas gracias, a los dos. Significa mucho para mí lo que decís -respondí.

-¿Cómo estás? -preguntó Anna.

-Nervioso, tengo muchas ganas de que caiga la noche -contesté.

-¿Quieres mi humilde opinión? -preguntó Anna.

-Por supuesto -respondí.

-No me cabe la menor duda de que mi pequeña te ama con locura. Jamás la he visto tan feliz como lo ha estado desde que te encontró -dijo.

-También la amo, y me aseguraré de que esa felicidad perdure siempre -aseguré.

-Lo sabemos. Sois el vivo ejemplo de la perseverancia y el amor puro; juntos nada los detiene -respondió Adriano con una amplia sonrisa.

-Todo está listo, chicos -intervino Christian acercándose a nosotros junto a Connor, Eloy y mi padre.

-¿Nos vamos? -preguntó papá abriendo los brazos. Como un niño corrí a abrazarlo. Me alegraba verlo recuperado.

La Cara Oculta [Saga Resiliencia • 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora