El amor crece

82 8 5
                                    

— Es un niño y... aquí está, tiene colita y mira esas orejas. Esta vez no tengo dudas, es una copia tuya, Dunk.

— Dios mío, ¡qué gran noticia! ¿Puedo pedirte tres copias? Necesitamos enmarcar esta y los chicos también van a querer una.

Joong está eufórico; ya había dicho que quería tener un mini Dunk, pero... yo no estoy seguro de cómo me siento.

— ¿Dunki?

— Sí, seguro que querrán una copia.

Joong se ha dado cuenta, sabe que algo me pasa.

El doctor me recomienda paseos y largos baños relajantes. Cuando terminamos y salimos de la consulta, Joong me detiene, agarrándome del codo.

— ¿Qué te preocupa?

— Yo sé lo que es ser un nekoboy. Tenía la esperanza de que nuestro bebé fuera como tú.

— Explícame eso, porque yo te miro y no veo nada malo.

— No es por mí, o por nosotros los nekoboys, es por la sociedad, por cómo nos encasillan, por lo que se espera de nosotros.

— Vale, puede que para ti fuera así, Dunk, y créeme que si pudiera ir a tu pasado para arreglarlo, lo haría, pero te prometo que nuestro bebé no vivirá lo mismo. Nos encargaremos personalmente de que así sea. Tiene todas las opciones del mundo.

Toda mi preocupación desaparece en un segundo. Me acaricio la barriga mientras le sonrío, y me enamoro un poquito más de él, si es que eso es posible.

— Te amo, Joong.

— ¡Yo sí que te amo! Vamos, tenemos que ir a casa de Phuwin, ya estarán esperándonos.

Ya en casa de Phuwin, damos la noticia y les entregamos una de las ecografías.

— Pienso enmarcarla.

— Yo también.

— Jajaja... quizás nos hagan precio, Joong también quiere enmarcarla para casa.

— Oye, garbancín, ya va siendo hora de ponerte un nombre, ¿verdad?

Forth habla agachado directamente a mi barriga, es algo que lleva haciendo desde el principio. Se ve adorable.

— Ya tenemos un nombre.

— ¡¿Cómo?!

— ¡¿Y aún no nos lo compartís?!

— Estábamos esperando a estar seguros del sexo.

— ¿Podemos saberlo ya?

— Ryu.

— ¡Qué bonito! Ryu, soy tu tío Phuwin.

— Y yo, tu otro tío Forth.

Tengo a los dos agachados a la altura de mi barriga. Estoy acostumbrado a que me manoseen los dos, y Joong ya está resignado. Suele "castigarme" con un par o tres de orgasmos cuando ellos se pasan de cariñosos... así que no tengo de qué quejarme.

— ¿Ya has decidido en qué hospital?

— Sí, ya está todo decidido, y hasta tengo la bolsa lista. Sé que es pronto, pero nunca está de más estar preparado, ¿verdad?

— Desde luego.

— ¿Contamos con los cuatro para arreglar la habitación de Ryu?

— ¡Por supuesto!

— ¡Ni se pregunta!

— Genial. Gracias chicos, Ryu tiene los mejores tíos del mundo.

— Chicos, ¿cómo va la comida?

— Ya está, ya vamos.

Cuando terminamos de comer, siento que los párpados me pesan; últimamente no aguanto mucho sin dormir.

— Dunki, amor, ven aquí.

Me levanto de mi asiento y me acerco a Joong. Él me sienta en su regazo, me acomoda en su pecho y continúa con la conversación de sobremesa. No duro ni un minuto antes de quedarme dormido.

Cuando me despierto, sigo en la misma posición, pero Joong está en el sofá.

— Buenos días, gatito.

— Jijiji... ¿he dormido mucho?

— No, solo una pequeña siesta. Géminis y Forth ya se han marchado, hoy tenían que llegar pronto a casa. Pond y Phuwin están en la cocina para no hacer ruido y que pudieras descansar mejor.

— Últimamente tengo mucho sueño.

— Es normal, ¿has visto esto?

Acaricia mi abultado vientre.

— Esto pesa, y tu cuerpo es el que está trabajando para hacerlo crecer. Lo que me sorprende es la energía que tienes.

— Tengo muchas ganas de conocerlo ya. La espera empieza a pesarme.

— A mí también me pesa, y soy el que menos puede quejarse de los tres...

— Papi puede quejarse de lo que quiera.

— Mmmm... bien, entonces mi queja es no tener tus labios sobre los míos.

— Jajaja... eso tiene una solución rápida.

Nos besamos mientras las manos de Joong buscan mi barriga y la acarician suavemente.

— Vámonos a casa...

♥️🐈
——————————————————————
Vota y comenta 🫂

Más que un nekoboy (JoongDunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora