MORDIDO POR ERROR♣ Yoontae♣

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—Buenos días. —Detuvo sus pasos al escuchar a su esposo saludarlo.

Ciertamente, no se esperaba encontrarlo a esa hora de la mañana; normalmente, él se iba demasiado temprano a trabajar.

La luz suave del amanecer iluminaba el comedor, creando un ambiente acogedor, pero su corazón latía con fuerza ante lo que sabía que debían discutir a primera hora del día.

— Buenos días. ¿Sucede algo? —preguntó, notando la intensidad de la mirada que le dirigía, especialmente hacia su vientre. El suéter largo de color amarillo ocultaba perfectamente el pequeño bulto que había empezado a notarse un poco más.

— Necesitamos hablar sobre lo que sucedió ayer. —La voz de él era firme, pero podía detectar un tono de preocupación que lo inquietaba.

Bajó la mirada, sintiendo una mezcla de nerviosismo y anticipación. Sabía que la conversación que se avecinaba no sería fácil.

Los eventos de la tarde anterior habían sido confusos y llenos de emociones, y temía la posible reprimenda que podría recibir por haber asumido responsabilidades que no le correspondían, acciones que sabía tendrían consecuencias.

La noche anterior, el cansancio y los sucesos del día habían pesado sobre ellos como una nube oscura, impidiendo que hablaran de lo ocurrido. Habían dejado las cosas sin resolver, una situación que ahora se volvía ineludible. La ansiedad lo envolvía; sabía que no podía posponerlo más, que era el momento de enfrentar la verdad y sus implicaciones.

Tomando una respiración profunda, se preparó para lo que estaba por venir. El silencio entre ellos se volvió palpable, lleno de preguntas no formuladas y emociones a flor de piel. 

—Sung Dong llevó una vida de libertinaje y descontrol, y muchas de sus acciones tuvieron repercusiones graves para la familia y la gestión de la empresa. Por ello, mi padre decidió tomar el control de los negocios familiares, asumiendo la responsabilidad que su hermano había descuidado. Las desiciones irresponsables de Sung Dong crearon una imagen negativa para la familia Min, un legado que mi padre se esforzó por limpiar.— El suspiro cansado de su esposo le llamo la atencion, como si contar la historia de su tío todo eso fuera una carga para él y para su familia.

Era esta, la primera vez que hablaban de un tema personal y que los involucraba a ambos, la primera ocasión que se sentaban de frente y enfrentando una situación que como matrimonio debía resolver.

— A lo largo de su vida, Sung Dong mantuvo numerosas relaciones íntimas, fruto de las cuales tuvo varios hijos. Sin embargo, todos sus hijos y exesposas eventualmente lo abandonaron, y no los culpo; su actitud y forma de ser dejan mucho que desear. La mujer de ayer fue una de sus parejas más conflictivas, con quien tuvo a YeunJun. El niño que salvaste ayer es el hijo más pequeño de Sung Dong, el último de una larga lista que sabemos tuvo. 

—¿Por qué no lo rescató el señor Sung Dong? —preguntó, con cautela, sintiendo cómo el enojo comenzaba a crecer en su interior. La idea de las innumerables cosas por las que el niño había pasado viviendo en aquella casa y bajo el cuidado de aquella mujer le aterraba.

La forma en que ese niño estaba viviendo era inhumana.
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—Es muy probable que estuviera en una situación aún peor bajo el cuidado de Sung Dong —respondió su esposo. —No es un ser ejemplar. Además, es poco probable que supiera cómo cuidar de un bebé. Es un hombre que no entiende lo que significa asumir responsabilidades.

Su voz se tornó más firme a medida que hablaba, consciente de que la realidad de Sung Dong era muy diferente a lo que uno esperaría de un padre. La verdad era difícil de aceptar, pero en ese momento, la seguridad del niño era lo que realmente importaba.