Más que un nekoboy (JoongDunk)

En tus brazos 🔞🔥🌶️

Llegamos a Japón y, en el mismo aeropuerto, tengo preparado un transporte que nos llevará a un hotel muy especial, que promete paz, naturaleza y privacidad.

Cuando llegamos, Joong parece un niño pequeño, inspeccionando todo mientras yo hago el check-in.

Cuando terminamos, nos acompañan a nuestra habitación. Da a un patio privado exterior, rodeado de vegetación local y con un onsen natural. Un cerezo termina de decorar esta belleza, y estoy más que encantado con mi elección.

Nos quedamos solos. Nos miramos y empezamos a reír de felicidad.

—No me lo puedo creer, esto es el paraíso.

—¿Dios mío, has visto lo que tenemos aquí? Solo mirarlo ya te da paz.

—No sé si es paz lo que me da... solo imaginarte en el onsen, desnudo...

Me sonríe de lado, dejando que mi imaginación termine la frase.

Me dispongo a cumplir sus deseos y, mientras camino desnudo hacia el agua, oigo a Joong peleándose con la ropa para seguirme.

Ya en el agua, lo veo finalmente deshacerse de su ropa y meterse conmigo.

—Calma, vaquero, no voy a ir a ninguna parte.

—Puedes estar seguro de eso.

Me atrapa entre sus brazos y me sienta en su regazo.

Ambos respiramos la paz del lugar. Joong, sentado en posición de mariposa, con sus brazos rodeando mi cintura y su cabeza descansando en la curva de mi cuello. Yo, sentado en su regazo, mi trasero completamente pegado a él, y él se encarga de que así sea.

—Joong...

—¿Sí, mi vida?

—Estás...

—Mmmm... solo tu olor me enciende, es inevitable.

—... quiero darme la vuelta.

Me permite girarme para quedar de cara a él, pero mi parte íntima sigue pegada a la suya.

—¿No necesitas espacio?

—No, contigo no.

—Mmm... ¿Estás seguro?

—Dunk... si pudiera, te llevaría en mi bolsillo hasta el trabajo.

Me muerdo el labio para no anticiparme. No es lo planeado, tengo que ser fuerte.

Joong empieza a besarme el hombro y poco a poco sube hasta la curva de mi cuello, donde me da una pequeña mordida que me hace gemir, y el ronroneo se queda para siempre.

—Mmm... cómo me excita cuando ronroneas...

—Prrrrrr...

Su lengua recorre el mismo camino que sus besos, y en el lugar de la mordida me da un chupetón ardiente. Contengo la respiración y, cuando me suelta, exhalo.

—Dunk... te deseo... quiero entrar...

Su miembro está muy duro entre mis nalgas. Joong se mueve y se posiciona para poder entrar.

—¿Aquí?

—Aquí... por favor, ¿sí?

—Mmmm... no puedo negarte nada.

Joong se hunde en mí con toda su extensión, lo hace lento y delicioso mientras yo respiro hondo y aprieto mis brazos alrededor de su espalda. Una vez dentro por completo, me susurra al oído.

—¿Sabes el peligro que corres al decir eso?

Respondo con pequeños gemidos y ronroneos. Busco su cuello con la nariz para olerlo, y luego le doy pequeños lametones.

—Si no puedes negarme nada... quédate siempre conmigo, así. Déjame quedarme dentro de ti para siempre. Sé mío completamente.

—Soy tuyo, Joong, completamente tuyo.

—¿Lo eres?

Joong comienza a moverse superficialmente, pero me hace tocar el cielo. Agarra mi cola y la acaricia suavemente bajo el agua. La sensación de tenerlo dentro, estar completamente lleno y sentir su caricia en mi cola es indescriptible.

—Gatito... muévete para papi.

Joong se acomoda contra las piedras del onsen. Sus brazos descansan en el borde y me entrega el control del movimiento.

Coloco mis manos en su pecho, mis pies a cada lado de sus piernas para facilitarme, y empiezo a moverme.

—Miauuuuu... prrrrrr... miaaaauuuuu...

—No puedes hacer eso y esperar que no haga algo al respecto... ¿quieres jugar, gatito?

Nos cambia de posición. Me coloca de rodillas, con las manos en el borde, sus manos las mantienen fijas en su lugar y, con una de sus piernas, me separa las mías y se posiciona en mi entrada.

—Bien, vas a maullar mucho más fuerte. Quiero escucharte bien, ¿vale?

—Miaaauuuu... ¡¡¡aaah!!!

Joong se vuelve loco, entra y sale de mí con un ritmo frenético. Cada entrada se siente con el choque de su cuerpo contra el mío, húmedo y fuerte. Los sonidos del agua, el choque de nuestros cuerpos, mis gemidos y maullidos se mezclan.

Noto su semen llenando mi útero gatuno, pero no cesa en sus movimientos. Está aún más duro y sus embestidas son más profundas.

Me agarra de los hombros para pegar mi espalda a su pecho y luego me levanta, abriendo mis piernas en el aire. Estoy completamente a su merced. Joong me muerde el hombro, y yo pierdo totalmente el sentido. Me corro con tanta intensidad que mi mente se desconecta. Mis ojos se ponen en blanco, y de mi boca solo salen profundos suspiros, como si me faltara la voz.

Entonces, vuelvo a notar cómo me llena, pero esta vez no se queda todo dentro... es tanta cantidad que parte de él se escapa.

Cuando recupero el aliento, Joong ya nos ha aseado y tumbado en el futón.

—¿Descansamos y luego seguimos?

—¿En serio?

—Tenemos que aprovechar el tiempo a solas... con Ryu en casa no puedo hacer esto.

—A este ritmo y con toda esa cantidad, puede que tengas otro Ryu...

—¿Tú crees?

Lo dice con ilusión.

—¿Te gustaría tener otro hijo?

—Contigo, lo quiero todo, Dunki.

—... Cásate conmigo.

—¿Aquí o prefieres una boda grande con todos?

—¿Eso es un sí?

—Eso es un "por supuesto que sí", no veo la hora de hacerte mi marido.

—... espera, mierda... espera.

Voy a mi maleta y busco el anillo. Al final, fallé en el plan. Joong es demasiado tierno como para no caer.

—En realidad, quería pedírtelo de una forma más formal...

Le entrego la cajita y me mira a los ojos.

—¿Este viaje era para pedírmelo?

—Sí...

—¿Cuándo?

—¿Cuándo qué?

—¿Cuándo nos casamos?

—No lo sé, acabas de decir que sí.

—Bueno, supongo que quieres que estén todos, ¿no?

—Sí... había pensado en algo pequeño, nosotros, Ryu, Pond y Phuwin, Geminis y Forth...

—Voy a escribirles a los chicos, necesitamos una fecha.

—Podemos pensarlo a la vuelta...

—No, quiero una fecha.

—Jajaja... no voy a cambiar de opinión...

—Ni yo, pero ahora siento la necesidad de tenerte como marido cuanto antes mejor.

♥️🐈
———————————————————————
Vota y comenta 🙈