bajo la mirada de Agustin

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La casa estaba llena de risas y música mientras la noche avanzaba. Todos parecían estar disfrutando la atmósfera relajada después de la tensión de las eliminaciones. Algunos bailaban, otros se reían alrededor de la mesa, y otros simplemente se dejaban llevar por el ambiente festivo. Pero para Gala, lo único que importaba en ese momento era Karime, quien estaba sentada junto a ella en el sillón.

El espacio entre ellas había comenzado a desvanecerse desde la conversación en el jardín. Gala se sentía más cercana a Karime, y aunque aún quedaban heridas por sanar, la tensión parecía haberse disipado, al menos en parte.

Karime, con una mirada pensativa, no se percataba de las miradas que recibían de los demás. Gala, sin embargo, estaba consciente de todo lo que sucedía a su alrededor. Sabía que Agustín estaba cerca, probablemente observándolas, pero eso no la detuvo. En ese momento, solo tenía ojos para Karime.

Con una decisión firme, Gala se inclinó hacia Karime, deslizando una mano sobre la suya. Karime la miró, sorprendida por el gesto, pero no se alejó. Había algo en los ojos de Gala que la hacía sentir segura, como si, por primera vez en mucho tiempo, estuvieran volviendo a encontrar su camino la una hacia la otra.

Sin dudarlo más, Gala cerró el pequeño espacio que las separaba y presionó sus labios contra los de Karime en un beso suave pero lleno de significado. Karime, aunque sorprendida al principio, respondió con la misma ternura. Era como si todo lo que había estado mal entre ellas comenzara a desvanecerse en ese beso.

El resto del mundo dejó de existir para ellas en esos breves momentos. Los murmullos de los demás competidores, las risas, la música de fondo... todo se desvaneció, dejando solo la sensación de sus labios encontrándose nuevamente, como si nada más importara.

Pero no estaban completamente solas en esa burbuja de intimidad.

Agustín, quien había estado cerca, no pudo evitar mirar. Desde el otro lado de la sala, con una bebida en la mano, sus ojos se posaron en Gala y Karime mientras se besaban en el sillón. Su mandíbula se tensó, y por un instante, su mirada reflejó una mezcla de sorpresa y frustración.

Sabía que las cosas entre él y Gala habían sido confusas, pero hasta ese momento, no había pensado que Gala pudiera alejarse tan drásticamente de él. Verla besar a Karime en medio de todos fue como un golpe inesperado. Intentó mantener la compostura, pero sus ojos no podían apartarse de la escena.

Gala sintió una sombra de incomodidad cruzar por su mente cuando abrió los ojos un poco y notó a Agustín observándolas. Sin embargo, no se apartó. En lugar de eso, decidió que ya no importaba lo que él pensara. Había tomado su decisión. Y esa decisión estaba sentada justo a su lado, en el sillón, con los labios de Karime aún cálidos contra los suyos.

Cuando el beso terminó, ambas se quedaron mirando, sus frentes rozándose ligeramente. Karime le sonrió a Gala, y aunque no dijeron nada, el momento entre ellas fue suficiente para transmitir todo lo que necesitaban decirse. Gala sabía que había elegido bien.

Agustín, por otro lado, se alejó discretamente, apretando la mandíbula mientras se dirigía hacia otro grupo. El dolor de ver lo que acababa de suceder se reflejaba en su mirada. Sabía que la situación con Gala había cambiado, y no estaba seguro de cómo iba a lidiar con eso.

Karime no parecía haberse dado cuenta de la mirada de Agustín, o tal vez sí, pero decidió ignorarla. Para ella, lo único que importaba en ese momento era Gala y el hecho de que, por primera vez en días, sentía que las cosas entre ellas podían mejorar.

Gala, aún sintiendo la presión de los ojos de Agustín en la distancia, apretó la mano de Karime con más fuerza. No iba a retroceder esta vez. Había tomado una decisión, y no importaba lo que sucediera después, estaba decidida a cumplir su promesa.

Atracción bajo reflectores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora