La situación actual era algo para pensar, o al menos así lo veía. La guerra era una situacion serie desde donde se le viera, y no había mucho que pensar al respecto, los tres bandos estaban en su apogeo.
Del lado del mago tenebroso, conocido como Lord Voldemort, causaban destrucción y muerte, la marca tenebrosa había sido vista tantas veces en ese tiempo que comenzó a ser causa de temor.
Del bando del Ministerio Bartemius Crouch había dado la orden del uso de toda la fuerza que fuera necesaria, incluyendo maldiciones imperdonables. Los Aurores no daban un paso atrás, y muchos inocentes estaban comenzando a ser apresados.
Y finalmente un tercer bando había surgido, liderados por el director de Hogwarts, el colegio de Magia y Hechicería, magos jóvenes que se graduaban se enlistaban a pelear por, en palabras de todos, lo que era correcto.
Y aquellos que no apoyaban ningún bando, eran víctimas inocentes de una guerra que no pidieron tener.
La situación actual, para cualquiera que pensaba de la manera seria era evidente, no era el momento ni el lugar para tener hijos. Pero curiosamente muchos de los que se graduaron de Hogwarts, tan pronto abandonaban sus estudios buscaban formar una familia, con hijos incluidos en todo el contexto.
Ciertamente él no lo pensó, el sabia que sus objetivos estaban claros, ya se había graduado, su siguiente paso era conseguir la maestría en el extranjero, ya que la oportunidad se la había presentado. Y contrario a sus padres, cuando la situación económica fuera estable y buena, y ya no habría guerra, o al menos un bando se proclamará el vencedor, solo entonces buscaría tener un hijo.
Una de las cosas que se enteró, recientemente, era que él era un Doncel, un hombre con la capacidad de embarazarse, según su magia eran casos raros, según su novio, Sirius, eran casos que se despertaban cuando la magia sabía que pronto se quedaría sin descendencia y buscaba por donde seguir.
Con eso saco dos conclusiones, la primera era que su familia materna, los Prince, no tenían un heredero. Y la segunda que los Black dependían de que Sirius tuviera un heredero.
Cuando comenzó a sentirse mal culpo de sus malestares a situación caótica actual, a su estrés por pronto irse, culpo a todo hasta que sus sospechas de un embarazo estaban sobre la mesa.
Con las sospechas en la mano, se dijo asi mismo que pasara lo que pasara, no iba a abandonar a su hijo, no era una posibilidad, y Sirius dejo claro que lo acompañaría siempre.
El ¿Qué hacer? Era la pregunta, no podía desaprovechar la oportunidad de sus estudios en el extranjero, pero ciertamente tampoco podía ir al extranjero con un embarazo, pasarlo ahí, y regresar a Gran Bretaña nueve meses después, para después volverse a ir con un recién nacido, no tenía lógica, y seguramente se complicaría mucho sus planes con un bebé de intermedio.
Sirius tampoco había dado su mano a torcer sobre el asunto de la guerra, él ya le había dejado claro que se quedaría a ayudar, porque era lo correcto.
Y con toda esa angustia logro conseguir un sanador que pudiera darle un aspecto mas amplio del panorama, uno que tenía una gran habilidad con tecnológica Muggle, y que le diría todo lo que el diagnóstico por imágenes podría darle.
Sirius lo había acompañado aquella tarde, y se veía emocionado.
— Si es varon tenemos que romper con el ciclo de nombres de las estrellas — dijo denotando emocion- — Debemos elegir un muy buen nombre, que rime con Black y Snape.
— Si, claro — dijo poniendo los ojos en blanco, no se veia animado.
— ¿Qué te pasa? ¿No te hace ilusión?
— No, por supuesto que no, solo puedo pensar en todo lo que acarrerara.
— ¿Y eso es...?
— Estamos en medio de una guerra.
— Las guerras no detienen a la humanidad, mientras nosotros estamos aquí, otro niño nace por ahí — dijo conmovido —. Pero, si no quieres tenerlo...
— Mi madre me dijo que es virtualmente imposible que no lo tenga, es demasiado complicado sacarlo, por lo que deberá nacer — argumento convencido.
— Supongo que, vamos a dejar que las cosas sucedan — dijo convencido —. Por algo pasan las cosas.
Si, por algo pasaban las cosas, pensó. Entonces el Sanador, un hombre en si joven, los llamo adentro del consultorio.
Era un lugar pequeño, con algunas maquinas y una computadora, el Sanador le hizo indicaciones de a donde acostarse, y luego que estuvo completamente relajado sobre una camilla hecho un gel sobre su viente, para luego acercar un aparato.
Y espero.
La espera se hizo eterna, y el Sanador movio con gran velocidad por todos lados, hasta que finalmente se detuvo.
— Si, eres un doncel, de eso no quepa duda.
— Ya lo sabíamos doctor ¿Es niño o niña? — pregunto Sirius —
— Ni uno ni el otro — dijo convencido.
Falso embarazo fue lo último que sus oídos escucharon, las explicaciones eran larga, y aburrida, hasta Sirius se aburrido dando un bostezo apenas la escucho.
Debido a su edad tenía grandes posibilidades dequedarse en la "Dulce espera" le dijo el Sanador, y un Falso embarazo, era elsinónimo de que su cuerpo se preparaba para uno
Nota
Perdonen la demora ayer no se que problema tuvo mi pc que no se conectaba, bueno, hoy si se conecto, asi que hoy premio doble XD
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Magic Love
FanfictionSeverus Snape y Sirius Black, una pareja un tanto contradictoria, que nadie esperaba como tal.