Atracción bajo reflectores

La nominacion y la promesa

La casa de los famosos estaba llena de nerviosismo, ya que se acercaba la ceremonia de nominaciones. El ambiente siempre se volvía tenso cuando llegaba el momento de elegir quiénes estarían en peligro de ser eliminados. Esta vez, las apuestas estaban altas, y nadie estaba seguro de quién sería nominado.

Karime, que había estado más distante que nunca, se había mantenido tranquila durante la semana, pero su aislamiento no pasó desapercibido para los demás. Su comportamiento no había sido igual desde el incidente con Gala, y muchos notaban la frialdad con la que manejaba las situaciones dentro de la casa. Sin embargo, era una jugadora fuerte, y todos sabían que cualquier nominación suya generaría un impacto.

Cuando la ceremonia de nominaciones llegó, el presentador comenzó a leer los nombres de los nominados. El primer nombre fue mencionado, y el ambiente en la casa se tensó aún más.

—La primera nominada es... Karime Pinterd.

El silencio se hizo en la sala. Karime mantuvo su expresión seria, pero Gala, que estaba sentada al otro lado, sintió una punzada de preocupación. No había sido un buen momento entre ellas, pero la idea de perder a Karime en ese punto la inquietaba profundamente.

La siguiente nominación fue anunciada, y el nombre de Gomita apareció en pantalla, seguido por otros concursantes que completaban la lista de nominados. Pero la atención de la casa estaba puesta en Karime. Sabían que era una jugadora fuerte, pero también sabía que las relaciones tensas podían jugarle en contra.

Esa misma noche, mientras todos se dispersaban para procesar las nominaciones, Sabine —una de las más polémicas de la casa— decidió hacer una declaración inesperada frente a las cámaras del confesionario, algo que cambiaría el rumbo de la semana.

—Si Karime se salva de esta nominación —dijo Sabine con una sonrisa atrevida mirando directamente a la cámara—, prometo darle un beso.

La declaración resonó como un trueno en la casa. Sabine era conocida por sus provocaciones, y aquello era claramente una jugada para llamar la atención. Sin embargo, la implicación del beso no pasó desapercibida para nadie. Las cámaras captaron cada palabra, y en pocos minutos, todos los concursantes empezaron a hablar de lo que Sabine había dicho.

Gala, que escuchó el rumor mientras estaba en la cocina, sintió que su corazón se aceleraba. Karime, Sabine, y un beso. Aquello añadía una nueva capa de complicación a lo que ya era una situación insostenible. ¿Por qué Sabine haría una promesa como esa? ¿Y qué pensaría Karime al respecto?

El caos de los comentarios comenzó a extenderse por la casa. Algunos se reían, otros se mostraban sorprendidos, pero Gala no podía dejar de pensar en lo que eso significaría para Karime. Habían pasado tantas cosas entre ellas, y ahora Sabine estaba poniendo a Karime en el centro de una nueva controversia.

Karime, por su parte, parecía indiferente a todo lo que se decía. Se mantuvo en su actitud distante, sin reaccionar a lo que Sabine había prometido en las cámaras. Pero Gala no pudo evitar preguntarse si Karime lo estaba ignorando a propósito o si aquello le afectaba más de lo que dejaba ver.

Más tarde, esa noche, en el patio, Gala decidió acercarse a Karime, a pesar de la creciente tensión entre ellas. No podía quedarse callada mientras Sabine hacía esa clase de promesas frente a las cámaras.

—Karime —dijo Gala, su voz tranquila pero llena de incertidumbre—, ¿escuchaste lo que dijo Sabine?

Karime, que estaba mirando las estrellas, apenas movió la cabeza. Su expresión era difícil de leer, como si nada pudiera afectarla.

—Lo escuché —respondió finalmente, sin volverse hacia Gala.

—¿Y no te molesta? —preguntó Gala, intentando controlar el tono de su voz—. Sabine solo está buscando crear drama, y tú sabes lo que eso puede hacer...