Primeras impresiones

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El domingo llega demasiado rápido. Con él, afloran los nervios y mi mal humor crece. Pero una promesa es una promesa, así que me pongo cómodo, y por supuesto mono, con un pantalón caqui y un jersey blanco que acentúa mi cintura y mis pectorales. Añado mis joyas: unos pendientes de aro dorados que quedan genial en mis orejas blancas y un colgante con un círculo, también dorado. Ya en la puerta, me pongo unas zapatillas nuevas en tonos marrones y una americana color avellana.

Listo. Ya podemos hacer acto de presencia.

En la puerta, con las manos sudorosas, toco y espero.

Por suerte, Phuwin es quien abre la puerta, y me invade una grata sensación de alivio.

— ¡Dunk! No sabes cuánto me alegra que hayas venido.

Phuwin me abraza y frota su cabeza contra la mía. Esto es tan agradable que empiezo a ronronear, y escucho que Phuwin responde de la misma manera.

— Ejem... Chicos, ¿vais a quedaros en la puerta?

Pond. Nos mira con una sonrisa irónica desde la entrada de la cocina. Sé que no le gusto. Creo que lo pongo nervioso porque Phuwin es demasiado cariñoso conmigo.

— Vamos, Dunk, pasa.

Me agarra de una mano y me hace pasar, cerrando la puerta tras de mí. Vamos hacia la cocina, donde están Pond y tres personas más.

— ¡Chicos! Os presento a Dunk, un amigo y compañero de trabajo.

— Encantado, Dunk, soy Gemini, y él es Forth.

— Puedo presentarme yo solo... ¡Hola, Dunk! Eres realmente precioso, más de lo que imaginaba con lo que me contaba Phuwin.

Gemini y Forth... diría que son pareja. Este último también es un nekoboy, pero sus orejas son negras, a diferencia de las de Phuwin y las mías.

Forth se acerca cada vez más; sé que quiere olerme y, si se lo permito, querrá frotarse contra mí. No es nada sexual; entre nosotros, los nekoboys, hay mucha conexión en esa acción.

— ¡Forth-Forth! Te lo he dicho antes, con calma. Vamos, ven conmigo y dale espacio.

— Gem...

— Ehm... No pasa nada, Gemini.

— Jijiji... No sabes lo que acabas de hacer.

Esto me lo susurra Phuwin.

Forth se lanza contra mí, se cuelga de mi cuello mientras me olisquea y se frota contra mí. Su ronroneo es precioso. Estoy a punto de dejarme llevar cuando Gemini me salva.

— Forth, por favor, eres demasiado. Dunk acaba de conocerte. Dale tiempo, ¿vale?

— Lo siento... Es que es tan bonito.

— Lo sé, te entiendo. Lo siento, Dunk. La verdad es que eres precioso; hasta a mí me dan ganas de acariciarte las orejitas.

— ¡Ah! Gem...

Forth está a punto de llorar, y esta es mi confirmación de que son pareja.

Gemini recoge a Forth en sus brazos, se sienta con él en su regazo mientras le rasca una oreja y le explica que es solo una forma de hablar porque a quien quiere es a él.

Son muy tiernos.

Cuando Forth está más calmado, me doy cuenta de que aún me queda una persona por conocer.

Este ha estado como mero espectador, sonriendo. Es muy guapo. Tiene un aire distinto al de la gente corriente.

— Joong, no seas tímido, hombre, ven a conocer a Dunk.

— Claro, solo estaba dando espacio hasta que todo estuviera más tranquilo. No quiero asustar a Dunk la primera vez que lo conocemos.

Se acaba de levantar y es enorme. Tampoco es que yo sea pequeño, pero en comparación...
Tiene un aire peligroso, tal vez sea el tamaño, su cabello, y el color de su piel... el conjunto de todo.

— Encantado de conocerte, Dunk. Soy Joong. Si alguna vez necesitas un ramo de flores o alguna decoración, no dudes en avisarme.

Su mano espera pacientemente a que yo decida aceptarla.

Phuwin me da un pequeño toque en el brazo y, finalmente, reacciono y se la doy.

— Perdona...

— No pasa nada. A tu ritmo.

No puede ser tan bueno...

— Joong, enséñale tus trabajos, los que me enseñaste ayer.

— ¡Oh! Claro.

Saca su teléfono móvil, lo maneja un poco y se lo entrega a Phuwin para que me lo muestre. Nuevamente, demasiada perfección... ha pensado que podría incomodarme si fuera él quien me lo enseñara directamente.

— Mira, este es precioso.

— ...Sí que lo es... ¿Esto lo hace él?

— Pregúntale tú.

Mis ojos se dirigen a Joong, quien me mira con una preciosa sonrisa.

— Los hago yo. Tengo una floristería. Si te interesa, puedes pasarte cuando quieras. Te prepararé algo exclusivamente para ti.

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Más que un nekoboy (JoongDunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora