Dia 4: Curar Heridas

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Día 4: Curar heridas.

La Enfermería de Hogwarts, era sino, el lugar más idóneo para dos tipos de estudiantes, los heridos o enfermos, y los que querían estudiar para una carrera dentro del campo de la Sanación Mágica.

Uno de los lugares que menos le gustaba frecuentar, y desafortunadamente era uno de los mas que más frecuentaba.

No era para menos, siempre tenía a los Merodeadores dándole un boleto de visita a la Enfermería, y el a ellos cuando los encontraba, al punto que Madame Pomfrey, la Sanadora del colegio, cada vez que entraba repetía ¿Ahora que hicieron?

Pero, contrario a otras veces, no estaba ahí porque los Merodeadores algo le hicieran, sino porque simplemente escucho que su novio era un idiota.

La enemistad entre Slytherin y Gryffindor era conocida, y curiosamente habia dos bandos, el bando de los Merodeadores de Gryffindor, y el bando de los chicos de SLytheirn, del que al parecer el formaba parte.

No es que hicieran maldades, realmente, Avery y Mulciber, sus amigos, se divertían a su manera tan particular, como los Merodeadores, algún que otro embrujo, uno que otro hechizo, nada que los Merodeadores no hicieran. No es que estaba de acuerdo con lo que hacían sus amigos, si los apoyaba, pero debía admitir que eran bromas, sus amigos decían que era eso, bromas como las de los Merodeadores, y no podía decirles que no tenían razón, porque ciertamente los Merodeadores no se medían en sus bromas en los pasillos o a cualquiera que les desagradara.

Él estaba en Runas Antiguas, una clase que compartía con Lily, mas no con los Merodeadores, ellos hacían Adivinación, y sus amigos de Slytherin tenían tiempo libre, según ellos. Cuando fue el cambio de hora supo de un gran alboroto, y como era común todos los estudiantes que pudieron se aglomeraron donde era el dichoso duelo, para cuando logro adentrarse entre la muchedumbre encontró que Avery y Mulciber habian recibido una broma de Sirius Black,quien estaba en el suelo y sus amigos auxiliándolo, los Slytherin lo habian atacado, lo que ocasionó que se batieran en duelo, y Sirius al parecer perdió.

Los Merodeadores llevaron a su amigo herido a la enfermería, solo para que después Madame Pomfrey los corriera, diciendo que el enfermo debía descansar.

Llegada la noche, cuando todos se fueron a sus salas comunes, el hábilmente se escabullo hasta la enfermería y fue directamente a ver a su novio, no quería respuestas, quería ver que estuviera bien.

Sirius estaba en la cama, haciendo trazos en un pergamino, pero no supo qué hacía, apenas entro este guardo todo debajo de la almohada.

— ¿Qué haces aquí? ¿Viniste con tus amigos a burlarte de mí?

— No seas idiota, vine a ver que estés bien, eres mi novio ¿No? Quizás a curar tus heridas.

— Estoy bien, no te necesito...tu defiendes a esos dos.

— No los defiendo, pero debes admitir que lo que hacen es igual a lo que Potter, Lupin y tu hacen — dijo ladeando los ojos, se acercó hasta donde había un cuenco, el cual tenía agua y una esponja, la humedeció y enseguida le paso por la cabeza —. A ver si esto te enfría las ideas.

— Se me enfriaran las ideas cuando te alejes de esos dos, no son buenos.

— Tus amigos tampoco.

— Es distinto, lo que hacemos nosotros son bromas.

— Ajam — dijo poniendo los ojos en blanco.

— Ellos están usando magia oscura, Maleficios, llegara el momento en que comenzaran con las maldiciones, una vez que cruzas ese punto, no hay retorno, James y yo solo hacemos uso de embrujos y encantamientos, sabemos el límite.

— No me digas.

— Verus, mi familia ama las Artes Oscuras, se de lo que hablo, mi familia no ha cruzado ese límite de sobrepasar de los Maleficios, pero Avery y Mulciber le tomaron gusto.

— Deja de justificarte.

— Puedo asegurarte, esos dos están fantaseando con unirse a ese Lord Oscuro.

— Ellos y todos en la casa de Slytherin.

— ¿Tu también? — pregunto mirándolo con interés —. Tu también quieres ser uno de ellos.

Se quedó en silencio, sin saber que responder, ciertamente Avery y Mulciber le habian hablando mucho del tal Lord Oscuro, y el prefecto Lucius Malfoy años atrás, pero para ser sincero consigo mismo no lo había pesando siquiera ¿Por qué? Le ofrecían poder, le ofrecían gloria, el llamado Lord aseguraba que llevaría a los magos a una nueva era, una donde no se tuvieran que esconder de los Muggles, que ellos les temerían y que todas las razas de seres y bestias respetarían a los magos.

— ¿Por qué no dices nada? ¿Acaso lo has pensando? ¿Sabes lo que hacen ellos con quienes son como Evans, como yo, como tu madre? — pregunto — Tu eres distintos, tú quieres a Evans, te he visto como la miras, sé que es tu amiga desde que eran pequeños, tu no quieres que nada malo le pase a ella, y tu madre, ella se casó con un Muggle, te he visto, tú quieres a tu madre.

— A ellas no les pasara nada — dijo dejando la esponja a un lado —. No quiero discutir esto.

— Nos vemos mañana, Verus.

— Si, si...hasta mañana.

Dejo todo a un lado y se fue enojado, no podía no pensar en eso, pero la vez preguntarse si Sirius tendría o no razón, porque ciertamente él sabía más de cosas sobre familias Sangre Pura que él. Al menos una cosa si supo, no fue que Sirius le hizo una broma a Avery y Mulciber en los pasillos y ellos se lo devolvieron, Sirius ataco a Avery y Mulciber, y no por una broma que le fue devuelta.

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