E32. Libertad.

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Antes de comenzar, aclaro que no soy dueño, ni me pertenecen los/as personajes e imágenes utilizados para la creación de esta historia. Lo único que es de mi propiedad es la historia.

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- Diálogos.-

- Pensamientos.-

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Hace poco había terminado con su desayuno, arroz, pollo y agua. Estaba parado delante de su ventana, visualizando lo poco que podía ver, se preguntaba si en algún momento podría irse y disfrutar su vida.

Hizo una mueca de concentración, al sentir como se movía toda su celda y posiblemente todo el edificio.

Trato de sujetarse de la pared, al sentir como era sacudido todo el lugar, finalmente todo el edificio colapso sobre si mismo. Una gruesa capa de polvo, no permitía ver el acceso a como terminó la prisión especial hecha para Naruto.

El peli gris, cerró los ojos al sentir su mirada aturdida y como al parecer se había reventado los oídos, por el golpe. Involuntariamente su sombra se separo de el y demostrando una fuerza descomunal, levantó el escombro que estaba por aplastar a Naruto.

Con ayuda de su clon, se levantó y se quedó sujetándolo, hasta que se recompuso y pudo ver y oír a la normalidad. El clon volvió a formar parte de su sombra, al ver que Naruto ya estaba a la perfección. Pero casi al instante cerró su ojo derecho, al no estar tan acostumbrado a la visión de Byakugan.

Casi se vuelve a caer cuando, un temblor demasiado poderoso, sacudió todo el terreno. Pudo observar arena de hierro y de oro, luchar contra un mono gigante de 4 colas y en medio de esa batalla, dos ejércitos luchando por la supremacía.

La adrenalina, inundó su ser, una sed incontrolable de batalla, derramar sangre y generar caos, se apoderó de su ser y no pudo evitar unirse a la batalla.

Rasa extiende sus brazos, invocando su Kekkei Genkai: el control del Oro. Un torrente de polvo dorado surge del suelo, formando paredes, lanzas y escudos alrededor de él. Mientras tanto, el Tercer Kazekage canaliza su propia habilidad, el temido Jiton, invocando nubes de arena férrea que se arremolinan a su alrededor como un remolino de espinas letales.

Naruto, con su nueva forma oscura, parece una sombra andante. Manifestando Chakra Meiton, Naruto genera clones oscuros que se mueven como espectros a través del campo. Su ojo Byakugan escanea el campo de batalla, detectando cualquier debilidad. Con un simple gesto, desata su poder sobre el Meiton. Absorbe el chakra en el ambiente, drenando poco a poco las reservas de los Kazekage mientras una niebla oscura se arremolina alrededor de su cuerpo.

El Yonbi ruge con furia, lanzando bolas de fuego fundido hacia el cielo, que caen como meteoros, devastando el campo y obligando a los Kazekage a moverse con precisión. El Tercer Kazekage eleva un muro de hierro para protegerse del impacto, pero las llamas lo derriten rápidamente, mostrando el abrumador poder del Biju.

Naruto, por su parte, desaparece en una sombra oscura, reemergiendo justo detrás de Rasa, lanzando una ráfaga de golpes imbuidos con su chakra oscuro y la precisión mortal del Byakugan. Cada golpe se siente como un latigazo en los puntos de chakra del Kazekage, haciéndolo tambalear. Pero antes de que pueda dar el golpe final, el Tercer Kazekage lo embiste con una ola de hierro, forzando a Naruto a retroceder y desvanecerse en las sombras nuevamente.

El Yonbi, imparable, lanza otro grito atronador, cargando una Bijuu Dama que empieza a formar una esfera negra brillante. Rasa, consciente del peligro inminente, convoca una marea de oro líquido, tratando de envolver la esfera antes de que alcance su máximo poder. Sin embargo, Naruto aparece de nuevo, absorbiendo el chakra del oro con el Meiton y lanzándolo de vuelta hacia el Tercer Kazekage, quien apenas consigue bloquearlo con un escudo de arena férrea.

Naruto: El lobo gris del ojo blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora