Atracción bajo reflectores

Nominaciones

El día siguiente llegó con una tensión palpable en el aire. Todos sabían lo que venía: las nominaciones. Desde que se levantaron, cada movimiento estaba cargado de nerviosismo. El desayuno fue rápido, sin muchas palabras, y la casa se preparó para enfrentar la primera parte del día: las nominaciones.

Cuando llegó el momento, los participantes se reunieron en la sala. La tensión aumentaba mientras uno por uno era llamado al confesionario. Finalmente, las luces parpadearon y la voz de la Jefa resonó en la sala.

—Los nominados de esta semana son... Mariana... Shanik... y Karime.

El silencio que siguió al anuncio fue pesado. Karime miró hacia el frente, con una mezcla de sorpresa y resignación. Aunque intentó mantener la compostura, se podía ver la preocupación en su rostro. Gala, que estaba a su lado, apretó los puños, tratando de contener sus emociones. Sentía una mezcla de rabia y miedo, pero sabía que no podía mostrarse débil ahora.

Briggite, siempre leal a Karime, se giró rápidamente hacia ella y la abrazó.

—No te preocupes, Karime. Vamos a hacer todo lo posible para que te quedes —le dijo con una sonrisa que intentaba ser tranquilizadora.

Gala, sin decir nada, se acercó también y le dio un apretón de manos silencioso, que decía mucho más de lo que las palabras podían expresar en ese momento. Karime, aunque agradecida por el apoyo de ambas, no pudo evitar pensar en lo complicado que se pondría todo.

—Todo saldrá bien —dijo Gala finalmente, pero la inseguridad en su voz era evidente.

Con las nominaciones ya definidas, todos sabían que lo que vendría después, tanto los juegos como la convivencia, cambiaría el rumbo de las cosas.

Los juegos comenzaron con mucha expectativa, ya que cada participante sabía que las nominaciones podían cambiar el destino de sus días en la casa. El primer enfrentamiento fue entre Mariana y Arath. Ambos sabían que tenían que darlo todo. El juego era una carrera de obstáculos que exigía agilidad y velocidad. Los dos estaban concentrados, pero al final Arath logró cruzar la línea antes que Mariana.

—¡Bien hecho, Arath! —gritó Briggite desde la orilla, mientras Mariana respiraba agitada pero con una sonrisa en los labios por el esfuerzo.

El siguiente duelo fue entre Karime y Shanik, y la tensión en el ambiente era palpable. Sabían que su permanencia en la casa dependía, en parte, de su desempeño en ese juego. Karime, aunque normalmente relajada, tenía una mirada decidida, mientras Shanik la miraba con la misma determinación.

El juego inició, y ambas se lanzaron a competir con toda su energía. A medida que avanzaban por los obstáculos, Karime comenzó a sacar una leve ventaja, pero Shanik no se daba por vencida y la seguía de cerca. Finalmente, Karime cruzó la meta unos segundos antes que Shanik.

—¡Eso, Karime! —gritó Gala, mientras corría a felicitarla, disimulando la emoción que sentía al verla ganar.

Al terminar los juegos, los ánimos se relajaron un poco. Todos se reunieron para cenar en el comedor, comentando las competencias y riéndose de las anécdotas que habían sucedido durante los juegos. Karime, aunque cansada, no podía evitar sonreír, agradecida por el apoyo de todos.

Mientras cenaban, las miradas se cruzaban, y el ambiente, aunque distendido, tenía esa carga de incertidumbre. La nominación aún pesaba sobre los hombros de los nominados, pero por un rato lograron olvidarse de eso y disfrutar de la noche juntos.

Después de las eliminaciones y las tensiones que quedaron atrás, la casa parece más tranquila. Karime ha sobrevivido una nominación más, y aunque todo ha sido intenso, Gala no se ha separado de su lado. Hay una conexión entre ellas que, con el tiempo, se ha vuelto inquebrantable.

Esa noche, mientras todos en el cuarto Mar están relajados y compartiendo risas, Gala no puede evitar mirar a Karime con ternura. La relación entre ellas ha crecido tanto que ahora las palabras sobran, pero esta noche Gala siente que es el momento de hacer algo más especial.

Mientras Karime conversa con Briggite y Arath, Gala se levanta y la toma de la mano con una sonrisa traviesa.

—Ven conmigo —le dice en voz baja.

Karime, extrañada pero intrigada, la sigue sin protestar. Caminan hasta el jardín, un lugar que ha sido testigo de muchos momentos importantes para ellas. Las luces suaves iluminan el espacio, dándoles un ambiente íntimo y perfecto.

—¿Qué estás tramando? —pregunta Karime, con una risa suave.

Gala se gira para mirarla, con la misma mirada amorosa de siempre, pero esta vez hay algo más. Un brillo de determinación.

—Karime... —comienza Gala, tomando aire—. Sabes que eres la persona más importante en mi vida, y aunque hemos pasado por muchas cosas, no me imagino estar con nadie más. Tú me haces feliz, y quiero que siempre sea así.

Karime sonríe, algo emocionada, pero Gala no ha terminado.

—Ya somos novias, y eso para mí es lo mejor que ha pasado, pero quiero que sepas que esto no es solo un capítulo en nuestras vidas. Tú y yo, somos para siempre. —Gala la mira profundamente—. Quiero que sepas que lo nuestro no es solo de ahora, sino de un "para siempre" que quiero construir contigo.

Karime la observa, sus ojos brillando por las emociones que la embargan. Sin dudarlo, se acerca y la besa. Un beso lleno de promesas, de certezas, y de todo el amor que han construido juntas.

—No tienes que decirme nada más —susurra Karime cuando se separan un poco—. Ya lo sabía, Gala. Yo también quiero que estemos juntas siempre.

El momento es interrumpido por los gritos y aplausos de sus compañeros. Briggite, Arath y Mayito han salido al jardín y las miran con sonrisas de complicidad.

—¡Viva el amor! —grita Briggite entre risas, provocando que ambas se rían y se abracen más fuerte.

Esa noche, bajo las estrellas, Gala y Karime sienten que han encontrado algo más grande que cualquier otra cosa: un amor que durará para siempre.

Fin.