El llamado del juego
Al día siguiente, desperté sin Sylus a mi lado. La cama aún conservaba el leve rastro de su calor, pero él ya se había levantado temprano, como lo hacía últimamente. Aproveché su ausencia para hacer algo que había evitado desde que llegué a su casa: salir al jardín.
Siempre había tenido miedo de lo que pudiera encontrar afuera, de lo que significaba estar en este mundo donde yo no pertenecía del todo, pero hoy necesitaba respirar aire fresco. Mi mente estaba abrumada por todo lo que había pasado: los cazadores, la amenaza constante, y Sylus... Sylus quien, de alguna forma, me había brindado un refugio cuando más lo necesitaba. Sin embargo, la presión de estar siempre encerrada me asfixiaba. Debía salir, aunque fuera solo por un momento.
El cielo de la ciudad, teñido con ese tono característico rojo, resultaba imponente. Había algo inquietante en la forma en que ese color lo bañaba todo, una sensación de peligro inminente, pero también de belleza sombría. Di unos pasos más allá del umbral de la casa, sintiendo la brisa ligeramente cálida contra mi piel.
Pero antes de poder seguir avanzando, todo se volvió blanco de repente.
Mis pies se detuvieron instintivamente, y me di la vuelta, esperando encontrar la puerta de la casa de Sylus, pero esta ya no estaba. Lo que había sido un jardín se había transformado en un espacio infinito, completamente blanco, como si hubiera sido transportada a otro lugar. Mi respiración se aceleró.
—¿Dónde estoy? —susurré, más para mí que para alguien más.
De repente, una voz robótica resonó a mi alrededor, amplificada como si hablara a través de un altavoz.
—Aquí no es tu nuevo hogar.
Mi corazón se detuvo por un segundo. No reconocía la voz, pero su tono metálico me hizo sentir una punzada de miedo.
—¿Quién eres? —pregunté, tratando de mantener la calma, aunque mi voz temblaba.
—No soy un quién, soy un qué.
Eso no ayudaba en nada a calmar mi mente.
—¿Qué quieres de mí? —insistí, tratando de entender por qué me encontraba en ese lugar.
—Eres un virus, y los virus deben ser eliminados. Has provocado que el código de programación de Sylus se rompiera, y ahora él es autónomo sin siquiera saberlo. El juego tiene un grave error, y tú eres la causante.
Mi mente comenzó a girar. ¿Era yo la razón de todo esto? ¿El error en el código de Sylus, el hecho de que se comportara de una manera tan distinta a los otros protagonistas del juego? ¿Era por mi culpa?
—Si soy el problema, entonces, ¿por qué no me eliminaste de una vez? —grité, sintiendo que el pánico y la frustración comenzaban a tomar el control—. Estoy cansada de huir. ¡Eres tan cobarde que ni siquiera me diste la oportunidad de defenderme y, aun así, no pudiste acabar conmigo!
—Arrogante.
El sonido de la voz robótica se amplificó, tan fuerte que me aturdió y tuve que cubrirme los oídos.
—Sylus tiene un campo de protección en su casa que no puedo penetrar, pero es solo cuestión de tiempo.
Sentí una corriente de frío recorrer mi espalda. Sylus, sin saberlo, había creado un refugio para ambos, pero el juego estaba buscando una manera de llegar a nosotros.
—Tienes tres opciones, Nina.
De repente, una puerta negra apareció delante de mí. Era alta, imponente, y de alguna manera parecía llamar mi atención, como si me invitaran a cruzarla.
—O desistes por tu propia cuenta... —la voz pausó, como si me estuviera dejando tiempo para procesar lo que decía—. Elimínate a ti misma.
Un escalofrío me recorrió. ¿Acabar conmigo misma? No, eso no podía ser una opción. No después de todo lo que había pasado.
—O puedes esperar a que penetremos el escudo de Sylus, y enviaré a los protagonistas a atacarlo...
Mi pecho se tensó ante la idea. Sylus, a pesar de su poder, no podría enfrentarse a todos ellos a la vez. Y menos si yo era la causa de todo esto. No, no podía permitirlo.
—¿Cuál es la tercera opción? —pregunté, sintiendo que la desesperación me consumía.
—Eres un virus, pero incluso los virus pueden ser reprogramados. Borraremos el código que provoca el caos en el juego, lo que significa que tu mente se borrará por completo. Sin recuerdos, sin emociones, sin identidad.
Mi corazón se aceleró.
—A cambio, podrás subir de nivel. Serás parte del juego, un cazador más, pero sin rastro de lo que alguna vez fuiste. Podrás elegir tu camino, pero nadie recordará que exististe. Ni siquiera Sylus.
Mis piernas se debilitaron. No podía ser verdad. ¿De verdad estas eran mis únicas opciones? ¿Acabar con mi propia vida, ser la causa de la destrucción de Sylus, o borrar cada rastro de quien era, de lo que habíamos compartido?
Caí de rodillas en el suelo blanco, mis lágrimas comenzaron a caer sin poder controlarlas. El peso de la situación me golpeó como una tormenta. No importaba lo que eligiera, todas las opciones implicaban una pérdida. Perdía a Sylus, me perdía a mí misma... o lo condenaba a él por protegerme.
—El tiempo corre, Nina. —La voz robótica se desvaneció, pero el eco de sus palabras quedó grabado en mi mente. El cuarto blanco desapareció de repente, y me encontré nuevamente en el jardín de Sylus, como si nada hubiera pasado.
Pero había pasado. Todo había cambiado en ese instante.
Me quedé de rodillas, sollozando, incapaz de creer lo que acababa de ocurrir. Las lágrimas caían sin parar, mientras la realidad se aplastaba sobre mí, pesada y abrumadora. Todo lo que había intentado evitar desde que llegué aquí estaba alcanzándome, y no sabía cuánto más podría soportar.
Las opciones giraban en mi cabeza, como un veneno del que no podía escapar. Sabía que tendría que tomar una decisión. Pero, ¿cómo elegir entre la vida de Sylus, mi propia existencia, o simplemente rendirme a un destino peor que la muerte?
No sabía cuánto tiempo había pasado desde que regresé al jardín, pero en ese momento no importaba. Estaba perdida, atrapada en una trampa que nunca debí haber encontrado, y ya no sabía cómo salir.
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Queridos lectores hemos llegado a un punto decisivo en la historia, ha decir verdad no tengo aún elegido que camino tome la historia, si la prota se sacrifica y por el bien de todo se elimina a si misma, si decide esperar a que penetren la barrera y luchar junto a Sylus o dar un formateo a la memoria de todo. Consideraré todas las opciones para ver que iría mejor con la trama misma de la historia pero me gustaría escuchar sus opiniones :)
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𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 | ꜱʏʟᴜꜱ
FanfictionNina, tras morir en un accidente automovilístico, reencarna en su videojuego favorito Love and Deep Space como un personaje secundario. Sin embargo, su nueva vida tiene un costo: está atrapada en un ciclo de misiones imposibles de rechazar y, mientr...