Franco Colapinto

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Franco×Lydia

Todo el mundo sabía que la entrada del piloto argentino había sido muy arriesgada a mitad de temporada.

Sin embargo, él se encargó de demostrar todo lo contrario con sus espectaculares resultados en la pista.

Por otro lado, Lydia soñaba con un trabajo en la F1, sin embargo, el dinero no corría a su favor, así que tenía que conformarse con atender el puesto de comida junto a su hermana.

LYDIA'S POV

Traté de volver a conectar la máquina pero seguía sin funcionar. Así que, llena de frustración me puse en pie y corrí a buscar a mi hermana.

-¡Jessica! ¡La máquina de hielo se ha vuelto a romper!.- Al escucharme, ella vino hacia donde yo estaba y trató de arreglarla, pero sin resultado.

-Es la tercera vez esta semana.- Dije. Jess respiró hondo.

-Ya lo sé, Lydia, pero no podemos permitirnos comprar otra máquina nueva.- Contestó. Y a pesar de todo, tenía razón.

-Ya se lo que voy a hacer.- Dije mientras me quitaba el delantal.

Era una idea descabellada, era una locura, pero no podía hacer otra cosa.

-¿Espera, qué vas a hacer?

-¿Ves ese taller? Ahí seguro que tienen las herramientas que necesito, solo tengo que cogerlas sin que me vean.- Dije en voz baja. No podía arriesgarme a que alguien escuchara lo que pensaba hacer.

-Has perdido la cabeza, ya encontraremos otra solución.- Sin embargo yo ya me estaba marchando en dirección al taller.- ¡Lydia! Oh, mierda...

Caminé lo más silenciosamente que pude y me escondí detrás de unos neumáticos. Había visto una bolsa de herramientas apoyada en una esquina y tenía que ser mía.

Sigilosamente, me acerqué hacia las herramientas, casi las tenía cuando...

-¿Puedo ayudarte en algo?.- Dijo una voz. Mierda.

Nerviosa, me incorporé y traté de inventarme una excusa lo más rápido que pude.

-Ejem... Pues, yo... Verás...

- No te molestes en inventarte nada, llevo vigilándote desde que entrastes al garaje.- Dijo el chico, con un curioso acento argentino.

Entrecerré los ojos para mirarlo fijamente. Era piloto, por su equipación estaba claro, pero no me sonaba haberlo visto en la parrilla.

-Claro, oye, mejor me voy, ¿De acuerdo? Hagamos cómo si esto no hubiera pasado.- Dije mientras reía nerviosamente. Mi hermana tenía razón, había sido un error.

El chico me miró fijamente antes de sonreír. Al principio no entendí y luego se acercó lentamente hacia mí.

-Pues mala suerte, eso no va a poder ser.- Añadió.- Aunque si me dices para qué querías las herramientas tal vez no le diga nada a nadie.

-¿Eso es una amenaza?.- Pregunté.- Está bien, tú ganas. Necesitaba reparar una máquina de mi puesto, y como no tenía herramientas ni dinero para comprar otra, pensé...

No pude terminar la frase. El piloto se dió la vuelta y cogió las herramientas. Sorprendida le pregunté qué hacía, pero no me contestó.

Simplemente se marchó con ellas hacia el puesto en el que mi hermana todavía trataba de arreglar la estúpida máquina.

Sin decir nada, se subió junto a ella y sacó herramientas que no había visto en mi vida.

-Lydia... -Me dijo mi hermana, todavía en estado de shock.- ¿Me vas a explicar por qué Franco Colapinto está en nuestro puesto?

Así que así se llamaba.

-Pues, la verdad, no lo sé.- Me encogí de hombros.

En menos de diez minutos, todo volvía a la normalidad y el puesto volvió a abrir.

-Franco, gracias.- Le dije mientras él cargaba la bolsa para llevársela de vuelta. Me sonrió y yo hice lo mismo.

-No hay de qué....

-Lydia.

-Lydia.- Repitió.- Pues al final tú nombre es tan bonito como tú cara.- Me sonrojé al instante.

¿Estaba coqueteando conmigo? No podía ser. Él era un piloto de F1 y yo una simple vendedora. No podía ser real.

-Gracias por todo.- Le dije.- Me has ayudado a pesar, bueno, ya sabes, de que intentara robarte.

Franco estalló en una fuerte carcajada y yo hice lo mismo. Si lo pensabas, la situación era más bien cómica.

-¿Cuando volveré a verte?.- Preguntó.

-Dentro de un año, cuando de repita este gran premio.- Añadí. Pude ver rastros de tristeza en su mirada.

FRANCO'S POV

Un año.

Tenía que esperar un año para volver a verla. Ni de broma.

Sin pensarlo dos veces, le cogí de la mano y le miré a los ojos. No diría que lo que sentía era amor, ya que la cababa de conocer, pero no estaba muy alejado.

-Dame tú número, ya sabes... Por si necesitas herramientas.- Una risita se escapó de sus labios y en ese momento sentí cuanto necesitaba ese sonido.

-¿A cambio de qué?

-¿Ahora me amenazas tú?.- Reí.

-Solo quiero algo a cambio.- Añadió cruzándose de brazos.- Quiero un beso en la mejilla.

Me quedé en silencio. ¿Quería? Si. ¿Me atrevía? Por supuesto que no.

Entonces, Lydia volvió a lanzar una de sus miradas que tanto me hipnotizaban.
¿Cómo podía gustarme una chica a la que acababa de conocer?

Finalmente, me acerqué hacia ella lentamente mientras nuestro contacto visual se transformaba en una barrera inquebrantable.

Con suavidad, apoyé los labios en su mejilla y noté como ella sonreía.

-¿Ves que no era tan difícil?.- No pude evitar reír.

-No, no lo era.- Afirmé mientras le daba otro. Sí, definitivamente me gustaba la chica de los puestecillos.

-Nos vemos Lydia.- Sonreí.

-Nos vemos.

NOTA DE LA AUTORA

Holaaaaaaaa

¿Que taaal? La verdad tenía muchísimas ganas de hacer un One Shot de Franco porque lo está haciendo INCREÍBLE en F1. Pero creo que no me quedó tan bien como esperaba.

Así que oído perdón por si no me quedó tan bien como los otros, intentaré mejorar.

Besosssss.

Clau.🌻

F1-F2 ONE SHOTS (2024 grid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora