Las llamadas se volvieron su rutina diaria, por eso cuando Alaia le dijo que no podría mañana Lea se deprimió. Y el mañana se convirtió en cuatro días sin una interacción, no podía creerlo, su relación ya era casi la de una pareja y de pronto esto, no entendía que había hecho mal.
— Amor, Silvio ya llegó.
— Voy, un momento.
Su ánimo en realidad había decaído, no de la misma manera que antes por supuesto, sin embargo seguía siendo algo significativo, tanto que todos quienes la rodeaban lo habían notado.
Bajó las escaleras para recibir a su amigo, iban a salir, Tania los había invitado a su casa a pasar la noche y con tal de intentar 1. Olvidar la situación con Alaia, 2. Investigar porque no le escribía, aceptó.
— Oye, que si no te lo doy ahora seguro que esa tonta me mata. — Sin saludar, su amigo extendió una carta más, la estampa que la cerraba era una nube de colores que le pintó una sonrisa de niña pequeña.
Ya sin importarle las bromas que recibiría por ello abrió la carta a toda velocidad, necesitaba saber sobre Alaia con su alma. La carta era un poco diferente, no se notaba tan cuidada como las demás, está tenía una mancha de tinta y con la letra temblorosa.
"Siento no haberte llamado, lo siento con el alma, no tengo excusa dejarte sin ninguna explicación, por eso decidí que volvería a escribirte porque me encanta poder volver al inicio.
Lea, ¡Me dieron una oportunidad para jugar semi-profesionalmente! He dedicado toda mi vida a esto y ahora puede que lo logre, puede ser solo un accidente, el jugador se lesionó y el entrenador me colocó en el partido, pero lo logré. Por eso decidí centrarme en mi partido, solo serán unos días, te lo juro, quiero decir, el partido es el sábado, después de eso juró jamás volver a dejarte de esa manera."
Se emocionó, Lea sintió una emoción tan genuina por la felicidad de la alfa que no pudo siquiera molestarse por que no le hubiera escrito.
"Mi entrenador me recomendó que centrará toda mi atención a esto, y claro que me quitó el celular, me pidió que me desintoxicarse del mundo este tiempo, así que mi decisión tampoco fue, pero lo haré y así algún día podrás verme en la televisión ¿No crees que es muy emocionante?
Espero que no estés enojada conmigo, nunca fue mi intención. Oh y también siento que la carta sea un poco un desastre, la estoy escribiendo sentada en mi auto mientras espero a me entreguen la ropa de la lavandería y resulta que es difícil escribir sin tener un buen punto para apoyarte."
No había forma de que Lea se enojara con Alaia, en esa lucha de miedo y amor la balanza ya estaba vencida hacía un tiempo.
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Delia y Claudia estaban boquiabiertas en la puerta de su casa.
— ¿E-estás segura Lea?
— Quiero hacer esto, en verdad lo quiero.
— Amor, no has salido a lugares concurridos en meses, uno así puede ser muy abrumador. — Delia trataba de ser realista con su hija, seguro tendría algún ataque de pánico brutal que no podría controlar ella sola.
— Estaré bien, mis amigos me darán seguridad, será suficiente.
Lo sería, en verdad lo sería, con Alaia sería hasta de sobra, claro que decirlo de esa manera le daría un poco de vergüenza, no era un secreto en absoluto, sus madres lo sabían, el viento lo sabía, cada célula de todos los seres vivos de su hogar lo sabían, solo no lo aceptaría en su rostro.
El gimnasio dónde se jugaba el partido era grande y mucho muy ruidoso. Silvio era a quien Alaia le había dado unos boletos en primera fila, por supuesto se lo dejaron a Lea para que pudiera ver a la alfa, tampoco estaba sola por supuesto, a su lado estaba Adam, el fanático del basquetball y Tania, fanática de closet. El juego acababa de empezar con apenas tres minutos del primer cuarto en el marcador, al entrar, Lea solo pudo ver a toda esa gente y se asustó, fue una reacción de defensa, el lugar apestaba a toda clase de feromonas, feromonas aterradoras, todo hasta que vió encestar a Alaia.
Aquí sería el momento dónde en toda historia romántica Lea hubiera gritado muy emocionada el nombre de Alaia, y Alaia, al ver que Lea estaba ahí habría dado su máximo para poder ganar el partido, todo por el apoyo de Lea. No, aquí por más que Lea gritó para celebrar a esa hermosa alfa, Alaia nunca la vió, su concentración estaba al 100% en el juego, quería esa oportunidad en verdad.
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Después de la tormenta (Omegaverse Gl)
Romantik- ¿Cómo se puede escapar del abismo? ¿Por qué todos dicen que el mundo es bello? - Porque lo es ¿Salimos de esto juntas? Paso a paso lo van a lograr, juntas. La siguiente lectura contiene temas maduros que pueden no ser adecuados para todos por fav...