Más que un nekoboy (JoongDunk)

Presión

— ¿Qué piensas?

— Que espero ser el caballero de honor en tu futura boda. Y, por supuesto, el padrino de tus futuros hijos.

— Te estás pasando... Apenas nos estamos conociendo, y sabes que no es fácil. Quizás se canse. Quizás se dé cuenta de que...

— O quizás esté loco por ti y no le importe nada más.

— No todos son como tu chico.

— Desde luego, lo siento por ti y por Joong, pero solo existe un Pond, y es mío.

— A veces eres insoportable.

— Jajaja... pero me quieres.

— ...sí...

— Lo sé, yo también te quiero, Dunk, y créeme, si Joong nos escuchara ahora, estaría trepando por las paredes de los celos.

Sonrío, porque es muy probable que sea verdad. Joong ha comenzado a expresar sus sentimientos y es bastante posesivo. Pero no de manera negativa, siempre me lo expresa de la forma más educada y razonable del mundo. No intenta prohibirme nada, ni hacerme juegos mentales para que yo mismo me limite... como ya viví con otras parejas.

— Dunk, ¿puedes venir a mi despacho, por favor?

Estamos en el edificio de la compañía que nos gestiona los trabajos de modelaje. La expresión de mi agente mientras me pedía que me acercara a su despacho no era muy alentadora. No pinta bien.

— Si es por lo que creo, no dejes que te manipule. Es tu vida, Dunk. Ellos pueden aconsejarnos, pero recuerda que él trabaja para ti, no tú para él. Te necesitan.

Respiro hondo y, cuando me siento preparado, me levanto y voy a su despacho.

— Siéntate, por favor.

Cierro la puerta al entrar y me acomodo en la butaca frente a su escritorio.

— Dunk... ¿cómo te lo digo? Me acaban de informar que el chico con el que...

— Jack, basta. Mira, si es algo que afecta a mi trabajo, adelante, hablemos. Pero si vas a cruzar la línea como agente y meterte en mi vida personal, dándome consejos o intentando influenciarme... para. No me interesa. Además, déjame decirte esto: si no me siento cómodo, si no siento que se me protege a mí y a mis intereses, me marcharé.

— ...Te entiendo, pero los periodistas...

— No importa, ya sabes que no importa. Si no tienen una noticia, la inventarán.

— ¿Confías en este chico?

— Sí.

— Vale, vale, lo siento.

— ¿Qué rumores han llegado para que me llames?

— Bueno, quizás deberías contactar con él. Lo tienen acorralado en su tienda, lo están bombardeando con preguntas, ya sabes... si esto es para dar publicidad a su floristería o si es algo serio... lo de siempre.

— Vale, vale... perdona, Jack, tengo que irme. Adiós.

— Adiós, hijo.

Salgo en busca de Phuwin y le cuento lo que está pasando.

— Vale, calma, Dunk, Joong es un adulto funcional, ¿vale? Confía en él. Ahora llamo a Pond para que se pase a ayudar. Tú no puedes hacer nada ahora, solo avivarías la llama.

Mientras escucho cómo habla con Pond, le escribo a Joong.

Dunk: ¿Está todo bien? Me acaban de avisar que unos periodistas han ido a molestarte.

Joong: Todo bien, Daou está haciendo el mes en un solo día gracias a mí. Le voy a subir los precios.

Dunk: Lo siento, Joong. No puedo pasarme, seguramente lo empeoraría. Phuwin está hablando con Pond para que se acerque a ayudarte.

Joong: Dunki, léeme bien: ESTO NO ES TU CULPA. No te disculpes. Réllelo cuantas veces necesites hasta que te lo creas, ¿sí?

Dunk: Sí, papi.

Joong: ¿Puedes repetírmelo cuando nos veamos en persona?

Dunk: Joong...

Joong: Jajaja... vale, pero lo digo totalmente en serio. Me volvería loco y sé que te encanta.

Y lo consigue, estoy sonriendo, y la ansiedad que me estaba generando la preocupación disminuye.

Joong: Espero que estés sonriendo y no frunciendo ese precioso ceño. Estoy bien. Todo está bien. Y tú eres maravilloso, cariño.

Dunk:

— Menuda sonrisa. ¿No estabas sufriendo antes de llamar a Pond? ¿Tanto confías en él?

— Jajaja... no, tonto, acabo de hablar por mensaje con Joong.

— Ahhh... claro, ahora lo entiendo.

— ¿Qué entiendes?

— Nada, que Dunki está coladito por Joong.

— Cállate.

— Jajaja... solo si me prometes que seré el caballero de honor en tu boda y el padrino de tus hijos.

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