F1-F2 ONE SHOTS (2024 grid)

Pierre Gasly

Pierre×Lisbeth

Pierre y Lisbeth llevaban casi dos años de relación. Todo era perfecto, ella iba a todas las carreras, y él se alegraba con el simple hecho de verla apoyándolo.

Sin embargo, ella sabía que al ser piloto de Fórmula 1, él estaba en constante riesgo, y el simple hecho de pensar que podía pasarle algo a Pierre, le mataba por dentro.

LISBETH'S POV:

Me senté en mi asiento en el garaje de Alpine en el Pitlane cómo en todas las carreras. Ya tenía hasta mis propios cascos para escuchar lo que sucedía en directo.

Era el GP de Singapur, y las prácticas libres 1.

El equipo de Alpine llevaba mejoras, así que todos esperaban que el coche funcionara mejor. Sin embargo, lo único que yo esperaba, era que no le pasara nada a Pierre.

Sabía que era una tontería, y que él era un piloto profesional que sabía controlar perfectamente el monoplaza, pero la mayoría de las veces, el miedo a perderlo me consumía.

Salió la bandera a cuadros y diez pilotos, entre los cuales estaba Pierre.

Las mejoras se notaban, de hecho, iba marcando varios sectores de morado con el tiempo récord.

Miré a los mecánicos que sonreían satisfechos por sus mejoras en el choche y no pude evitar hacerlo yo también.

Sabía que él tenía un gran talento, solo necesitaba un buen coche para demostrarlo.

De repente, las celebraciones cesaron y al volver la vista hacia la pantalla casi me desmayé.

Rojo. Bandera roja. Provocada por Pierre.

Llegaron imágenes en directo del accidente. Salía mucho humo del monoplaza y él no se movía.

Por la radio le ordenaban que saliera inmediatamente pero no contestaba.

El safety car acompañado de varias ambulancias fueron a recogerlo y lo sacaron del coche.

Sin pensármelo dos veces, lancé los cascos y salí corriendo en dirección a la ambulancia que se lo estaba llevando.

Las lágrimas me llenaron los ojos, pero no dejé de correr. No podía parar hasta estar a su lado.

Cuando llegué, lo estaban subiendo en una camilla para llevárselo al hospital. Tenía manchas de golpes y de humo por todas partes, además de un profundo corte en el brazo.

Me escabullí en el interior de la ambulancia y me esperé a que cerrarán las puertas y arrancaran hacia el hospital.

Finalmente nos quedamos solos él y yo.

Con el rostro inundado por las lágrimas me arrodillé al lado de la camilla y le cogí de la mano.

-Por favor, Pierre, despierta.- Supliqué. La voz se me cortaba, pero seguí hablando.

-Tienes que despertar, vamos, estoy contigo.- No obtuve respuesta. Nada. Solo un gran silencio acompañado de mis sollozos y de mi respiración entrecortada.

Le apreté la mano, está vez con más fuerza.

-No, por favor, si tú me dejas, me muero, Pierre. No puedes irte.

Le acaricié el cabello despeinado con nostalgia y durante un momento, perdi la esperanza de que saliera de aquella.

Pero de repente, noté cómo su mano se aferraba a la mía débilmente.

PIERRE'S POV:

Una luz blanca me cegó la vista.

No podía moverme, me dolía todo. Decidí volver a cerrar los ojos cuando noté como alguien me cogía de la mano.

-No, por favor, si tú me dejas, me muero, Pierre.- Esa voz.

Me apreté la mano con toda la fuerza que disponía en aquel momento.

Estaba conmigo, estaba llorando, estaba llorando por mí.

Tenía que saber que estaba bien, que la notaba, que la oía. Al notar mi mano, se quedó en silencio y yo volví a tratar de abrir los ojos.

Suavemente, giré la cabeza hasta que nuestros ojos conectaron.

Lisbeth soltó un suspiro y sonrió mientras se secaba una lágrima con la otra mano.

-Estás bien.

-Claro que sí, no pensarías que podría dejarte sola.- Mi voz era temblorosa y débil, pero suficiente para que ella la escuchara.

-Me habías dado un susto de muerte.

-Bueno, reconozco que yo también me había asustado un poco.- Reconocí. Ella se río y yo me sentí bien.

Su risa, era la mejor medicina que me podían dar. Ese sonido alegre y vibrante era lo que me despertaba y me hacía sentir bien.

Sin pensárselo dos veces me besó con suavidad en los labios y yo le correspondí.

No tenía mucha energía, pero la gasté toda en sus labios. Ella era lo que de verdad me importaba.

-Descansa, te prometo que me quedaré a tu lado en todo momento.

-No lo dudo, amor.

NOTA DE LA AUTORA

Holaaaaaaaa.

Este capítulo es más distinto a los otros, pero creo que no quedó mal del todo.

Muchas gracias por leer mis historias, de verdad, no me creo todas las lecturas que tengo, y esto es gracias a vosotros.

Muchos besosssss.

Clau.🌻