capítulo 25

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(DOS SEMANAS DESPUÉS DE LA CENA EN LA MANSIÓN KELLER)

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(DOS SEMANAS DESPUÉS DE LA CENA EN LA MANSIÓN KELLER)

Llegar a casa y encontrar todo hecho un caos me causó un desinterés descomunal. Últimamente prefería salir al exterior antes de compartir tiempo en familia, pues mis hermanos actuaban extraño, y mís padres seguía esos pasos.
Se sentía como si todo supieran lo que pasaba, excepto yo. Y eso se volvía muy tedioso.

Era miércoles, y acababa de aterrizar en Berlín. Se suponía que mi coche me esperaba en el estacionamiento, pero grande fue mi sorpresa cuando salí arrastrando mi maleta, y me encontré con mamá Sasha mirándome fijamente.

—Hola..—La abrazo con cariño y ella hace lo mismo conmigo.

—Hola.—Acaricia mi cabello con suavidad.—¿Todo en orden?—Se aparta luego de un momento.

—Si. Te envié el informe anoche.—Le entrego mi maleta a uno de sus hombres.

—No hablo de la misión, hablo de ti.—Toma mi mano.—¿Estas bien? Oí que te hirieron en Siria...

Sonrío levemente.—Si, estoy bien, fue un corte en el abdomen, nada grave. Solo tres puntos.

—Mm.—Suspira bajito.—Becca estará como loca...—Subimos al coche en el asiento trasero.

—No hay que decirle, sabes como es mamá cuando sucede algo con nosotros...—Me río divertido.

—Ya lo sabe... ella siempre sabe todo.—Sasha se recuesta en mi hombro.—Tengo tarea para ti..

Eso explica porque vino por mi hasta el aeropuerto.

Mamá Sasha no es de las que se preocupan mucho o andan detrás de sus hijos porque si. Ella más bien es de las que utiliza y manipula para demostrar su cariño a cambio de una recompensa. Y la verdad no me molesta, fui criado así. El cariño no se da, se gana.

—Dímelo.

—Es algo pequeño, un bicho asquero que quiero eliminar del mapa.—Aprieta mi brazo con suavidad.—Pero debo decirte que nadie puede saber lo que te he ordenado.

—¿Quien es?

—Valery Stein.

Guardo silencio pensativo. Es verdad que he estado ausente por mucho tiempo, digamos que mis días aquí son escasos, la última vez que los vi fue cuando Aarón perdió los estribos y quizo cancelar el compromiso.
Por lo que desconozco el motivo por el cual mamá quiere deshacerse de esa mujer.

—¿Puedo saber por que?

—Desde cuando te interesa el porque de mis ordenes.—Mamá me ve con recelo.

—Con un "no" era suficiente.—Asegure en un suspiro.—¿Entonces...debo...?

—Mátarla.

—¿Estas...?

Dulce Fantasía | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora