Antes de leer pone la cancion ☝️
- 𝑹𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒂𝒔...
El finde se había pasado volando, y ahora, el regreso a la facultad se sentía más pesado de lo que imaginaba. Entre las risas, el descontrol, y esas charlas a media luz en la casa de Bichy, había algo en mí que creía que las cosas con Rodrigo estaban a punto de cambiar. Ilusa. Porque, claro, hoy era lunes, y todo lo que había sentido se esfumaba como humo en el aire.
Llegué temprano, todavía masticando lo que había pasado. O lo que no había pasado, mejor dicho. ¿Cómo podía estar tan cerca de algo y, al mismo tiempo, tan lejos? No sé. A veces sentía que vivía para esos momentos en los que Rodrigo parecía abrirse, pero después todo volvía a ser un caos.
Entré al aula, buscando a Gio en el fondo, como siempre. Ahí estaba con bichy, los dos instalados con sus apuntes y unas sonrisas burlonas apenas me vieron llegar.
—¡Val! ¿Cómo andás, che? —me saludó Bichy, levantándose de su silla con una sonrisa amplia, como si el lunes fuera su día favorito—. Vení, sentate acá —dijo, apartando su mochila para hacerme lugar a su lado.
—Sí, tranqui —mentí, sentándome a su lado—. Solo cansada.
Bichy me miró con esa expresión que decía que no se lo creía, pero no insistió. Él siempre sabía cuándo dejarme en paz, cuándo no hacer preguntas. Eso me gustaba de él, nunca me presionaba para hablar si no quería.
Gio, en cambio, no iba a dejarlo pasar tan fácil.
Me senté sin mucho ánimo, pero Bichy, como siempre, parecía decidido a animarme. No sé cómo lo hacía, pero siempre tenía esa energía que te levantaba un poco, aunque no quisieras.
—¿Y ese bajón, Val? —preguntó Gio, entrecerrando los ojos como si pudiera leerme la mente—. A ver, contame que paso el sabado con rodrigo?.
—No, nada —respondí, sin ganas de dar más detalles. No había mucho que contar de todos modos—. Hablamos un rato en la fiesta, pero después... nada, Estuvo toda la noche con Guille despues, todo parecia ir bien pero...
—Nada... Es que despues de hablar con Rodrigo lo vi toda la noche con Guille —solté, sintiéndome un poco tonta por seguir en la misma—. Está como si yo ni existiera.
Gio chasqueó la lengua y negó con la cabeza.
—Ay, por favor, esa Guille me tiene harta. Siempre haciendo el papel de la novia aunque no lo sea. ¿Qué le pasa?
Bichy, que hasta ese momento había estado medio callado, se inclinó un poco hacia mí, apoyando un brazo en el respaldo de mi silla.
—No le des bola, Val. Rodrigo es un colgado, ya lo sabés. No ve lo que tiene enfrente hasta que se lo pasan por la cara.
—Sí, pero ya cansa, Bichy —dije, cruzándome de brazos, frustrada—. No puede ser que no se dé cuenta de nada.
Bichy me miró por un momento, como evaluando qué decir, y luego, con ese toque tan suyo, deslizó suavemente su brazo por mis hombros y me atrajo un poco hacia él. Fue un gesto natural, casi sin pensarlo, pero había algo en la forma en que lo hizo que me descolocó un poco.
—Val, mirá —dijo en voz baja, casi en tono confidencial, mientras sus dedos jugaban distraídamente con el borde de mi suéter—. No te merecés estar así por un tipo que no te da bola. Vos sos mucho más que eso, ¿sabés? Si Rodrigo no lo ve, peor para él.
Su cercanía y el calor de su brazo alrededor mío me hicieron sentir un cosquilleo inesperado, pero traté de no darle mucha importancia. Era Bichy, después de todo. Siempre había sido así de cercano conmigo.
—Capaz que tenés razón —respondí, aunque mi mente seguía girando en torno a Rodrigo.
Gio nos miró de reojo y sonrió de manera maliciosa.
—Mirá qué lindo este dúo dinámico —bromeó Gio, dándonos un codazo—. ¿Se vienen los arrumacos o qué?
—No seas boluda, Gio —le respondió Bichy, riéndose mientras me daba un apretón en el hombro, como si todo fuera un juego—. Vos siempre tirando palos, eh.
Pero, mientras se reía, no me soltó. Sentí su brazo firme a mi alrededor, y aunque intentaba mantenerlo en lo puramente amistoso, había una sutileza en el gesto que no pasé por alto.
—Bueno, mejor vamos por un café antes de que empiece la clase y te quedes con esa cara de amargura —dijo Bichy, poniéndose de pie y tendiéndome la mano.
Tomé su mano y me levanté, notando el ligero tirón que me dio para mantenerme cerca un segundo más de lo normal. Era un detalle pequeño, casi insignificante, pero me hizo sentir algo. Algo diferente. Como si hubiera más en esos gestos de lo que mostraba a simple vista.
Caminamos hacia la cafetería, y mientras Gio seguía hablando de cualquier cosa, Bichy se mantuvo cerca, su hombro rozando el mío de vez en cuando. Esos toques, aunque pequeños, no eran casuales. Pero él lo hacía ver tan natural que por momentos me convencía de que no significaba nada.
—¿Estás mejor? —me preguntó de repente mientras esperábamos en la fila para pedir.
—Sí, un poco —admití, agradecida de que estuviera haciendo lo posible para distraerme.
Cuando recibimos nuestros cafés, nos sentamos en una mesa al aire libre, y Gio, con su energía inagotable, siguió hablando de los planes para el fin de semana. Yo apenas escuchaba, perdida en mis propios pensamientos, cuando de repente sentí la mano de Bichy rozando la mía bajo la mesa. Fue un toque rápido, sutil, pero su pulgar acarició ligeramente mis dedos antes de apartarse.
—¿Estás bien? —me susurró, inclinándose un poco hacia mí.
Asentí, aunque mi corazón latía un poco más rápido de lo habitual.
—Sí, gracias por... estar —dije, sabiendo que no hacía falta decir mucho más. Él entendía. Siempre entendía.
—Cuando quieras —me respondió con una sonrisa, esa que siempre me hacía sentir que todo estaba en su lugar, al menos por un rato.
El resto del día pasó entre risas y bromas, pero cada vez que nuestras miradas se cruzaban, había algo más en el aire, algo que antes no estaba. Un silencio cargado de significado, una conexión que no podía definir del todo, pero que estaba ahí. Y, por primera vez en mucho tiempo, Rodrigo no ocupaba toda mi mente. Eso creo...
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Diosss lloroo
todas amamos a bichy en estos momentos jsjsj
medio cortito creo pero espero que te haya gustado, Valen anda media confundida pero entiendala
-Tai<3
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𝐂𝐞𝐫𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐓𝐢 - 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨 𝐂𝐚𝐫𝐫𝐞𝐫𝐚-
Fanfiction-𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘢𝘳-- Valentina Riccardi, estudiante universitaria, ha estado enamorada de Rodrigo, su compañero de clase, desde el secundario. Aunque él parece ajeno a sus sentimientos, el primer día de la faculta...