Estoy esperando a Joong en mi casa. Tiene todas las combinaciones para llegar sin necesitar a nadie. Si me hubieran dicho que llegaría a este nivel de confianza con él, no lo hubiera creído.
Escucho ruido fuera y me tenso. ¿Y si no es Joong? Pero la puerta se abre, y aparece él con un maravilloso girasol que coloca en el jarrón de la entrada, reemplazando el anterior que ya estaba marchito, como siempre que viene.
— Hola, bonito.
— Hola.
Se inclina para besarme en la frente, pero yo levanto la cara para invitarlo a besarme en los labios. Me regala una de sus preciosas sonrisas y me da un pequeño y dulce beso casto en los labios.
— Déjame poner esto en la nevera.
— ¿Qué has traído?
— Un postre para mi gatito. Te has portado bien para poder tenerlo, ¿verdad?
— Claro que sí, papi.
Escucho cómo cierra la nevera y viene corriendo.
— ¿Qué has dicho?
— Que claro que sí.
— No juegues conmigo, pequeño gatito... Sabes a lo que me refiero.
Lo miro con mi mejor cara de inocente. Aparto la manta con la que estaba cubriendo mis piernas desnudas y cambio de postura, quedando de rodillas en el sofá, apoyando mi cuerpo en el respaldo mientras lo observo.
— No, no lo sé, papi.
Las fosas nasales de Joong se ensanchan y veo cómo sus pupilas se dilatan.
— Vale, gatito, creo que voy a tener que recompensarte por portarte taaaan bien con papi.
Se quita la camiseta. Su cuerpo es una obra de arte. La gente elogia el mío por ser blanco, liso y delgado, les gusta mi espalda ancha y mi pequeña cintura, pero Joong... Joong es ancho, musculoso, apretado, su piel es tostada y caliente, muy caliente.
— Ven aquí, gatito.
Desde detrás del sofá, agarra mi cintura y me levanta. Me ayuda a rodear su ancha cintura con mis piernas, y sus manos se van directamente a mi culo. Está duro, muy duro. Incluso con la ropa, lo siento empujando contra mi vientre. Me apoya en la parte alta del respaldo del sofá y me besa. Un beso húmedo y caliente que me hace jadear mientras sus manos masajean mis piernas y mis muslos. Me coloca en el suelo y me quita la camiseta y los calzoncillos. Estoy completamente desnudo.
Joong me mira, da una vuelta a mi alrededor, estudiándome, y se relame. Me siento totalmente expuesto y sexy. Al pasar por detrás, aprovecha para acariciar mi cola. Le respondo ronroneando y veo cómo sonríe de lado.
— ¿Por dónde debería empezar?
Se coloca frente a mí, muy cerca, pero sin llegar a tocarme.
— Dime, gatito...
Me aparta un mechón de pelo y acaricia una de mis orejas. Le ronroneo de nuevo.
— ... ¿quieres que te coma aquí o en la cama?
— Llévame a la cama, papi...
— Bien.
Me alza de nuevo, en la misma posición. Mis piernas lo rodean, y él me agarra de los glúteos. De camino a la cama, me da pequeños besos en el hombro, el cuello, y la mejilla. Cuando llegamos a la cama, me tumba boca arriba con mucha delicadeza, se coloca entre mis piernas y empieza a besarme muy cerca de mi polla.
El ronroneo no cesa, y cuando su lengua me toca, paso a gemir. Joong me mete en su boca y quedo completamente en blanco, solo jadeo, intentando aguantar lo máximo posible. Quiero mirar, pero mis ojos se ponen en blanco y alzo la cabeza, jadeando. Lo hace tan bien, me pone tan cachondo que no tardo mucho en correrme. Me vengo en su boca, y él, sin vergüenza, me lo muestra antes de tragárselo. No contento con eso, recoge la última gota de mi prepucio con un dedo y la lame.
— Sabes realmente bien, gatito.
Joong se desabrocha el pantalón y libera su gran polla.
— No aguanto más... quiero follarte, gatito.
Quiero devolverle el favor, pero no puedo moverme, mi cuerpo no me responde. Joong está desnudo, vuelve a posicionarse entre mis piernas.
— ¿Estás bien? ¿Puedo?
— Puedes...
— Gatito... me vuelves loco... no quiero hacerte daño.
— Papi... vamos, te necesito... papi...
— Eres un provocador...
Y entra por completo, caliente y duro. Joong se queda quieto hasta que mi respiración se normaliza un poco y luego empieza a empujar. Me encanta sentir cómo me llena. Está siendo más suave de lo normal.
— Prrrrrrrr... papi... quiero más... más fuerte, más profundo...
— Gatito, no seas malo...
— Por favor, papi, quiero más...
— Ufffff...
Me levanta, abrazo sus hombros, los dos estamos sentados, él de rodillas, y yo abrazando su cuerpo. En esta posición, llega más profundo, y pierdo completamente la razón. Solo soy gemidos, jadeos y respiraciones entrecortadas mientras Joong me penetra una y otra vez. Y, de repente, siento algo que jamás había sentido antes. Llega a un lugar que me hace ver fuegos artificiales.
— Joong, Joong... Jooong...
— No, gatito, llámame papi...
— Aaahhhh papi, síiii, papi... sí, aaaaahhh.
Me corro, y me sigo corriendo mientras Joong me folla ese lugar que me está rompiendo.
— Ohhhh, gatito, te estás poniendo tan estrecho que no puedo más...
Y me llena, siento cómo me llena con su semen y cómo me abulta el vientre. Cuando termina, sale de mí, y noto cómo se derrama...
— Esta imagen es muy caliente. Estás manchado con tu semen mientras el mío sale de tu culito.
— Estás muy orgulloso de ti, ¿no?
— No sabes cuánto.
♥️🐈🔥
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Más que un nekoboy (JoongDunk)
FanfictionSoy modelo, pero siendo un nekoboy, tampoco me quedaban muchas más opciones. ¿Qué se espera de mí? Que mi imagen sea perfecta. Las apariencias son lo único que importa, ¿verdad?