Remnants of Fate By Zelenal

V3C12: Enfrentando el destino

Pyrrha Nikos estaba sentada en una silla en la oficina del Profesor Ozpin frente al hombre mientras otro hombre, bastante bien vestido, se apoyaba contra una columna cercana. La habían convocado allí hacía aproximadamente media hora y no tenía ni la menor idea de por qué. No había sucedido nada importante ni inesperado de lo que ella estuviera al tanto y ciertamente no estaba en ningún problema. Para complicar aún más las cosas, durante los últimos minutos, el Profesor simplemente le había hablado sobre el torneo mientras el hombre desconocido la miraba con el ceño fruncido y vagamente en el fondo como si la estuviera evaluando para una pelea.

Ahora bien, Pyrrha no era tonta y era más que capaz de leer la sala y ver debajo de lo que había debajo, por así decirlo. Podía decir que esta conversación, una vez que dejaran atrás las frivolidades, iba a ser quizás la conversación más importante de su vida. Era como si pudiera sentir el peso de su destino, un peso que no había experimentado plenamente en algún tiempo gracias a su equipo, presionándola más que nunca. Es más, sabía que esta conversación ociosa era simplemente el intento del Profesor de tranquilizarla.

Estaba teniendo el efecto contrario.

Ser convocado por el director no era algo que sucediera al azar y sin ninguna razón; él no llamaba a la gente a su oficina solo para hablar de cosas casuales. Además, el otro hombre parecía vagamente familiar de una manera que Pyrrha no podía articular y tenía un aura que no era tan diferente de la de Emiya Shirou cuando no tenía la máscara: poder perfeccionado y socavado por un profundo dolor. Pyrrha pensó que era bastante buena para obtener una idea de cuán fuerte era una persona, pero estaba teniendo considerables dificultades para ubicar a este hombre. Estaba a punto de atribuirlo a un Semblante como el de Lie Ren cuando vio la petaca. Algo que fue a la vez impresionante y aterrador fue que, cuando notó la petaca, él la movió fuera de su vista a pesar de que lo había estado leyendo con su visión periférica.

"Bueno, no es ninguna sorpresa que te hayan elegido para pasar a la ronda final del torneo. Tu actuación fue ejemplar", dijo el profesor Ozpin con una risita, atrayendo la atención de Pyrrha hacia él.

"Gracias, profesor Ozpin, pero nunca habría llegado tan lejos sin mis compañeros de equipo", respondió Pyrrha casi automáticamente. A pesar de parecer absurda, esta afirmación era cierta. De no haber sido por sus amigos, habría sido como era antes de llegar a Beacon: avanzando automáticamente en las tareas con una perfección precisa mientras esperaba pacientemente su destino. La antigua ella nunca habría dejado que Jaune Arc hiciera la mayor parte del trabajo en la segunda ronda.

"Personalmente creo que es al revés", dijo el otro hombre mientras se cruzaba de brazos.

Pyrrha se levantó bruscamente y se giró para mirarlo a la cara. Fueron las incontables horas de entrenamiento en decoro lo único que le impidió arremeter contra él verbalmente. "Lo siento, pero no creo que nos hayan presentado", dijo cortésmente, aunque un tanto fríamente.

"Mi nombre es Qrow", dijo con un gruñido.

"Qrow es un colega de confianza mío", afirmó el profesor Ozpin.

Pyrrha entrecerró los ojos mientras pensaba por un momento antes de que el recuerdo viniera a ella: "¿Qrow Branwen? ¿El tío de Ruby y Yang?"

—Soy yo —dijo, agitando dos dedos en la mano—. Me alegra saber que los mocosos siguen hablando de mí. Apuesto a que probablemente no he dicho nada bueno, lo cual... sería justo. Bueno, Yang probablemente me criticaría, pero no creo que Ruby lo haga.