Naruto: El lobo gris del ojo blanco.

E31. Mi triste destino.

Antes de comenzar, aclaro que no soy dueño, ni me pertenecen los/as personajes e imágenes utilizados para la creación de esta historia. Lo único que es de mi propiedad es la historia.

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- Diálogos.-

- Pensamientos.-

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- Flashback  -

NARRA PERSONAJE:

No sabía cuánto había pasado, pero había sido demasiado tiempo. No sabía que había sucedido, después de su pelea con el Gyūki, solo supo que había sido sellado por Ashina.

Finalmente observo algo, un destello de color diferente que no fueran obscuridad y los cuerpo flotantes de Killer B y Yugito. Los cuales no habían despertado en todo el tiempo, que llevaban encerrados, pero sabia que no estaban muertos.

Finalmente ese destello de un color diferente, cubrió todo su entorno y pudo ver cómo estaba en un especie de altar. Observo a los Jinchuriki de Kumogakure, como eran subidos a un transporte, que gracias a su poder sensorial, sabía que tenía muchos, pero muchos sellos de supresión de Chakra.

- Tsunade.-

No tenía fuerzas para ni siquiera hablar, por primera sintió hambre como nunca antes, ganas de dormir como ningún otro día y después de años sintió la necesidad de vivir y disfrutar al máximo cada momento, pero ¿Por qué de repente esas sensación?.

- ¿De verdad crees que esto es lo correcto?.- Esa voz, podía sentir cada sentimiento que ese tono neutral parecía esconder y no dejar salir a la luz. Tristeza, traición, enojo, miedo, muchos sentimientos, emociones y sensaciones a la vez para asimilar y experimentar todas.

¿Por qué sentía todo esto tan de repente?

- Sello del Dios de la Muerte -

Esa voz tan seria, estoica, tan llena de rencor, rabia, enojo y todo sentimiento negativo. Recitaba algo que conocía perfectamente, tenía el nombre en la punta de la lengua, pero no sabía cómo pronunciarlo. ¿Que extraño no?

Parecía sentir muchas cosas nuevas, pero tal vez al costo de olvidar todo lo anterior. Cómo cuando dejas atrás todos los conocimientos de ciencias y te centras en solo los conocimientos de física. Pudo observar como la mujer más hermosa, que vería estaba en la presencia de todos, su aura era indestructible, su largo y bello kimono blanco con detalles dorados le quedaba a la perfección.

Aunque la daga de mango dorado, que descansaba a un costado de su muslo izquierdo, la hacia parecer una persona diferente.

- ¿Ashina?... Que viejo te has vuelto, la última vez que te vi, fue cuando sacamos al Kyubi de Mito y lo pusimos en la hoja de su hermana -

Esa voz es tan. . . Es tan escalofriante y te influye cada una de las sensaciones, que te puede transmitir uno verdadero dios.

- Me alegra verte Shinigami-Sama. Tu presencia me es de tranquilidad, al saber que puedo obtener tu ayuda -

Sintio como la mirada de Dios caía sobre el, el contacto visual más largo y prolongado de su vida, hizo que la sensación de vomitar, estuviera en todo su ser. Sintió como algo entraba a su mente y observaba cada cosa que hizo en sus 18 años de existencia. Al principio pudo ver una sonrisa en el rostro de la mujer, pero después noto una mirada que no supo cómo analizar.

- La oferta es tentadora Ashina... Pero no podré manejar su Obscuridad y la mía -

La cara de la persona más vieja, me hizo querer sonreír, pero sabia que si lo hacía, la mujer podría cambiar de opinión y hacerlo peor.

- Recuerdo a este mocoso, hace años una de las almas más obscuras llegó al infierno -

Las 3 personas que estaban en la habitación, aparte de el sintieron curiosidad por el relato de la mujer, pero el era el único que no podía expresar ese sentimiento.

- Tenía demasiado conocimiento, pero lo corrompió como cualquier hombre cuando obtiene el suficiente poder. . . Despertó algo mucho peor que yo. . . Esto es encerio Ashina, este mocoso puede obscuser todo el universo si lo desea -

- Flashback end -

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continua la narración del personaje:

- Vamos bastardo, es hora de comer -

abrió los y noto cómo ya no estaba donde ese recuerdo, que seguía presente en su vida, desde hace 500 noches que ese recuerdo jamás salía de su mente.

Se levantó y observo su pequeña prisión, en algún lugar del mundo. Un pequeño cubo de 5×5 metros, una cama, una taza, la regadera más oxidada de la historia y un taza de baño, no había más, perdón si había más, esa pequeña ventana cubierta por barrotes de hierro.

Se acercó a la gruesa puerta de metal, tomo la bandeja extendida por un pequeño contratiempo, 250 gramos de arroz, una pechuga de 100 gramos de pollo azada y un vaso de agua. Era todo lo que comía al día.

Tomo la bandeja y se alejo, trás ver el compartimiento cerrado, se dirigió a su cama y sentó para poder disfrutar los alimentos. Termino la comida que hace mucho tiempo había perdido el sabor, dejo la bandeja para que fuera fácil de tomar desde el otro lado de la puerta, se acercó a la pequeña ventana y observo el exterior.

Solo tenía acceso a ver una extensa línea que divida dos grandes, trozos de tierra, el lado izquierdo tenía grandes cantidades de arena y el otro, toda su vegetación estaba cubierta por una fina capa de nieve. El invierno había llegado hace poco y disfrutaría cada segundo.

Cerro los ojos y se permitió recordar lo último que sabía de su vida.

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- Flashback -

Continua narrando el personaje:.

- La única solución es dividir el chakra Yin, del Yang. . . Pero deberás tener en cuenta, que su alma se buscará y cuando se una, todo terminará -

El hombre más anciano apretó los puños en rabia y dirigió su mirada hacia el, como si fuera el causante de toda la mierda del mundo. Tenía un mal presentimiento, pero lo dejaría de lado y disfrutaría está sensación de disfrutar la vida, dejarse guiar por el viento. Todos, incluso la mujer, lo miraron cuando soltó el suspiro más largo y satisfactoria de su vida.

- Eso no pasará Shinigami-Sama, mis aliados y yo nos encargaremos de que jamás vuelva a ver la luz del día -

La mujer del Kimono blanco, parecía indecisa, pero lo miro y pudo sentir en car propia, el arrepentimiento, frustración, enojo, rabia, traición, que provenía y desprendía la mujer.

- Lo lamento mucho hijo mío. Pero no podré hacer nada para evitar tu triste destino -

Sintió las cuencas de sus ojos abrirse, por el asombro, escuchaba la voz de la mujer y por primera vez, sintió como tenía una conexión con ella, cerró los ojos y se aferró a ese sentimiento y trato de buscar significado a sus palabras.

- ¿Mi triste destino? -

Esa pregunta seguía en su mente y trataba de requirir a cada conocimiento, pero su mente solo seguía aferrada a esa pregunta. Finalmente olvidó esa pregunta al sentir algo que jamás podría describir, solo podía procesar como sentía que era dividido en dos, como si su alma fuera separada de su cuerpo.

Pareció ignorar las caras de miedo y arrepentimiento de todos, exepto del anciano. No lo sabía pero estaba gritando del dolor, aunque parecía no tener fuerzas, estaba demasiado jodido físicamente, pero tenía el suficiente coraje para gritar y tratar de hacerles sentir a los demás el sufrimiento que estaba pasando.

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- Final de capitulo -

Perdón por las faltas de ortografía o alguna palabra mal escrita.