Capítulo 26.

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Arleth.

Despierto con más ánimo que el día anterior, aún cuando lo hago sola en mi dormitorio, pero eso no me importa ya que hasta las dos de la mañana ese par de brazos tan cálidos me tuvieron encerrada.

Volví a mi dormitorio en la madrugada y Gavrel tuvo que ir a Manhattan, pero ya no está tan lejos como Rusia, así que sé que voy a verlo más tarde o por la mañana. Eso no me desanima.

Aunque no creí que me enteraría de algo como lo que Cristal se atrevió a hacer.

__Soy un ser de luz y un alma llena de paz. Cuando el cielo es azul, yo respiro amor. - camino de un lado hacia otro sin ver a ninguna de las dos. Se supone que debo calmarme y relajarme para tener poses nuevas en mi sesión de fotos y el par de... - ¡¿Cómo demonios te vas a coger a Connor Black en casa de mi tía, Cristal?! ¿Estás loca? Si recuerdas que hay cámaras, ¿verdad?

__ Deja de gritar. Ya borré todo. - Katia la juzga con solo la mirada y yo estoy que la mato. - Te recuerdo que tuvimos que borrar grabaciones de tú y tu chef en casa del tío Ethan hace unas semanas.

__ ¡Justo por eso! - la regaño. - ¿Recuerdas que esas grabaciones van a tres sistemas diferentes y que cada uno es independiente. ¿Qué día es hoy?

Ya olvidé hasta la fecha.

__ Estamos en martes, el jueves revisan grabaciones para borrar las no importantes y...¡Mierda! No debí dejarme llevar por la calentura. - pega su frente al hombro de Katia. - Es que no pensé. Solo me llevó desde la fiesta, me besó y pasó.

__¿Se han dado cuenta que cada cosa que hacemos es peor que la anterior? - cuestiona Katia.

__ El club de las asociadas es un desastre. - me llevo las manos a la cara. - Vamos a tener que volver a robarnos las claves de esos sistemas. Mala hora para tener tanta seguridad.

__Por primera vez odio saber que estamos tan protegidas. - se ríe Katia. - Por ustedes dos, porque puedo hacer todas las tonterías que quieran, menos coger frente o dentro de la casa de mis padres. Marcus me mata y luego me envía a la Atlántida.

__ No, solo cogiste en un panteón. Algo simple.

El sitio queda en silencio por un largo rato en el que nos vemos entre nosotras recordando cada tontería que hemos hecho. Para luego explotar en risas, una risa que hace mucho no había causado ninguna cosa.

En realidad han sido horas, pero siento que el tiempo se volvió muy lento y no es como antes. Me hace falta mi gota de hiel para estar tranquila.

__ Iremos en cuanto consiga las claves de acceso. - propone Katia. - Porque ahora debes salir espectacular en esas fotos. Recuerda que tienes un espectacular qué ganar y te queremos hermosa, siendo la envidia de todas, la única y admirable, Arleth Ambrosetti.

__ Sigo diciendo que el verde le queda mejor. - señala Cristal. - Resalta sus ojos y con el collar de esmeraldas...

__Ya decidan. ¿Verde o azul? - preguntó al ver que discuten entre ellas por lo que debo vestir en la sesión de fotos.

__ Verde.

__ Azul.

__ Gracias. Son de gran ayuda. - ironizo al oír su fatídico sentido de resolver mis dudas.

__ Con el que sea. Ya ponte en la fila. Estás hermosa y es algo en lo que el color no influye. - me empuja Cristal viniendo detrás de mí. - Recuerda, sonríe encantadora, muestra lo que Dios te dio y el diablo quiere que uses.

__ Y un ruso mata porque nadie más que él lo toque. - añade Katia.

__ Lindo atuendo. - dice Lisa cuando me la encuentro en el pasillo que ambas seguimos. - Pero es muy básico.

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