Llegamos a la habitación. Joong está quitándose toda su ropa. Cuando está totalmente desnudo, se sienta al borde de la cama, apoya las manos en sus rodillas y me mira intensamente.
Dios mío, se me hace la boca agua. Mi marido es realmente sexy. Sus hombros anchos, su cuerpo tonificado, su mirada peligrosa... y su miembro está completamente listo para mí.
No puedo dejar de mirarlo, tan grande, duro, ancho y venoso... es mío. Me relamo y muerdo mi labio inferior. Trago saliva y veo cómo Joong empieza a sonreír de lado.
—¿Lo quieres, gatito?
—Lo qui...
—Sssshh... Los gatitos buenos solo maúllan y ronronean.
Abro los ojos, sorprendido por lo que acaba de insinuarme. ¿Quiere que actúe como un gatito?
Me sonrojo; estoy seguro de que no solo en mis mejillas.
Joong alza una ceja, una forma silenciosa de preguntarme si estoy dentro del juego o no.
Vuelve a ponerse serio y con un tono autoritario dice:
—Desnúdate y ven a cuatro patas.
Jadeo, y una gota de sudor me resbala por la sien. No dudo en empezar a quitarme la ropa. Primero desabrocho la camisa; noto calor allá donde miran sus ojos. Luego bajo mis pantalones junto con los calzoncillos. ¿Se nota mi impaciencia?
Cuando ya no queda ninguna prenda en mi cuerpo, Joong me señala el suelo tanto con una mano como con la mirada.
Me dejo caer de rodillas, apoyo las manos y alzo mi cola. Empiezo a moverme de forma sensual, haciendo que mi trasero y mi cola se muevan de izquierda a derecha.
Joong tiene una mirada llena de lujuria, y gracias a eso me siento poderoso. Dejo el pudor a un lado y empiezo a maullar.
—Meeewww... meeeewwww... pffffff....
Su miembro sigue endureciéndose y unas pequeñas gotas blancas se desbordan de su glande.
Llego hasta sus piernas. Una de mis manos toca su rodilla y con la otra empiezo a acariciar lentamente su muslo interior.
—Ts, ts, ts... los gatitos no usan sus patitas para dar caricias...
Su mano alza mi barbilla y su dedo pulgar acaricia mis labios. Saco la lengua y le lamo el dedo. Aprovecha para introducirlo, y yo lo chupo obedientemente.
—Tengo otra cosita para que pruebes, gatito... vamos, ven aquí.
Sin soltarle el dedo, sigo su movimiento hasta quedar frente a su duro miembro. Apetitoso. No lo pienso, y abandono su dedo para sustituirlo por su gran polla. Quiero tomarme mi tiempo, quiero lamerle poco a poco, pero es imposible: tengo tantas ganas de él que lo meto hasta el fondo de mi garganta.
—¡Oh! Joder... eso es, gatito... eso es... mmmmm.
Los sonidos de mi boca están llenos de gruñidos, saliva y falta de aire.
Chupar a Joong me excita muchísimo, tanto que podría correrme sin tocarme.
Joong jadea y gime sin parar. Cuando alzo la mirada y la cruzo con la suya, suelta una maldición y me agarra del pelo para hundirse más en mi garganta e imponer su ritmo. La saliva se acumula en mi boca y se derrama por la comisura de mis labios cuando Joong empuja con fuerza.
Los sonidos me están volviendo loco. Mi polla palpita y me pide que la toque, pero no puedo. Mi atención está al 100% en Joong.
—Mmmm... Mi gatito se va a tomar toda mi leche, ¿verdad? Mmmm... no quiero que derrames ni una gota. Enséñamelo: traga y vuelve a mostrarme tu pequeña lengua. Aquí tienes... ¡ah!
Está tan rica, caliente, dulce... Tengo que tragar un poco porque es imposible quedarme con todo en la boca. Cuando se retira, le muestro mi boca llena de su leche y, a continuación, me la trago para volver a mostrarle que ahora está vacía.
—Eso es, gatito... te tengo bien alimentado, ¿verdad? Ven aquí.
Me pide la mano, y yo se la entrego. Me lanza contra su cuerpo.
—Ya he llenado uno de tus agujeros, pero me falta mi preferido.
Dice esto mientras alcanza mi trasero y lo acaricia. Se levanta conmigo en brazos y me lanza a la cama.
—Gatito, te quiero a cuatro patas y con tu preciosa cara pegada al colchón.
Me coloco tal como me pide y recibo una palmada en el trasero.
—¡Ah!
—Ssshhh... culo arriba, gatito. Solo quiero tus rodillas y tu preciosa cara tocando el colchón.
Su mano alcanza mi polla, y siento su aliento en mi trasero. Dios mío... va a...
—¡Ohhh diooos!
Me da una lamida que me pone la mente en blanco.
—No me hagas repetírtelo más veces: los gatos solo maúllan.
—Meeewww...
—Así está mejor.
Vuelve a lamer mi entrada y, cuando me tiene temblando, me obliga a darme la vuelta para meterme en su boca. No... no puedo aguantar más. Me corro en su boca.
—Mmm... delicioso, mi gatito.
Sube hasta mi altura, posiciona su polla entre mis nalgas y empieza a frotarse mientras comparte conmigo mi propio sabor.
—Delicioso, ¿verdad?
—Meeeww...
—Así me gusta.
Joong vuelve a cambiar mi posición, me ladea y levanta la pierna que queda por encima, flexionándola.
En esta posición puedo ver cómo entra y sale si quiero, pero Joong me tiene agarrado del cuello, devorando mi boca mientras su polla entra poco a poco. Siento cada milímetro y cada vena. Su polla es deliciosa... me llena, llega muy dentro, hasta tocar mi punto dulce.
—¡Hhhhhhhhhh!!!
Mis ojos se ponen en blanco y alzo la cabeza. Ni siquiera logro emitir un sonido.
—Eso es... aquí te tengo.
Joong no tiene compasión. Su ritmo es vertiginoso, y cada embestida toca mi punto dulce. He empezado a soltar semen con cada empujón.
—¿De quién eres, Dunk?
—... hhhhhhh!!!...
Consigue llegar aún más adentro. Esto es una dulce locura.
—¡He dicho que de quién eres!
—Joong...
—¡No te escucho!
—¡Joong! Tuyo... aaaahhh, ¡tuyo!... soy tuyo... hhhhhhh!!!
Vuelve a devorarme la boca y se corre, siento cómo me llena; mi vientre se abulta lleno de él.
Cuando deja de besarme, pasa a mi cuello y me deja un chupetón.
—Mío.
Con esa palabra da su última estocada y se retira. Me da la vuelta y me envuelve en sus brazos, dejándome atrapado entre sus pectorales.
—Lo siento, gatito... lo necesitaba. Te quiero, te quiero... te quiero más que a nada en este mundo.
—Yo también, mi amor.
Estoy sin aliento. Mi cuerpo pesa. Sigo húmedo y lleno de Joong, pero no me importa, solo quiero dormir. Ahí, en sus brazos, me dejo llevar a uno de los mejores sueños, agotado de tanto sexo, pasión y la posesividad de mi amado marido.
♥️🐈
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Más que un nekoboy (JoongDunk)
Fiksi PenggemarSoy modelo, pero siendo un nekoboy, tampoco me quedaban muchas más opciones. ¿Qué se espera de mí? Que mi imagen sea perfecta. Las apariencias son lo único que importa, ¿verdad?