F1-F2 ONE SHOTS (2024 grid)

☆Fernando Alonso

Fernando×Gracie

Todo parecía estar perdido para el bicampeón de la Fórmula 1 Fernando Alonso.

Tantos años sin ganar, tantos años intentándolo parecía que por fin se habían acabado.

El fichaje de Adrian Newey en Aston Martin parecía ser la salvación del piloto español.

Sin embargo, con lo que él no contaba, era con la ayudante de este, Gracie.

GRACIE'S POV

Apenas me creía la repentina decisión de Adrian de marcharse de Red Bull.

Sabía que las cosas para el equipo se comenzaban a desmoronar poco a poco, pero nunca pensé que las cosas llegarían hasta ese punto.

Salí del coche corriendo para entrar a mí casa. Había sido un día muy cansado en el trabajo, con todo el lío del cambio, apenas había dormido en toda la semana.

Dejé tirado el bolso sobre un sillón y me tumbé de golpe en el sofá, con los ojos cerrados.

Respiré hondo.

Desde siempre mi sueño había sido trabajar en F1, aunque no me imaginé que sería tan estresante.

Estaba realmente agotada. Respiré hondo varias veces hasta que quedé sumida en una calma que no experimentaba desde hacía mucho tiempo.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando... Llamaron al timbre.

A regañadientes me levanté para abrir la puerta mientras todavía bostezaba.

No me lo podía creer.

Había un Aston Martin de último modelo echando humo por el capó justo al lado de un hombre vestido con ropa más cara incluso que el vehículo.

Aunque poco tardé en darme cuenta de que no se trataba de un hombre normal. No, era Fernando Alonso, el mítico Fernando Alonso.

-Hola, perdona, se me ha averiado el coche y el teléfono no tiene batería, ¿Te importaría dejarme llamar con tu teléfono?.- Preguntó.

-Emm... Claro.- Respondí mientras me hacía a un lado dejándole pasar.

Le presté mi teléfono y él se sentó cuidadosamente en el sofá de la sala de estar.

Lo observé mejor. Su vestimenta no era especialmente elegante, pero era de marcas tan caras que me daban escalofríos.

Al contrario de lo que todos pensaban, no por trabajar como ayudante de Adrian Newey tenía sueldo millonario, y siempre me impresionaba ver a gente que sí lo tenía.
Y más cuando eran leyendas del automovilismo, claro.

-La grúa vendrá en una hora.- Dijo él colgando el teléfono.- Gracias....

-Gracie.- Completé.
Él sonrió ampliamente.

-Gracie.- Repitió.

Nos quedamos mirándonos fijamente, la verdad, era más atractivo que en la televisión.

-¿Quien es?.- Preguntó de pronto, señalando un cuadro que estaba en una estantería.

En la foto aparecía yo con un chico, de vacaciones en París, aunque trataba de mirarla lo menos posible. Para aguantar las lágrimas.

-Es... Era. Mi esposo Jared. Falleció hace dos años.- Suspiré, agachando la mirada.

El español me ofreció una mirada comprensiva.

-Lo siento mucho, no sabía...

-No importa.- Le tranquilicé. Aunque yo estaba de todo menos tranquila.