Celos

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La floristería de Joong se merece un premio a la tienda más bonita. Estoy paseando, disfrutando del espectáculo de colores y de aromas que me regala mientras Joong termina su centro de mesa.

— Ya estoy.

Cuando me doy la vuelta, veo que sostiene un girasol. No puedo ocultar la sonrisa. Me siento feliz.

— ¿Qué es eso?

— Un girasol.

— ¿Se viene a tomar café?

— Solo si su dueño quiere.

— Entonces tendremos que preguntarle.

— ¿Quieres que tu girasol venga?

— Jajaja... claro.

Me lo entrega, se quita el delantal y vamos juntos a la puerta. Una vez fuera, con el cartel de cerrado, nos dirigimos al café que está justo enfrente.

Si por fuera es bonito, por dentro es impresionante. Todo está decorado con las flores de Joong, y los aromas de estas se mezclan con el del grano de café. Delicioso.

— Aquí tienes la carta, échale un vistazo mientras saludo.

No soy capaz de prestarle atención a la carta, toda mi atención está en Joong y en sus interacciones con el dueño. Parecen muy cercanos. Cuando Joong está a punto de volver, finjo estar muy concentrado en la carta. Aprovecho para decidir qué pedir antes de que sospeche.

— ¿Ya sabes qué vas a querer?

— Sí, un mocaccino con nata.

— ¿Y para comer?

— No lo sé, no me decido...

— ¿Puedo?

— Vale.

Me señala la tarta de fresas y chocolate.

— ¿Una porción para los dos?

— Vale.

— Daou, por favor, dos mocaccinos con nata y una porción de tarta de fresas y chocolate.

— ¡Marchando!

Joong vuelve a prestarme atención, y yo me siento nuevamente tenso desde que lo vi interactuar con el dueño del café. Empiezo a arrepentirme de haber venido. Tal vez debería poner una excusa y marcharme, pero no puedo pensar con claridad. Me siento nuevamente en conflicto conmigo mismo.

— ¿Dunki? ¿Todo bien?

— Mmm... Sí, sí... todo bien.

— ¿Seguro? ¿Puedo sentarme a tu lado?

Estoy sentado en un sofá de dos plazas, y Joong está en uno igual, frente a mí. Asiento levemente con la cabeza, y Joong no tarda ni medio segundo en moverse. Pasa su brazo por mis hombros y me recuesta contra él.

— Dunki, puedo notar que no estás a gusto, ¿qué puedo hacer? ¿Es porque te están mirando? Le pedí a Daou que controlara al personal, pero con los clientes no creo que pueda hacer mucho...

Entonces, hablaba de mí, me estaba protegiendo...

— No, Joong, no es necesario. Estoy acostumbrado...

— Lo sé, pero eso no significa que te guste.

Guau, no esperaba esto. Joong es mucho más de lo que imaginaba.

— Gra-gracias.

— Y aquí tienen el pedido, parejita, disfrútenlo.

— Gracias, Daou. No sé si presentarte a Dunk, estoy seguro de que ya lo conoces.

— Lo hago. Encantado, Dunk. Una belleza así siempre será bienvenida en mi cafetería, con o sin Joong.

— No te pases...

— Woow, tranquilo, chico posesivo.

Interesante... antes pensé que había algo entre ellos, pero viéndolos ahora, solo veo una amistad. Qué alivio... ¿alivio? No, quiero decir... maldición, Joong me está importando demasiado.

Una vez nos quedamos solos, el tiempo vuela. La merienda es exquisita, y la conversación aún más. Cuando llevamos más de tres horas, recibo una llamada de mi agente. Me llama porque han subido unas fotos con mi ubicación y cree que podría ser peligroso. Además, me advierte que el chico con el que estoy es noticia. Están especulando sobre nuestra relación y le preocupa que puedan intentar involucrarlo. Otra vez esa mierda, por favor no.

— Joong, tengo que irme. Estamos en todas las redes sociales. Es posible que algunos medios o periodistas intenten contactarte. Te agradecería que no dijeras nada sobre mí.

— No hace falta que me lo pidas, Dunk. Nunca haría nada que te lastimara. ¿No quieres que te acompañe?

— ¿No tienes que volver?

— ¿Quieres que te acompañe, Dunk?

— ...Mmmm.

— Bien, vamos.

♥️🐈
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Más que un nekoboy (JoongDunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora