Mi cuerpo se sentía caliente, y no sabía si se debía a la rabia que me provocaba sus mentiras, o al hecho de que Aarón era tan sexy e imponente.
—No es de su incumbencia.—Repitió mirándome a los ojos fijamente, en otras instancias la cercanía me hubiese asustado, pero ahora solo podía pensar que él era un idiota que no podía decir tres palabras sin alzar la voz.—Aún asi se lo diré.—Apretó la mandíbula y movió sus manos para tocar mis brazos, pero yo lo detuve con una sola mirada.
—Como me ponga un maldito dedo encima, le corto las manos.—Murmure entre dientes.
Aarón bajó las manos, y frunció el ceño.
— Hable de una buena vez. Tengo una paciencia diminuta cuando de usted se trata, señor Aarón...—Los hombres frente a mi permanecían atentos a nuestra conversación, pero yo evitaba mirarlos.
—Problemas familiares.—Aziel apareció en mi campo de visión.
—¿Crees que creeré eso?
—Valery...—Adriel tomó mi brazo.— Es la verdad.
Me aparté de él.
—¿Es verdad?—Miré a Alexander fijamente.
El hombre rubio miró a sus primos de reojo, y luego bajó la cabeza para asentir levemente.
—Mírame a la cara y dime que es verdad lo que dicen...
—Suficiente. Usted se está tomando atribuciones que no debe...—Agustus se llevó mi atención.—Mis hermanos le han explicado, ¿que es este show que hace? ¿Crees que nosotros pelearíamos por una mujer? ¿Por quien nos tomas?
No le creo nada.
Me acerco a él a paso lento, hasta estar frente a su rostro, a una distancia poco segura. Agustus da medio paso atrás, y apreta los puños. Esta vez él no tiene el control.
—No le creo, señor Keller.
—No necesito que me creas, Valery.
—Val...—Adriel me apartó de su hermano, e hizo que lo mirara a la cara, pasó sus ojos azules de mis ojos, a mi boca y sonrió de lado.—Es suficiente..
—No...
—Si lo es, mujer.—Aziel se pegó a mi por detrás. Ambos me estaban acorralando.
Giré levemente hacia este último, y luego miré al menor de los Keller que estaba muy cerca de mi.
—Alto...
No fui capaz de decir algo más, pues tenía a Adriel devorando mi boca, mientras Aziel besaba mi cuello con suavidad, pero se sentía como si quemase mi piel.
Jadee en la boca del menor, y sentí mis piernas como gelatina, cuando Aziel mordió mi cuello.Esto se siente familiar...
Las manos del menor apretaron mi cintura, mientras su cómplice bajaba los besos húmedos por mis hombros.
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Dulce Fantasía | +21
RomanceHistoria no apta para menores de 18 años, ni personas sensibles. •°•°•°•°•°•° Confundir amor con obsesión es el primer paso a la locura. Pero ninguno de nosotros estaba del todo cuerdo, y eso nos hizo perder todo... Si pudiera volver el tiempo atrás...