Malas Noticias

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Sunoo miró a la ventana sin querer hacer contacto visual con Sunghoon. Ambos querían hablar, pero ninguno sabía por dónde empezar.  
  
—¿Adónde te llevo?—preguntó Sunghoon.

Sunoo se atrevió a verlo, pero regresó la mirada rápidamente a la ventana, le dolía mucho verlo. Pensar que en algún momento estuvo perdidamente enamorado de él y que incluso lo miró como su universo entero. Estaba tan equivocado.    

—Déjame en la siguiente parada—dijo serio—, caminaré a casa. 

Un corto silencio. Sunghoon suspiró.

—No quería dejarte.  
  
—Me quedé esperándote en esa casa casi dos años—dijo Sunoo entre dientes.

—Sabes que nunca he podido decidir nada por mí mismo.

—¡Pudiste llamar!—Sunoo volteó a verlo, sus ojos estaban llorosos.—¿O eso tampoco podías?

—No quería que nadie te hiciera daño.

—¡Pues te informo que no puedo estar más dañado de lo que estoy ahora!

Otro silencio incómodo.

—Te llevaré a tu casa. No te preocupes, me sé la dirección.

—Enfermo—Sunoo se cruzó de brazos y volteó a ver la ventana.

—Heeseung—Sunoo lo miró—, ¿es tu novio?

Sunoo parpadeó varias veces y después miró molesto a Sunghoon.

—¿Por qué no me dijiste?—preguntó y sacó su celular marcando un número—, dime qué más sabes de mí.

—Sobre tu maldito novio tóxico y que trabajas en el Golden City y ocasionalmente te prostituyes a hombres mayores e influyentes.

Sunoo asintió, pero igual siguió esperando a que Jake contestara su llamada.

—Sunoo, ¿cómo va todo?—contestó Jake. Sunoo se sintió más tranquilo.

—Haz una maleta para Jungwon, toda su ropa en la maleta que está debajo de mi cama. ¡YA!

Colgó y se quedó mirando al frente sintiendo su estómago revolverse.

—Voy a ir un poco más rápido—anunció Sunghoon—. ¿A quién le llamaste?

—Pensé que lo sabías todo.

Sunghoon apretó el volante y su mandíbula también.

No hubo otra palabra más.

Sunoo bajó corriendo del auto y Sunghoon le siguió hasta llegar a su casa. Sunoo iba a abrir la perilla, pero antes se giró hacia Sunghoon.

—Ya te puedes ir.

—Quiero asegurarme de que estés a salvo.

—¿Por qué? Lo nuestro se acabó hace años.

Sunghoon se acercó al oído de Sunoo y le susurró.

—Puede que para ti lo de hace rato fue un simple acostón, pero a mí me gustó y me hizo recordar lo bien que estábamos antes.

—Basta, Sunghoon. Ya no hay más un nosotros.

—¿En serio?—preguntó con una sonrisa—¿y por qué lloras? Acaso también lo sentiste y te diste cuenta que me extrañaste más de lo que imaginabas. Apuesto a que deseas abrazarme y hundir tu rostro en mi pecho como lo hacías antes.

—Ya no soy así, Sunghoon—Sunoo suspiró y se limpió las lágrimas. Abrió la puerta y Jake estaba sentado mirando la pantalla de una computadora

—Está en su cuarto, lo dejé dormido y-

Sunoo entró a la habitación sin siquiera terminar de oír a Jake.

Sunghoon entró observando todo. Acarició la pistola que estaba dentro de su saco y miró a Jake con una mirada fría.

—¿Quién eres?—preguntó Jake.

—Soy Sunghoon, su verdadero amor.

Jake abrió los ojos, así que él era "el innombrable" parece que Sunoo verdaderamente estaba en problemas.

—¿Y tú? ¿Qué eres de Sunoo?

—Su niñero.

Sunghoon abrió los ojos y antes de poder decir algo Sunoo salió de la habitación soltando una cachetada a Sunghoon.

—¿Auch?—pero antes de poder decir algo Sunoo lo agarró del cuello.

Sunghoon sujetó las manos de Sunoo intentando quitarlas hasta que Jake se puso en medio de ambos ganándose también una bofetada de Sunoo.

—Sunoo... ¿qué-

—¡¿Dónde está?!—preguntó rabiando.

—¿Quién?—preguntó Sunghoon acariciando su cuello mientras recuperaba el color.

Y luego miró a Jake con lágrimas en los ojos.

—Te pedí UNA cosa y era cuidarlo.

—¿Qué ocurre?—preguntó Sunghoon.

—Mi hijo no está—dijo soltándose a llorar.

Sunghoon se quedó un momento procesando la información. ¿Sunoo tenía un hijo? Por supuesto que lo tenía, sólo había un culpable aquí, no tenía tiempo qué perder. Sacó su pistola apuntando a Jake.

—¿Dónde está su hijo?—dijo serio.

—No-no sé, y-yo hice la maleta y Jungwon quería dormir, pero no se lo di a nadie se los juro, nadie entró, no escuché nada.

Sunoo se limpió las lágrimas y recobrando la postura regresó a la habitación buscando alguna pista.

—Si llegó a saber que fuiste tú, voy a reventar tu cabeza contra la pared.

—Ay Dios...—susurró Jake aterrado.

Sunghoon fue a la habitación donde se metió Sunoo. Una bonita habitación de color verde y una franja café en medio. Había una cama grande y una cuna a un lado. Sunghoon acarició la cuna y sonrió al mirar una sonaja en forma de osito.

—¿Qué estás mirando?

—Al final sí pudiste tener un bebé.

—Sí, al parecer tú eras la razón por la cuál los abortaba.

Sunghoon suspiró cansado mirando otra vez a la cuna y después fue hasta la ventana que estaba abierta. Miró alrededor, todo estaba tranquilo.

—Algo me dice que Jay sabrá qué pasó.

—Él no querrá ayudarnos, ¿cierto?

—Exacto, él se negara. Podemos intentar ver en las cámaras de seguridad de las calles—Sunghoon señaló un poste que tenía una cámara arriba.

—Tardaríamos mucho en que nos dejen revisar las grabaciones.

—Yo puedo hacerlo—ambos miraron a Jake que se encontraba de pie detrás de ellos, puedo entrar al sistema.

—Por favor—pidió Sunoo—necesito encontrar a mi hijo.

Kill Me || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora