Atracción bajo reflectores

Un nuevo comienzo

Gala se quedó sola en el jardín, respirando profundamente mientras procesaba la conversación con Agustín. El silencio de la noche la envolvía, pero su mente seguía enredada en pensamientos sobre Karime. De pronto, escuchó pasos rápidos detrás de ella. Antes de que pudiera voltear, sintió un cálido abrazo por detrás. Era Karime, quien había salido corriendo del lugar donde estaba escondida para ir directamente hacia ella.

—Gala... —susurró Karime con la voz quebrada, apretando su abrazo—. Te amo demasiado. No quiero perderte, de verdad quiero estar contigo.

Gala se giró lentamente, sorprendida por la intensidad del momento, mirando a Karime directamente a los ojos.

—¿Estás segura, Karime? —preguntó Gala, con una mezcla de alivio y duda en su voz—. Aun después de todo lo que pasó... con el beso de Agustín, ¿de verdad quieres volver a intentarlo? ¿Estás dispuesta a seguir adelante conmigo, sin mirar atrás?

Karime asintió con firmeza, sus ojos brillando de emoción.

—Sí, Gala. Lo que pasó con Agustín me dolió, pero después de escucharte, sé que lo que tenemos vale más. Me di cuenta de que tú también me amas de verdad, y eso es lo que más importa. No quiero perder lo que tenemos, quiero que nos demos otra oportunidad, porque sé que juntas podemos hacerlo bien.

Gala sonrió suavemente, sintiendo cómo su corazón se aliviaba con cada palabra de Karime. La abrazó con más fuerza, sintiendo que todo el peso de la duda y los miedos se desvanecían.

—Yo también te amo, Karime. Siempre te he amado, y estoy dispuesta a hacer lo que sea para que esto funcione. Vamos a intentarlo, ¿sí?

Karime, con una pequeña sonrisa, se inclinó hacia ella y la besó con ternura, sellando su promesa. Ambas sabían que el camino no sería fácil, pero en ese momento, lo único que importaba era que estaban juntas, y dispuestas a seguir adelante.
Esa parte puede empezar con todos en el cuarto Mar relajados y disfrutando el ambiente. Mientras se ríen, Karime, como siempre, lanza uno de sus comentarios que hace estallar de risa a los demás. Mayito no puede contenerse y le dice:

—"Karime, tus frases deberían estar en un libro o algo así, ¡no puedes ser tan chistosa!"

Briggite se une, sacudiendo la cabeza entre risas.

—"Es que no falla, siempre tienes algo que decir que nos mata de risa."

Gala, con una sonrisa en el rostro, solo observa a Karime con ternura. Aunque no están oficialmente juntas, ese sentimiento sigue presente entre ellas, mientras disfrutan de los momentos ligeros y divertidos que comparten con el resto del equipo.

Karime, sin perder el toque, se voltea a Gala y dice con un tono exagerado:

—"Ay, amor, es que si no te hago reír, ¿para qué estoy aquí?"

Las risas no paran, y aunque todo parece ligero y divertido, entre las miradas de Gala y Karime, se nota que su relación está volviendo a florecer, paso a paso.
Karime, con su tono divertido y un toque de dramatismo, se levantó del sillón.

—"¡Estoy aburrida! Vámonos al jardín, Briggite. Sabine, ven, que nos vamos a París esta noche," dijo mientras arrastraba a Briggite fuera del cuarto.

Briggite y Sabine la siguieron riéndose, y pronto, las tres estaban en el jardín, fingiendo estar en una discoteca de París. Karime se movía de un lado a otro, como si estuviera bailando en una pista llena de luces y música imaginaria. Sus manos en el aire, y con un acento exagerado, dijo:

—"Bonsoir, mes amies, ¡la fiesta en París no se detiene!"

Sabine y Briggite la seguían en el juego, riendo a carcajadas mientras fingían hablar en francés y bailaban como si nadie las viera. El espectáculo era tan gracioso que Gala, que había salido al jardín sin ser vista, se detuvo y empezó a reír en silencio, disfrutando de lo que hacía Karime.