Buscó con el aroma a Lea, a ella podría encontrarla a kilómetros, a través del mundo de ser necesario, pero fue más facil que eso, terminó encontrandola en la cocina junto con sus madres, hablando tranquilamente sobre la vida de la omega, cosas superficiales como la escuela y similares, se sintió tan complacida con ello, como si la hubieran llenado de satisfacción solo por tener esa imagen frente a ella, ese miedo que la había paralizado hacía unos momentos ahora no era más que un recuerdo. Solo hasta el preciso momento en que una de sus madres habló.
— ¿Y cómo conociste a esa fisgona de la puerta? — Bromeó Malena un poco tratando de incluir a Alaia a la conversación, como resultado, la pareja ¿Oficial? se petrificó tratando de encontrar una forma amable de explicar todo lo que había sucedido para que se conocieran en realidad y no solo esa primera y muy desastrosa vez, pero para ello sería necesario hablar de lo que había sucedido con Lea.
— Ma, no molestes a Lea. — Rogó Alaia. — Estamos cansadas por el vuelo, por qué no mejor hablamos más tarde y ahora nos dejan ir a mi habitación.
— Alaia, no digas esas cosas que tu madre no está haciendo nada malo, fue una pregunta muy normal.
— En realidad si estoy muy cansada. — Eso solo le confirmaba a la alfa que Lea no estaba lista para abrir su corazón con más personas, al menos no en ese instante, que las dos bien sabían la verdad saldría a la luz en alguno de los días que estarían en casa de Alaia.
— Bien, bien, chicas, descansen un rato, las invitaremos a cenar en la noche, así podrémos seguir hablando de lo que quieran. — Malena entendió lo que estaba sucediendo, entendió ese miedo de su hija reflejado en la omega, jamás se atrevería a hacerla sentir incómoda entonces.
<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>>
Lea debía aceptar que se sentía asustada, ya está claro que sabía que Alaia no le haría nada, ni siquiera era la alfa como tal, pero una situación fuera de su zona de confort le resultó en un estrés que hubiera preferido evitar.
— ¿Quieres dormir un rato?
— No tengo muchas ganas — Ambas estaban recostadas en la gigantesca cama, viendo el techo a la espera de algo que no llegaría por sí solo. Necesitaban hablar.
— Está bien, ya tampoco quiero dormir en realidad.
— Los alfas no duermen. — Bromeó. — Desde la madrugada despiertos, están locos en verdad.
— Eso es una mentira, solo que necesitamos dormir menos para estar atentos, pero ustedes, carajo ustedes pueden pasar días sin dormir y estar como si nada. — Estrategias muy raras de la naturaleza, pero al menos de esa manera los alfas tenían mayor tiempo para actividades (Entiéndase actividades por caza, peleas, construcción de refugios y demás cosas bastante animales) Y los omegas podían mantenerse despiertos para cuidar a los alfas al descansar, pero sobre todo a sus bebés.
Silencio, no tenían de que hablar, de no ser claro el tema que estaban evitando.
— Lea... ¿Quieres contarle a mis madres?
— No.
Un llano no, colmado por el miedo y la incertidumbre ¿Le dejarían seguir con Alaia si supieran que estaba usada?
— Yo respetaré lo que quieras decirles entonces, ¿Cómo te gustaría decirles que nos conocimos?
— ¿Por qué nunca te enojas conmigo? — Y, como ya se ha repetido un montón de veces aquí, con su cabeza de cacahuate solo digna de un alfa, Alaia se quedó en blanco porque no entendió porque Lea preguntaba algo así, algo que para ella era tan obvio, es que no había nada en el mundo que hiciera Lea que la molestara.
— ¿Por qué me enojaría?
— Soy una omega, Alaia por favor, sabes lo que me sucedió y por ello tienes que soportarme, hay un montón de cosas que te prohibí hacer y otras que jamás dejaré de temer, no podré ser alguien normal para ti, y no importa cuantas veces te lo diga, sigues pareciendo tan tranquila, es que eres la alfa perfecta.
— Eres omega, si, lo sé desde que te conocí, también sé lo que te sucedió y por eso "tengo que soportarte", y no serás normal jamás. — La dejó pensando en ese miedo que ella misma sentía sobre su propio pasado, trauma constante que acababa de revivir 2 veces en menos de 24 horas. Con su única neurona funcional se dió cuenta de que, si Lea había tenido el valor de abrirse y decirle lo que sentía, entonces ella también debía hacerlo.
Así, de un terror absoluto por contárselo a su hermana o de que la propia Lea se enterara, pasó en menos de un minuto a estar decidida a ser sincera también.
Porque si, el cerebro de los alfas es así de sencillo.
— Creo que tú debes ser quien se enoje conmigo. — Alaia rodó sobre la cama para quedar pegada al cuerpo de la omega, estiró uno de sus brazos para tomarla, intentando de no asustarla claro, dándose solo un segundo para tomar valor. — No creo que yo sea lo que tú crees.
![](https://img.wattpad.com/cover/373956926-288-k114312.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Después de la tormenta (Omegaverse Gl)
Romance- ¿Cómo se puede escapar del abismo? ¿Por qué todos dicen que el mundo es bello? - Porque lo es ¿Salimos de esto juntas? Paso a paso lo van a lograr, juntas. La siguiente lectura contiene temas maduros que pueden no ser adecuados para todos por fav...