Naruto: El lobo gris del ojo blanco.

E39. La última batalla.

Antes de comenzar, aclaro que no soy dueño, ni me pertenecen los/as personajes e imágenes utilizados para la creación de esta historia. Lo único que es de mi propiedad es la historia.

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- Diálogos.-

- Pensamientos.-

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Ashina Uzumaki, se había movido como nunca antes, en los últimos años. Se había enterado de lo sucedido las últimas horas y había salido del campamento Uzumaki, a pelear contra la versión Yin de Naruto.

Se arrepintió de no haber presionado lo suficiente para, que se matará a la versión Yin de Naruto, todo esto no estuviera pasando si Tsunade no fuera tan estúpida e ingenua según sus palabras.

No sabía si Tsunade, había enviado a la parte Yang a la batalla, pero sabia que la mujer, era tan tonta que lo había resguardo en la aldea como un último recurso.

- Maldigo la ingenuidad de tu gente Hashirama -

Finalmente Ashina se deslizó por el suelo, para frenarse al sentir los 5 Chakras poderosos delante de el. No sé detuvo y volvió a maldecir una y mil veces al Senju y a todos los de Konoha. Incluso a sus ancestros y a los mismos dioses.

Los rayos del sol de la mañana atraviesan la bruma, tiñendo el cielo de un anaranjado crepuscular. Es un contraste brutal con la atmósfera tensa del lugar: el aire está cargado con la energía de los cuatro Bijū—Kurama (Kyūbi), Saiken (Rokubi), Son Gokū (Yonbi) y Kokuō (Gobi)—que rodean a su amo, Naruto, mientras se preparan para un nuevo enfrentamiento.

Frente a ellos se alza Ashina Uzumaki, con una expresión determinada. Su voluntad es inquebrantable. Este es su último intento por detener la oscuridad que amenaza con devorar el mundo.

El suelo retumba mientras Son Gokū y Kokuō avanzan a toda velocidad, lanzando rugidos que hacen temblar el aire. Ashina, con los ojos firmes, ejecuta una serie de sellos a una velocidad vertiginosa, invocando enormes sellos de contención que emergen del suelo, atrapando temporalmente a Kokuō en una prisión de chakra. Pero Son Gokū rompe el sello con un golpe de lava que hace que el aire se caliente y chisporrotee a su alrededor.

Ashina evade por poco, arrojándose hacia atrás mientras desenrolla un pergamino de sellado antiguo. Al tocarlo, invoca un torbellino de energía selladora que atrapa una de las colas de Son Gokū, deteniendo su avance momentáneamente. Kurama, sin embargo, aprovecha la apertura y desata una Bijūdama que impacta contra el suelo, enviando a Ashina volando varios metros hacia atrás, rompiendo el suelo en un cráter gigantesco.

Con un grito de esfuerzo, Ashina crea un sello gigante que se eleva en el cielo, tratando de contener el poder combinado de los cuatro Bijū. Las corrientes de energía se entrelazan, pero la fuerza bruta de Kurama, junto con el veneno corrosivo de Saiken, disuelven el sello antes de que pueda terminar de formarse.

Naruto Oscuro, observando desde una colina cercana, sonríe con una expresión de triunfo. Las sombras que lo rodean parecen palpitar con anticipación mientras se prepara para intervenir directamente en la batalla. Ashina, jadeando y con sangre goteando por su frente, sabe que sus fuerzas se agotan, pero sigue luchando, lanzando cadenas de chakra doradas para inmovilizar a Kurama y contener sus embates.

Pero a pesar de sus esfuerzos, las cadenas de Ashina se rompen ante la fuerza de los Bijū, y es derribado una vez más. Naruto Oscuro desciende, avanzando lentamente hacia él mientras las sombras se agrupan en su mano, formando una lanza de oscuridad pura, afilada y vibrante.