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La vista del atardecer en aquel balcón casi era opacada por las copas de los arboles que rodeaban el lugar, pero al menos el arrebol se dejaba asomar para darle el lujo de disfrutarlo por unos momentos antes de que por fin el sol se ocultase para darle paso a la fría y oscura noche, era el primer día que pasaba de los muchos otros que le esperaban al lado de Min Yoongi, y se sentía satisfecho consigo mismo por haber obtenido lo que quería, pero de alguna forma se sentía mal consigo mismo por condicionar tanto a su mayor.

Aunque ese sentimiento estuviera instalado en su pecho y le provocase un gran peso sobre sus hombros, no necesariamente creía que debía tomarle mucha importancia, la culpa es algo que siempre había cargado, toda su estúpida vida había cargado con culpa, se sentía culpable de su propio aspecto, se sentía culpable por no dar lo mejor de sí en el escenario, se sentía culpable por no ser sincero con las personas, había un millón de culpas en su corazón, quizás inclusive las suficientes para llenar una provincia entera, pero él las guardaba en un baúl con cerradura impenetrable para que nadie se las recordará y aunque a veces han querido abrirlo, las llaves se rompen de inmediato.

Ahora mismo sentirse culpable por lo que le hace pasar a Yoongi... no era una opción, quizás en un principio pensó inclusive que las cosas serían diferentes, que inclusive Yoongi se negaría o le golpearía, jamás imagino que aceptaría y mucho menos se imaginó que estuviera dispuesto a ser manipulado con el fin de que su dulce secreto no fuera revelado, comprende que su situación es delicada y jugar de esta manera con ella lo volvía vulnerable en todos los sentidos, pero ¡demonios, como le fascinaba esa jugada! No podía negar que estaba encantado de tener a Yoongi entre sus dedos sin dejarlo caer, pero a la vez con la oportunidad de soltarlo.

Sonrió para sí mismo dejando que el viento se colase por sus hebras rubias, el tinte de su cabello hace varios días que había perdido su color y el color rubio pálido estaba adornándolo, sus raíces oscuras estaban presentes, quizás cuando regresen de esas vacaciones le obliguen a de nueva cuenta teñirse el cabello, pero lo aceptaría y quizás un corte también, ahora mismo esas cosas que eran parte de su contrato en la empresa le daban lo mismo, lo único que le importaba ahora era mantener su "relación" con Yoongi lo más estable posible y por supuesto guardar su "secretito."

Soltó un largo resoplido, sintiendo que la molesta carga sobre él se iba por un momento, cerro sus ojos y antes de que tan siquiera pudiera abrirlos, su celular comenzó a vibrar, indicándole que una llamada estaba entrando, llevo su mano derecha al bolsillo delantero de su pantalón y saco el teléfono móvil del mismo, miro la pantalla, y de inmediato el nombre de Jungkook apareció como el contacto entrante, deslizo su dedo en la pantalla para contestar.

—¿Para qué se supone que me estás fastidiando ahora, Jeon? —pregunto sin saludar, esperando una respuesta rápida de su parte—. Estoy a punto de follar, así que se rápido.

—¡Por todos los cielos, Park! ¿Acaso no tienes nada más importante que hacer aparte de follar? —rodo los ojos con diversión—. Sólo llamaba para saludar, hace unos minutos llame a los demás. Todos parecen estar de buen humor excepto por ti.

—Estoy de buenas —comento Jimin en respuesta—, sólo que me molesta que me llamen cuando no quiero que lo hagan.

—Tan amable como siempre —escucho la risa de Taehyung a lo lejos—, Tae está ebrio de nuevo, pero da igual, ¿dónde estás?

—En un lugar en Daegu, ¿por qué? —Jimin no revelaría su verdadera ubicación, mucho menos porque tiene una linda compañía en estos momentos y por supuesto no quiere ser interrumpido por nadie.

—Entonces, ¿sigues donde Yoongi hyung? —Jimin dio un asentimiento a pesar de que sabe perfectamente que Jungkook no puede mirarlo—. Espera, si estás con Yoongi, ¿por qué dijiste que vas a follar ahora mismo?

Sweet Secret! | JimSu +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora