Llegamos a casa y me sorprendo porque esperaba ver a Ryu con Phuwin.
—¿Esperabas ver a Ryu en casa?
—...sí... lo echo de menos.
—Lo sé, te prometo que estará contigo muy pronto, pero antes, ¿podemos estar solos? Necesito estar contigo. Lo he pasado realmente mal. Llegué a pensar que te perdía.
—Lo siento, Joong, lo siento muchísimo.
—Yo también, mi vida...
Me envuelve en sus brazos y junta nuestras frentes. Nos miramos, y ambos tenemos lágrimas recorriendo nuestras caras. Es un llanto silencioso, pero siento que me sana. Me hace sentir unido a Joong, como antes.
—¿Puedo preguntarte algo o es demasiado pronto?
—...
Me asusta... pero quiero seguir unido a él. No quiero seguir sintiéndome solo.
—Pregúntame, pero, Joong... quizás no te guste esta versión de mí.
—Lo veo bastante imposible, pero sea como sea, te quiero. No solo me gustas... Dunki... yo puedo sostenerte. Puedes confiar en mí, por favor. Cuando siento que me apartas, me duele. Saber que has estado sufriendo solo... me mata.
—Lo siento.
—No necesito que te disculpes por nada. Solo necesito que confíes en mí a partir de ahora. Apóyate en mí. Prométeme que lo harás...
—Lo prometo.
La preciosa sonrisa de Joong... Dios mío, cuánto la echaba de menos.
No puedo más y lo beso. Muero por profundizar, pero Joong parece que tiene otros planes.
—Mi vida, antes de perdernos en los besos, me gustaría hablar...
Pero ahora quiero otra cosa. Acaricio su duro y apretado pecho, y pongo la cara más inocente que puedo. Le ronroneo y cambio mi postura para rozarle con mi nariz la barbilla, los labios, el pómulo... aspiro su aroma y vuelvo a ronronear, aún más fuerte.
—Dunkiiii... sé lo que estás haciendo...
—...prrrrr... ¿y funciona?
—Madre mía... me estás torturando.
Recorro su cuello con la lengua hasta la barbilla.
—Dunk...
—Prrrrrrrrrr...
Le acaricio la entrepierna.
—Dios mío... Vale, vale, hablamos más tarde.
Joong me presiona contra la pared más cercana. Agarra mis muñecas en alto y me besa. Su lengua explora mi boca y la presión de su cuerpo contra el mío es deliciosa.
—Quiero enterrarme en ti ya.
—Hazlo.
Arranca toda mi ropa, dejándome completamente desnudo. Una de sus manos posiciona una de mis piernas en su cintura, obligándome a tener la parte alta de la espalda apoyada en la pared, mientras la otra pierna queda prácticamente de puntillas. Mis manos están en la pared, ayudándome a mantenerme en pie.
—Agárrate de mi cuello.
Le rodeo el cuello, y con su otra mano me obliga a colgarme de él. Nuestras frentes están pegadas, y nuestras miradas permanecen fijas una en la otra.
Joong se mueve. Llega al sofá y se sienta conmigo a horcajadas.
—Lo querías, tómalo.
Trago saliva. ¿Yo solito? Le desabrocho el pantalón y lo libero.
Joong sigue vestido, pero su miembro está listo para mí. Me relamo los labios, pensando en tomarlo, pero Joong hace un sonido de desaprobación.
—La primera la quiero aquí.
Señala mi vientre. Me muerdo el labio y comienzo a bajar lentamente.
Cuando Joong está completamente dentro de mí, jadeo y me quedo quieto. Mientras me acostumbro a su tamaño, Joong me agarra del cuello y me hace chocar contra sus labios. Mientras me besa, sus manos descienden hasta mi trasero y lo amasan. El beso continúa y siento una palmada en el culo que envía una descarga eléctrica a todo mi cuerpo.
—Aaahhhh...
—¿Aún no puedes moverte? Quiero enterrarme mucho más adentro.
Aprieta sus piernas, y siento cómo llega mucho más hondo. Mis ojos se ponen en blanco, y mi cabeza se echa hacia atrás. Joong aprovecha para lamerme el cuello.
—No puedo más, Dunk, aguanta, por favor. Muérdeme y arañame si lo necesitas, gatito mío.
Lo siguiente que hace es follarme con una intensidad descomunal. Siento que me rompe. La velocidad con la que entra y sale de mí es... una locura. No duro mucho antes de vaciarme, y cuando lo hago, Joong gime aún más fuerte.
—Me estás apretando... te estás poniendo más estrecho... Dios mío, Dunki. Mi vida... echaba de menos tenerte en mis brazos, llenarte aquí.
Eso último lo dice con una voz seductora mientras una de sus manos presiona mi bajo vientre, y entonces lo noto. Dios mío, qué placer. Joong me llena, se vacía tan profundo como puede, y yo... no puedo evitarlo, le muerdo el hombro mientras gruño.
Nos quedamos en la misma posición, pero él ya fuera de mí, durante un buen rato.
—Joong... la historia con Pond, los fans... o más bien la gente que no me soportaba, comenzaron a amenazarme. No sentí que tuviera derecho a denunciarlo o compartirlo contigo porque pensaba que darle importancia no era la solución. La culpa por soportar que te etiquetaran como un cornudo me hizo sentir peor. El sentimiento de soledad y vergüenza se apoderó de mí. Estaba tan decepcionado conmigo que me aislé lo más que pude sin ser demasiado evidente.
Me armo de valor y lo miro.
—Entiendo...
—¿Sí?
—Sí. Pero por favor... nunca más.
—Lo sé. Me apoyaré en ti, te lo prometo. No volveré a aislarme.
—Bien.
—¿Podemos ver a Ryu ya? Necesito a mi hijo conmigo, por favor.
—Sí, pero antes tenemos que asearnos un poco, ¿no crees?
—Sí...
Después de ducharnos, literalmente el uno al otro, nos preparamos y vamos a casa de Pond y Phuwin.
Cuando llegamos y Pond abre la puerta, no puedo contenerme y lo aparto de un empujón mientras llamo a mi hijo.
—Pa-pa-pa-pi...
Y aquí está mi pequeño. Lo tienen jugando en un pequeño parque con un piano de animalitos y algunos peluches.
Sus bracitos se alargan hacia mí. No tardo ni medio segundo en abrazarlo y reír con lágrimas en los ojos mientras lo cubro de besos.
—Hola, mi precioso, te he echado tanto de menos. Te quiero, te quiero, te quiero... y mírate, estás enorme. ¿Cómo puedes crecer tan rápido, eh, bebé de papi?
—Pa-pa-piiii...
—Sí, aquí me tienes. Te prometo que nunca más me alejaré de ti, hijo.
—Mis chicos, estamos juntos de nuevo.
Joong nos abraza a los dos, y quedamos en un gran abrazo de tres.
—Pond... quiero eso.
—¿Les proponemos que se queden a vivir?
Phuwin le da un manotazo en el brazo y se acerca.
—Te hemos echado de menos, Dunk.
—Phuwin, gracias por ayudar a Joong.
—Sabes que no tienes que agradecerme nada. Somos familia.
♥️🐈
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Más que un nekoboy (JoongDunk)
FanfikceSoy modelo, pero siendo un nekoboy, tampoco me quedaban muchas más opciones. ¿Qué se espera de mí? Que mi imagen sea perfecta. Las apariencias son lo único que importa, ¿verdad?