𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟒𝟐

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  -𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐝𝐢𝐜𝐡𝐚𝐬

El sonido del motor del micro era la única constante en ese viaje interminable de regreso. Con la cabeza apoyada en la ventanilla, miraba las luces lejanas de la ciudad, mientras la realidad se iba haciendo cada vez más pesada. Habían pasado semanas desde aquella noche en el boliche, desde el beso y las palabras que me desgarraron. Semanas sin una llamada, sin un mensaje, como si lo nuestro no hubiera significado nada, como si yo no significara nada.

Suspiré, ajustando los auriculares. La canción "Cerca de ti" de Tiago PZK empezó a sonar, y las primeras notas me hicieron cerrar los ojos mientras la letra retumbaba en mi pecho.

"Y si fuera por mí, estaría cerca de ti. Pero tengo que dejarte volar..."

Ahí, escuchando esas palabras, mi cuerpo se tensó y un impulso doloroso casi me hizo sacar los auriculares. Pero la canción seguía, no podía detenerla, ni quería. Sabía que era cierto, que si por mí fuera, estaría ahí, a su lado, encontrando una forma de hacer que las cosas funcionaran. Pero, ¿cómo hacer para sostener algo cuando él mismo decidió que no debía ser? ¿Cómo seguir intentando cuando él eligió el silencio?

Cada segundo que pasaba me sentía más vulnerable, más lejos de él. Era como si aquel beso, aquel momento que yo había esperado, había destruido cada posibilidad, cada puente entre nosotros. Y no podía evitar imaginarlo; cada vez que cerraba los ojos recordaba el sonido de su voz diciendo que "eso no tendría que haber pasado." Que ese beso, ese instante que para mí había sido todo, para él había sido solo un error.

La canción avanzaba, y sentía cada palabra como un golpe en el pecho.

"Supongo que es una parte de amar..."

Y yo me preguntaba si de eso se trataba, de soltar, de dejarlo volar, aunque doliera más de lo que podía soportar. Porque si había aprendido algo a lo largo de estos años junto a él, era que había que dejar ir las cosas que uno no podía controlar, que había momentos en la vida en que simplemente había que soltar, aunque eso me partiera en mil pedazos.

"Supongo que es una parte el no tenerte y besarte, ya no puedo ni tocarte..."

Sentí un nudo en la garganta que no pude contener, y las lágrimas comenzaron a caer sin que pudiera detenerlas. Intenté limpiar mi cara, pero no sirvió de nada. Miré mis manos, las mismas que habían tocado su piel, que habían sentido su abrazo, y me dolió recordar. Los momentos que habíamos compartido en la primaria, en la secundaria, las risas cómplices, las miradas cargadas de significados ocultos en la facultad... Cada recuerdo parecía burlarse de mí en ese instante, recordándome que todo se había ido a la mierda solo por haber sentido de más.

"Mi vida está hecha un desastre, vos ya no estás pa cuidarme como lo habías hecho antes..."

Apoyé la cabeza contra la ventanilla, deseando que el tiempo avanzara rápido, que este dolor pasara, que la vida encontrara alguna forma de alivio. Rodrigo había sido mi compañero, mi refugio, y sin él me sentía sola. Era como si todo se hubiera desmoronado solo por no poder guardar esos malditos sentimientos, por no poder evitar enamorarme de él.

El paisaje que se deslizaba por la ventana parecía un reflejo de mis pensamientos: oscuro, implacable, como si cada kilómetro que recorría me alejara aún más de cualquier oportunidad de hablar con él, de arreglarlo. Sentí el peso de cada palabra que nunca le había dicho y de todas las que él nunca me había dicho a mí. Todo lo que compartimos, todos esos años, todas las miradas cómplices, se habían desmoronado por culpa de mis propios sentimientos. Mi vida ahora se sentía como un desastre, un puñado de recuerdos que ya no me pertenecían, y su ausencia pesaba como un vacío imposible de llenar.

𝐂𝐞𝐫𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐓𝐢 - 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨 𝐂𝐚𝐫𝐫𝐞𝐫𝐚-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora