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SAIGHEAD BOIREANNACH
XXXIII. El loco y la bruja Maclachan
____________________________Hace mucho tiempo atrás, Jamie había tenido una seria conversación con su tío Dougal Mackenzie, este último era un mujeriego por naturaleza y se sabía que había mantenido relaciones extramaritales con un centenar de mujeres en todo lo que eran las tierras altas. Dougal siempre había visto al pelirrojo como una amenaza ante su puesto como jefe del clan Mackenzie puesto que Jamie, era el hijo de su hermana mayor fallecida, Ellen; por ende, si quisiera reclamar el puesto, tenía la salgre, el apellido y el clan como para hacerlo; no obstante Jamie jamás había mostrado interés en ser el líder sucesor de Colum cuando este falleciera.
Dougal había sido en muchos aspectos algo parecido a un padre, al igual que su tío Colum y su padrino Murtagh, todos habían estado para él en diferentes momentos de su vida, todavía resonaba en su cabeza cuando el jefe de guerra del clan se había acercado a él y con palabras abruptas y sin sentido debido a que estaba ebrio le había mencionado cosas sobre las mujeres.
"Nunca dejes que las mujeres sepan que estás interesado en ellas, lo usarán en tu contra muchacho"
El joven no había entendido a lo que se refería, pues jamás había estado interesado en una jovencita durante mucho tiempo.
"¿No lo entiendes? Está bien, te lo explicaré sin darte tanto detalle, pues sé que aún no has desflorado a nadie. Una vez que las jovencitas descubren el poder que tienen entre las piernas y lo mucho que nos gusta, saben cómo manipularnos, su feminidad es más poderosa pues nos hace babear como a unos perros en celo"
Dougal no solía expresarse muy bien de las mujeres.
"Por eso nunca demuestres que una mujer sepa que te tiene de las pelotas, muchacho. Esa es la real perdición de un hombre, una mujer que destruya su espíritu. Esas bobadas del amor son una fantasía, los seres humanos somos como los animales, mientras podamos reproducirnos y hacer más fuertes a nuestros clanes, todo estará bien. No te niego que yacer con las féminas no es placentero, pero eso y ya. Jamás le des poder a una mujer, porque cuando haces eso, cometes el peor error de tu vida, hazme caso"
Cuando tenía dieciocho había estado enamorado de Annalise durante su estancia en Francia, o eso era lo que creía. Había retado a duelo a otro de los pretendientes de la joven y esta se había decidido por él, causándole en ese momento celos, confusión y un gran golpe a su ego. Aquella francesa coqueteaba con todos los chicos que se le insinuaban y fue la primera vez que las palabras de su tío Dougal le hacían sentido, pero en ese entonces era un chiquillo que no sabía absolutamente nada de la vida.
Ahora él ya se sentía como un hombre y había aprendido a controlar en parte su temperamente y la manera pasional que tenía de ver la vida. Conocer a Marlenne había sido completamente inesperado y la situación lo había atravesado como un rayo, como cuando estos impactaban en las copas de los árboles o en los picos altos de las techumbres de los campanarios durante las tormentas. La irlandesa tenía una esencia particulamente misteriosa, tenía un encanto natural que no era producto de la vanidad, era hermosa sin duda y parecía ser que ella no se daba cuenta de eso, además de poseer una voz que causaba la paz que anhelaba la vida salvaje y de foragido que solía llevar.
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Saighead Boireannach |James Fraser, Outlander|
FanfictionEn 1870, Marlenne Fitzgerald conoce muy bien los pros y contras de provenir de una familia en donde sólo hay mujeres. Uno de los beneficios es que cada una de ellas conoce el poder que lleva dentro, pueden sacar a relucir las capacidades que poseen...